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Chivas apunta a su primer lleno en la temporada

El Guadalajara vuelve a encontrar el cariño de su gente ya que se espera una gran entrada en el recinto de Periférico Poniente

GUADALAJARA, JALISCO (10/MAR/2012).- Bastaron dos partidos con victoria y la visita de un grande para que Chivas vuelva a convocar a su gente al Estadio Omnilife.

Para esta tarde se prevé un lleno en el inmueble de El Bajío para el juego Chivas vs. Cruz Azul, en lo que sería apenas el quinto lleno del estadio desde su inauguración en julio de 2010.

Esta semana, las taquillas de la sede rojiblanca, acostumbradas a la soledad, recibieron la visita de miles de fanáticos. El jueves se reportaron grandes filas por la mañana, mientras que ayer hubo movimiento, aunque sin aglomeraciones. Eso sí, este viernes, quienes llegaban a solicitar más de seis boletos de la parte alta se llevaban la sorpresa de que estaban disponibles, pero dispersos. Para las 16:00 horas, encargados del boletaje informaron que se habían agotado las entradas para la parte alta y quedaban pocos lugares en la zona baja.

“Tiene que ser un partidazo; los dos equipos vienen de ganar”, dijo Noé Ochoa, un ingeniero en sistemas que se había escapado del trabajo para comprar boletos de la zona baja del estadio.

El Guadalajara llega al encuentro tras dos victorias consecutivas, luego de un arranque de pesadilla que lo tuvo como sotanero general hasta la jornada anterior; además de que será el último partido de algunos futbolistas que luego del encuentro partirán con la Selección Mexicana preolímpica para buscar el pase a Londres 2012.

Aparece la reventa

Por otra parte, se detectó que gran parte del boletaje lo acaparó la reventa. Las entradas de 70 pesos en taquilla se cotizaban en 200, mientras que las de 100 estaban en 250.

Paradójicamente, los boletos de la zona baja, de 350 pesos, costaban en la reventa 300. “Es que esos los conseguimos de cortesía”, explicó un revendedor. El mercado negro del boletaje, por cierto, se ubicaba a unos cuantos metros de las taquillas del estadio y vendían con toda calma, pues ni inspectores ni policías aparecieron.
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