Deportes
''Cheto'' Leaño se despide de las canchas
En el marco del adiós del club universitario, el capitán del equipo anuncia su retiro como jugador
ZAPOPAN, JALISCO (28/ABR/2012).- Un niño sollozando, ahogado en sus propias lágrimas. Eso era Juan Carlos Leaño al ingresar al vestidor tras el silbatazo final.
Previamente se había derrumbado en cuanto terminó el partido ante Querétaro. Agradeció a la tribuna principal, ahí donde en lo alto está el palco de su padre. Como nunca, la afición se le entregó, lo cual sólo trajo como consecuencias más lágrimas.
Casi una hora después de ese episodio, llegó un momento que había guardado con mucho recelo. En la sala de prensa del club, acompañado de sus hijos, su esposa, su hermano mayor, su madre, su padre y su tío Carlos Leaño, Juan Carlos, tras leer una carta, se retiró del futbol profesional. “Sí, es complicado decirlo, llegó el momento en el que tengo que dedicarme a disfrutar a esta familia a la que le debo tanto tiempo. Ahora a pensar en el proyecto de Tecos en Liga de Ascenso”.
El zaguero explicó su sentir al escuchar el silbatazo final. “Lo único que pensé es que se acababa una etapa muy importante en mi vida, fueron 17 años de vivir a tope esto, de entregarme a este suelo, ahora cambia totalmente mi vida. Tengo un compromiso con mi papá en hacer este proyecto, presentarlo, hacerlo integral y será el consejo universitario el que decida si es viable”.
El “Cheto” dejó en claro que con el descenso, Estudiantes Tecos no desaparece. “El equipo no desaparece, yo estoy armando este nuevo proyecto, quiero que sea un proyecto muy fuerte, sé que es muy complicado, lo hemos visto con equipos que tienen muchos años ahí, pero el sello de la Autónoma de Guadalajara siempre será luchar hasta el final, porque esto se creó de la nada y hoy, con tantos recursos tenemos que hacer un esfuerzo. Es un compromiso que tengo muy claro con la institución, con mi padre, entonces hay que cumplirlo por más difícil que sea”.
Leaño reconoció le faltaron dos metas en su carrera de jugador. “Siempre habrá metas más altas, me faltó cumplir un par de objetivos, pero me voy tranquilo. Si no pude ser campeón y llegar a la selección fue por muchas circunstancias, pero no me arrepiento de nada”.
FRASE
"No pasé desapercibido y eso me deja tranquilo, las críticas me ayudaron a forjar mi carácter "
Juan Carlos Leaño,
capitán de Tecos.
EL COLOR EN EL TRES DE MARZO
Aficionados acuden al "sepelio" de los Tecos
La última vez que el Estadio Tres de Marzo completó aforo fue para la misa de bienvenida del nuevo Arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, el 7 de febrero. Desde entonces, este estadio localizado al Poniente de la ciudad sólo ha servido para alargar la agonía de un equipo que anoche se fue a la Liga de Ascenso.
Cuatro días antes de aquel evento, Estudiantes Tecos se vio las caras con el Atlas. La tarde del 3 de febrero el cuadro de los Leaño dejó ir la victoria y con ello prácticamente la categoría.
“Hoy jugamos por orgullo, porque somos poquitos pero fieles”, dice don Mateo, un hombre que recuerda los buenos ratos de Tecos.
En el ambiente lo que se respiró durante los 90 minutos es ese aroma que llega cuando todo está echado a perder. Los casi 18 mil aficionados llegaron al estadio para ser parte de la historia, y decir: yo fui al estadio cuando Estudiantes dejó de ser de Primera División.
Luis Alberto González Ortega es uno de los comerciantes que vende frituras a las afueras del estadio. No se ve preocupado, toma el descenso con optimismo: “Sirve que vienen nuevas generaciones, se abaratan los precios y esos partidos con la UdeG se van a poner buenos”.
Minutos antes de comenzar el partido, el dueño de Estudiantes, Antonio Leaño, dio una vuelta por las instalaciones. En uno de los puestos aledaños, la señora Socorro Fuentes le dijo al directivo que tenía confianza en que pronto regresaría el equipo a Primera. Luego le comentó “Licenciado, ahorita vinieron a entrevistarme y me preguntaron que quién era mi jugador favorito y ¿adivine quién les dije? Pues el ‘Cheto’, nuestro ‘Cheto’”. Leaño la tomó de los brazos y le sonrió.
En la tribuna la batucada trataba de animar a los aficionados, aunque el partido no daba para mucho.
Ya en el medio tiempo, después de que las porristas se acostaran sobre el césped formando la palabra “Tecos”, se proyectó un video en las pantallas donde se relataba la historia de este equipo. Su palmarés y luego, ya en media cancha, unos niños soltaron globos al cielo. El aplauso sobrevino a las lágrimas de aficionados que recordaron el campeonato, las finales, los problemas económicos y los constantes cambios de entrenadores.
El Tres de Marzo ha dejado de ser un estadio de futbol de Primera División. Pero sólo eso. En honor a la verdad se debe decir desde 2005, el estadio dio muchas alegrías y pasiones desbordadas: cuando vino a cantar Lady Gaga, Coldplay, Jonas Brothers, Maná, Britney Spears, Shakira y Metallica.
