Deportes

Desde el lienzo

Alegrías y tristezas (segunda parte)

Como siempre, va mi saludo afectuoso para la gran familia charra, escaramuzas, amadores del caballo y aprovecho la ocasión para comentar dos cosas del Más Mexicano de los Deportes, que hacen que se enchine la piel.

Apenas hace ocho días titulábamos la entrega semanal “Alegrías y Tristezas”, pero la mala noticia fue la muerte de “Pepillo” Solís. Hoy son dos cosas abismales, pero que se entrelazan y de verdad, se eriza la piel y si no, juzgue usted mismo amable lector.

El martes pasado, Germán Sánchez Barba, mi primo, hizo una misa de acción de gracias, porque justo ese 3 de mayo de 2010 le habían detectado cáncer. La misa fue para darle gracias al Creador, porque 12 meses después el cáncer ha cedido.

Pero en ese teatro de la vida, donde están siempre latentes la alegría y la tristeza, el viernes tuvimos la mala noticia del fallecimiento del maestro de floreo de soga, don Juan Martínez Gómez.

Uno festejaba que el Supremo Caporal le da otra oportunidad de vivir y otro se adelantaba en el camino. Así es la vida, por eso siempre hay que vivirla a plenitud y gozar cada minuto como si fuera el último de nuestra existencia.

Casos y cosas

En ese trajín de la vida, hablamos y decimos de muchos proyectos hacemos algunos realidad, otros no, pero nuestra mente está ocupada, por lo menos en algo. Ya en más de alguna ocasión que había dicho que cuando una muerte es dichosa y acompañado de los verdaderos amigos, así si dan ganas de enrolarse en el equipo del Supremo Caporal.

El martes pasado, en la Hacienda El Refugio una cabecera municipal de Tala y a escasos 45 minutos de Guadalajara, se reunió Germán Sánchez Barba y familia, invitando a algunos amigos a la misa de acción de gracias. La misma, la ofició Monseñor Óscar Sánchez Barba y no sabe amigo lector, la alegría de volver escuchar emocionado e ilusionado a Germán.

De hecho, Germán ya volvió a charrear el pasado 16 de abril, en el Lienzo “La Generala” de Zapopan, cuando nos reunimos varios charros mayores de 45 años a “regar polilla”. Se montó a caballo y era una alegría que se contagiaba, verlo de regreso al deporte de sus amores: La Charrería.

Esta entrega estaba dedica a él y al programa del Campeonato Estatal de la Zona Centro de Jalisco, pero este último lo debemos y si no lo puede consultar en: www.expresocharro.com, porque las últimas líneas de esta columna semanal, serán para el maestro don Juan Martínez Gómez.

Don Juan, de 85 años de edad, le batalló las últimas tres semanas, pero se fue como los grandes, batallándole a la vida y por un coagulo en el cerebro, perdió la última batalla. El mejor maestro de floreo en la historia de la charrería, desde fines de los sesenta y que me tocó de instructor al igual que otros charros y amigos.

Descanse en paz, don Juan quien murió en Guadalajara el viernes pasado y esa misma tarde fue incinerado su cuerpo. Mario Alberto López Díaz lo arropó los últimos años, en Ciudad Guzmán y ahí, en la cuna de grandes artistas, don Juan recibió el último adiós. Hasta siempre Maestro.

Y hasta la próxima columna, si mi Dios tan Charro no lo remedia.

Comentarios a: zermenobarba@gmail.com
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