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Cotto buscará hablar en el ring ante Mayorga

El puertorriqueño viene con una racha de dos derrotas

LOS ÁNGELES, ESTADOS UNIDOS (12/MAR/2011).- Si las peleas se ganaran con la boca, el  nicaragüense Ricardo Mayorga ya habría derrotado al puertorriqueño Miguel Cotto por nocáut, antes de que ambos se midan hoy en Las Vegas, Nevada, en busca de capturar la misma liebre, el filipino Manny Pacquiao, por diferentes caminos.

Cotto, quien sustenta un récord de 35 victorias y dos derrotas, con 28 nocáuts, hará en la Arena del hotel-casino MGM la primera defensa de su faja Superwelter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).

Luego de caer noqueado en los pesos Welter ante Pacquiao, en noviembre de 2009 en Las Vegas, Cotto regresó a su peso natural de las 154 libras para vencer por nocáut técnico en nueve rounds a Yuri Foreman y hacerse de la corona de la AMB.

Detrás de esta recuperación está el experimentado entrenador Emmanuel Stewart, un miembro del Salón de la Fama del boxeo, que ha guiado las carreras de famosos como Lennox Lewis, Wladimir Klitschko, Evander Holyfield y el mexicano Julio César Chávez, entre otros.

Antes de conocer a Stewart, Cotto había sufrido las dos primeras derrotas de su carrera. La primera se la propinó el mexicano Antonio Margarito, en julio de 2008. Una paliza que motivó la ruptura definitiva con su tío y entrenador de siempre, Evangelista Cotto.

"La gente tiene la percepción de que Cotto quedó muy lastimado después de las peleas con Margarito y Pacquiao, y que ya no es el mismo. Pero la noche del sábado verán a un Cotto diferente", dijo Stewart.

"Su mayor activo será el acondicionamiento físico", añadió, y destacó que en los meses que lleva trabajando con el boricua ha hecho énfasis en dos cosas: "defensa y equilibrio mental".
Con esos dos preceptos, Stewart pretende que Cotto no se deje llevar por su furia ante los improperios que Mayorga le ha endilgado a lo largo de los dos meses de promoción de la pelea.

"No le aguanto ni una más. Ese hombre no respeta nada ni a nadie, pero el sábado le voy a cerrar la boca para siempre", expresó Cotto.

Mayorga (29-7-1, 23 kos) ha estado apegado a su papel de bravucón, fumador de habanos y gran bebedor de cerveza, imagen con la que ha vendido una carrera pugilística llena de colorido y peleas espectaculares.

"A este corderito yo me lo voy a comer el sábado. Estoy listo para noquearlo y lo haré rápido", repite Mayorga una y otra vez.

El nica tendrá en su esquina al entrenador Al Bonnani, quien regresa al campamento de Mayorga, después de guiarle a un inesperado triunfo por nocáut ante el guyanés Andrew Lewis en 2001, pelea en la que conquistó el título mundial Welter AMB y le catapultó a los primeros planos.  

Para cualquiera de los dos, el triunfo le permitiría incluirse en una futura foto con Pacquiao, aunque para Cotto será más difícil que para Mayorga.

Y es que el nica tiene a sus espaldas la sombra del mago Don King, el único que sabe vender humo como si fuera petróleo. Si alguien puede lograr el milagro de poner a Mayorga contra Pacquiao, ese es, sin duda, el hombre de los pelos parados.
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