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Desde el lienzo
El teatro de la vida
Platicábamos CASAMA y un servidor, mejor dicho componíamos el mundo y entre esas cavilaciones de notas aparecidas en www.expresocharro.com, nos hicieron reflexionar de cuánto vale la vida.
Y me refiero concretamente a mi gran amigo Adalberto Bollaín y Goitia a quien conocemos en el mundo charro como “Beto” Goytia.
Hace algunas semanas llevó a su hijo al dermatólogo y cual va siendo la sorpresa que a él le detectan una grave enfermedad. El trance ha sido difícil y no es para menos, porque de buenas a primeras su vida dio un giro de 360 grados.
Y si dicen que los “dichos de los viejitos son evangelios chiquitos”, me queda la sensación de que la vida nomás la tenemos prestada y cuando alguien muere, decimos que nomás se adelantó en el camino.
La vida entonces podría ser una comedia o mejor dicho una tragicomedia, porque la vida solo se vive una vez y quizás por eso hay que vivirla con intensidad.
Entre humeantes tazas de café y al último unos caballitos derechos de un “fuerte”, nos hicieron a CASAMA y a mi, regresar a la realidad, pero sobre todo nos pusimos de acuerdo para pedir una oración a la gran familia charra por mi GRAN AMIGO “Beto” Goytia.
Pongo las mayúsculas y recalco GRAN AMIGO, porque eso hemos sido muchos años, nuestras familias conviven desde hace mucho y por eso nos llega más lo del amigo enfermo. Los miércoles en la reunión familiar siempre sale a la palestra el tema y nos invade la tristeza, no es para menos.
Lo decía el filósofo de la canción ranchera José Alfredo Jiménez en una de sus gustadas interpretaciones, que si pudiera comprar dos corazones, con gusto lo haría.
Animo “Beto”, la charrería aun te necesita y tu familia que Dios le siga dando la misma fortaleza.
AHORA SIGUE LA ALEGRIA
Después del impasse, cerramos la entrega con la buena noticia de que recién se hizo la Tradicional Subasta del Rancho San Bartolo ahí en El Salto, Jalisco, por el rumbo del Corredor Industrial.
Primero, a nombre de mi familia quiero agradecer que se haya realizado un año más y que nos hayan visitado grandes amigos y amadores del caballo.
Gracias porque se hizo nuevamente con el éxito esperado y nuestra gratitud por su presencia durante los tres días de intensa actividad a nuestros amigos y distinguidos visitantes.
Se dice fácil organizar una subasta y todos los eventos que giran en torno a ella, pero los resultados por demás alentadores, nos hace pensar que el año que viene será doblemente mejor, pleno de satisfacciones personales y sobre todo por atender a los visitantes como se merecen, porque aparte nuestra subasta ya tiene el prestigio que no han podido ganar otras que llevan años y años buscando posesionarse de un lugar.
Por eso al principio de la columna, comentaba que así es la vida, por eso la cara feliz y la cara triste que identifican al teatro, representación que podría ser en tres actos. El primero nacer, el segundo vivir y el tercero morir, aunque no sé si con el final esperado.
Por hoy la dejamos de ese tamaño y seguiremos cabalgando en las parcelas de Dios, mientras el Supremo Caporal no disponga de otra cosa.
Comentarios al columnista:
zermenobarba@yahoo.com.mx
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