Deportes
Corrida para el olvido, sólo hubo bostezos
Lamentable la entrada en la Plaza México. También los resultados de la décimo sexta corrida de la Temporada Grande
Estaban en la octava fila del primer tendido de sombra. La mujer recargaba su cabeza en el hombro de él. Dormían plácidamente. Seguramente soñaban en algo muy distinto a estar ahí, congelándose y sin motivos para la emoción.
De pronto, desaparecieron. Se fueron abrazados. En el día de San Valentín, bien pudieron tomar otra senda hasta encontrar mejor cobijo para su amor.
Lamentable la entrada en la Plaza México. También los resultados de la décimo sexta corrida de la Temporada Grande. Se lidiaron toros de Xajay. Bien presentados, con peligro. Difíciles sus embestidas. Necesitaban toreros poderosos, con camino recorrido. Pero en el cartel estuvieron Fernando Ochoa, el francés Juan Bautista y Pepe López, como el primer espada.
Así es esto del toreo. Muchos son los que quieren ser matadores, pocos lo logran, y de ellos sólo unos cuantos, se conspiran como figuras.
Fernando Ochoa pasó de ser promesa a un torero que simplemente no puede consolidarse.
Se pensaba que este domingo Pepe López, en su reaparición estaría más maduro, más asentado. Tuvo detalles, pero nada más.
Juan Bautista en sus tres toros, ¡porque regaló uno! manifestó gracia, buen gusto con el capote. Excelentes sus verónicas. Con la muleta se puso cerca, intentó y consiguió jalar a los bureles, entos los naturales y los derechazos.
Sin embargo, sobre todo en el séptimo de la tarde, como que quedó a deber. El público le animaba, le pedía que siguiera. Pero no sucedió nada.
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