Deportes
Desde el lienzo
Por Ricardo Zermeño
Con mi saludo semanal y los mejores deseos, va la entrega del deporte convertido en arte y donde la charrería sigue adelante, porque hay mucho por hacer y ahora el tópico es la coronación de Ana Victoria Zermeño de la Torre como Reina Nacional.
Ahora sí que tuve que escribir temprano esta columna, y es que ayer se me hizo corto el día, con tantas cosas en la cabeza por la coronación de mi hija Ana Victoria. Además de papá orgulloso, hoy tomé la estafeta de adelantarme a los hechos y comentar antes de la noche mágica, los pormenores del día tan esperado.
Es una nueva era, porque como Su Graciosa Majestad, mi hija de 20 años quiere hacer realidad muchos proyectos y que ella dará a conocer pronto en una rueda de prensa.
La de anoche, fue una coronación como nunca antes en la historia de nuestro deporte convertido en arte. Quizás algunos dirán, no mejor, pero sí diferente a todas, porque el programa estaba muy apegado a nuestras tradiciones del ayer, la época antigua, ésa que aún nos hace suspirar.
Noche mágica
Serenata a la usanza charra, ella en un balcón y a la luz de la luna, aunque aquellas de octubre son muy hermosas la de anoche no les pedía nada. El mariachi y sus notas hermosas, escuchar al pregonero y al cilindrero fue otro mundo, además de que el salterio hizo de las suyas.
La serenata robó suspiros, grandes personalidades en la noche mágica y donde las horas se fueron rápido, pero donde las sorpresas también tuvieron su que comentar.
Una serenata a la luz de los cocuyos, presagio de una gran velada y donde se reunió en pleno la gran familia charra, con invitados especiales de diversos puntos del país y otros menos, venidos desde la unión americana.
Ya lo decía la columna anterior, de los sentimientos encontrados e insisto, estas cosas un padre es lo que más puede cacaraquear y eso es lo que hago en esta entrega, bueno mejor dicho, en las tres últimas.
Me hubiera encantado que ese toque mágico de anoche lo hubieran visto mis padres, aunque estoy seguro que desde el cielo lo vivieron con emoción. Aquí sobre la faz de la tierra, fue por el mismo tenor y son de esos sueños hermosos que quisiera uno que fueran eternos.
En esta nueva era que comenzó anoche mismo, quedan poco menos de dos años de trabajo con el actual Consejo Nacional que preside Jaime Castruita Padilla, estoy cierto y seguro que se puede hacer mucho y claro que hay que trascender, aunque el legado que dejó Laura I fue de muchos kilates.
Nuevamente, dejo el correo electrónico de Ana Victoria (ranatoya_5@hotmail.com), para todos los integrantes de la familia charra que quieran contactarla para otros proyectos, porque trabajo hay mucho por hacer y es que esto apenas empieza, aunque se dará prioridad a las personas más necesitadas.
Antes de cerrar esta columna, les hago saber que este fin de semana en una población cercana a Puerto Vallarta, se realizó la segunda fase del Circuito Charro Panamericano y el patrocinador BBVA Bancomer sigue mano a mano con la charrería. En Guadalajara y México se habla mucho de los Juegos Panamericanos de octubre venidero, por eso con ese espíritu la charrería debe apoyar en lo que se pueda.
Comentarios a: zermenobarba@gmail.com
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