Deportes
Comienzan los festejos del Super Bowl XLIV
Afuera de las instalaciones del Estadio Sun Life de Miami, la multitud de aficionados se vuelve más grande previo al partido entre Potros vs Santos
Santos de Nueva Orleans y los Potros de Indianápolis, quienes disputarán el
Super Tazón XLIV.
Las cuatro avenidas que rodean la casa de los Delfines de Miami, se inundaron de los fanáticos de ambas franquicias y de los miembros de seguridad, que controlaron perfectamente el arribo de la multitud.
Cada aficionado y miembro de los medios de comunicación, tenía que librar por lo menos tres filtros para poder accesar a sus respectivos lugares y áreas de trabajo, respectivamente.
Los jugadores de ambos equipos llegaron al inmueble, por la avenida Dan Marino de forma separada, en camionetas blindadas que estaban acompañadas por una escolta de motociclistas de la policía.
Los aficionados de Nueva Orleans querían tomar la delantera sobre los de Indianapolis, desde antes del kickoff, presumiendo a los fanáticos más ruidosos y a las mujeres más bellas.
Sin embargo, los hombres y mujeres de jersey azul y blanco no se quedaron atrás, al pasear por los accesos del inmueble de la Florida a los seres humanos más estrafalarios, que tenían pintadas en su cabeza los colores de los Potros y el nombre de Peyton Manning.
Tres dirigibles y por lo menos dos helicópteros de la policía sobrevolaban el escenario, donde se definirá al nuevo campeón de la NFL, en tanto, los aficionados ingresaban al recinto no sin antes recibir propuestas de entradas, por parte de innumerables revendedores.
Es cierto que el Super Bowl XLIV, se definirá en el emparrillado, pero por lo menos antes de la patada inicial, la balanza se inclinó en favor de los aficionados de Nueva Orleans, acaso por ser la primera vez que asisten a esta clase de eventos.
MIAMI, FLORIDA.- La mayor fiesta deportiva de los Estados Unidos se comenzó a vivir en las inmediaciones del Sun Life Stadium, desde tres horas antes de la patada inicial, con el desfile de los aficionados de los
Las cuatro avenidas que rodean la casa de los Delfines de Miami, se inundaron de los fanáticos de ambas franquicias y de los miembros de seguridad, que controlaron perfectamente el arribo de la multitud.
Cada aficionado y miembro de los medios de comunicación, tenía que librar por lo menos tres filtros para poder accesar a sus respectivos lugares y áreas de trabajo, respectivamente.
Los jugadores de ambos equipos llegaron al inmueble, por la avenida Dan Marino de forma separada, en camionetas blindadas que estaban acompañadas por una escolta de motociclistas de la policía.
Los aficionados de Nueva Orleans querían tomar la delantera sobre los de Indianapolis, desde antes del kickoff, presumiendo a los fanáticos más ruidosos y a las mujeres más bellas.
Sin embargo, los hombres y mujeres de jersey azul y blanco no se quedaron atrás, al pasear por los accesos del inmueble de la Florida a los seres humanos más estrafalarios, que tenían pintadas en su cabeza los colores de los Potros y el nombre de Peyton Manning.
Tres dirigibles y por lo menos dos helicópteros de la policía sobrevolaban el escenario, donde se definirá al nuevo campeón de la NFL, en tanto, los aficionados ingresaban al recinto no sin antes recibir propuestas de entradas, por parte de innumerables revendedores.
Es cierto que el Super Bowl XLIV, se definirá en el emparrillado, pero por lo menos antes de la patada inicial, la balanza se inclinó en favor de los aficionados de Nueva Orleans, acaso por ser la primera vez que asisten a esta clase de eventos.
Síguenos en