Se fue un equipo de Primera, pero los aficionados ganaron un clásico universitario en la Liga de Ascenso.
Previamente se había derrumbado en cuanto terminó el partido ante Querétaro. Agradeció a la tribuna principal, ahí donde en lo alto está el palco de su padre. Como nunca, la afición se le entregó, lo cual sólo trajo como consecuencias más lágrimas.
Casi una hora después de ese episodio, llegó un momento que había guardado con mucho recelo. En la sala de prensa del club, acompañado de sus hijos, su esposa, su hermano mayor, su madre, su padre y su tío Carlos Leaño, Juan Carlos, tras leer una carta, se retiró del futbol profesional. “Sí, es complicado decirlo, llegó el momento en el que tengo que dedicarme a disfrutar a esta familia a la que le debo tanto tiempo. Ahora a pensar en el proyecto de Tecos en Liga de Ascenso”.
El zaguero explicó su sentir al escuchar el silbatazo final. “Lo único que pensé es que se acababa una etapa muy importante en mi vida, fueron 17 años de vivir a tope esto, de entregarme a este suelo, ahora cambia totalmente mi vida. Tengo un compromiso con mi papá en hacer este proyecto, presentarlo, hacerlo integral y será el consejo universitario el que decida si es viable”.
El “Cheto” dejó en claro que con el descenso, Estudiantes Tecos no desaparece. “El equipo no desaparece, yo estoy armando este nuevo proyecto, quiero que sea un proyecto muy fuerte, sé que es muy complicado, lo hemos visto con equipos que tienen muchos años ahí, pero el sello de la Autónoma de Guadalajara siempre será luchar hasta el final, porque esto se creó de la nada y hoy, con tantos recursos tenemos que hacer un esfuerzo. Es un compromiso que tengo muy claro con la institución, con mi padre, entonces hay que cumplirlo por más difícil que sea”.
Leaño reconoció le faltaron dos metas en su carrera de jugador. “Siempre habrá metas más altas, me faltó cumplir un par de objetivos, pero me voy tranquilo. Si no pude ser campeón y llegar a la selección fue por muchas circunstancias, pero no me arrepiento de nada”.
FRASE
"No pasé desapercibido y eso me deja tranquilo, las críticas me ayudaron a forjar mi carácter "
Juan Carlos Leaño,
capitán de Tecos.
EL COLOR EN EL TRES DE MARZO
Aficionados acuden al "sepelio" de los Tecos
La última vez que el Estadio Tres de Marzo completó aforo fue para la misa de bienvenida del nuevo Arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, el 7 de febrero. Desde entonces, este estadio localizado al Poniente de la ciudad sólo ha servido para alargar la agonía de un equipo que anoche se fue a la Liga de Ascenso.
Cuatro días antes de aquel evento, Estudiantes Tecos se vio las caras con el Atlas. La tarde del 3 de febrero el cuadro de los Leaño dejó ir la victoria y con ello prácticamente la categoría.
“Hoy jugamos por orgullo, porque somos poquitos pero fieles”, dice don Mateo, un hombre que recuerda los buenos ratos de Tecos.
En el ambiente lo que se respiró durante los 90 minutos es ese aroma que llega cuando todo está echado a perder. Los casi 18 mil aficionados llegaron al estadio para ser parte de la historia, y decir: yo fui al estadio cuando Estudiantes dejó de ser de Primera División.
Luis Alberto González Ortega es uno de los comerciantes que vende frituras a las afueras del estadio. No se ve preocupado, toma el descenso con optimismo: “Sirve que vienen nuevas generaciones, se abaratan los precios y esos partidos con la UdeG se van a poner buenos”.
Minutos antes de comenzar el partido, el dueño de Estudiantes, Antonio Leaño, dio una vuelta por las instalaciones. En uno de los puestos aledaños, la señora Socorro Fuentes le dijo al directivo que tenía confianza en que pronto regresaría el equipo a Primera. Luego le comentó “Licenciado, ahorita vinieron a entrevistarme y me preguntaron que quién era mi jugador favorito y ¿adivine quién les dije? Pues el ‘Cheto’, nuestro ‘Cheto’”. Leaño la tomó de los brazos y le sonrió.
En la tribuna la batucada trataba de animar a los aficionados, aunque el partido no daba para mucho.
Ya en el medio tiempo, después de que las porristas se acostaran sobre el césped formando la palabra “Tecos”, se proyectó un video en las pantallas donde se relataba la historia de este equipo. Su palmarés y luego, ya en media cancha, unos niños soltaron globos al cielo. El aplauso sobrevino a las lágrimas de aficionados que recordaron el campeonato, las finales, los problemas económicos y los constantes cambios de entrenadores.
El Tres de Marzo ha dejado de ser un estadio de futbol de Primera División. Pero sólo eso. En honor a la verdad se debe decir desde 2005, el estadio dio muchas alegrías y pasiones desbordadas: cuando vino a cantar Lady Gaga, Coldplay, Jonas Brothers, Maná, Britney Spears, Shakira y Metallica.
Se fue un equipo de Primera, pero los aficionados ganaron un clásico universitario en la Liga de Ascenso.
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