Charrería, una práctica en aumento
Cada vez tiene más adeptos y prueba de ello son los torneos que, incluso, tienen convocatoria internacional
GUADALAJARA, JALISCO (28/SEP/2016).- Para ellos el caballo es su mejor amigo, el lienzo es su hogar y el atuendo es su instrumento de trabajo. La charrería, práctica histórica de origen campirano y considerado como el “Más mexicano de todos los deportes” ha crecido considerablemente, pasando de ser una actividad que representa la esencia de la mexicanidad a nivel internacional hasta convertirse en una práctica profesional en la que participan miles de personas en todo el país.
De acuerdo con expertos en este tema como José “Pepe” Martínez, esta actividad se ha adentrado en el profesionalismo y eso ha elevado mucho el nivel de quienes lo practican, ya que basta con mirar el número de equipos y asociaciones charras que día con día son creadas a nivel nacional.
Actualmente, la Unión de Asociaciones de Charros de Jalisco cuenta con 90 equipos de nivel amateur y profesional. De igual manera, en el Estado existe un aproximado de 150 lienzos para la práctica de esta disciplina. Hace un lustro, apenas había 70 equipos registrados. Otro dato que ilustra el crecimiento de la charrería es que pasaron de 600 a mil las asociaciones charras a nivel nacional en 15 años.
“El nivel deportivo es extraordinario, al grado de que pudiéramos hablar de niveles de perfección. La charrería como deporte se ha concentrado en darle una atención especial a la práctica deportiva. Lo han reglamentado de tal manera que ahora ya es hasta complicado estar en una charreada, porque los jueces ya deben estar muy calificados y deben estar modificando el reglamento para poder juzgar mejor”.
Según Martínez, el número de equipos ha aumentado hasta llevar a la Federación Mexicana de Charrería a crear categorías de competencia. Sin embargo, no todo es “miel sobre hojuelas”, ya que desde su punto de vista faltan muchos detalles para que en las competencias charras no exista la desigualdad.
“Día con día se forman más asociaciones, el número de equipos ha aumentado, incluso ya hay categorías de Triple A y Doble A. El detalle aquí es que en un campeonato o congreso nacional se revuelven las categorías y la Federación no ha hecho nada para evitar esta desigualdad. Debería haber campeonatos amateur y campeonatos profesionales”.
Torneos nacionales como el Congreso Nacional Charro, el Circuito Excelencia Charra o el Torneo Millonario hablan del crecimiento que la charrería ha tenido en el territorio nacional, ya que anteriormente eran pocos los equipos que participaban en competencias nacionales, mientras que ahora existen estos certámenes que llegan a albergar hasta más de 40 equipos, mientras que en varios congresos nacionales se ha contado con la presencia de hasta 270 conjuntos de todos los estados de la República y de Estados Unidos.
Para Don Pepe, quien comenzó de lleno en el ámbito de la charrería a la edad de 16 años y que ahora pertenece al equipo de charros de la Hacienda de Santa María del Valle, ninguna suerte charra es fácil.
Con la experiencia que los años dentro del redondel le han brindado, asegura que cada faena tiene su dificultad y su grado de riesgo, mismo que va desde una ligera lesión, hasta la muerte, por lo que esta actividad deberá llevarse a cabo con toda la responsabilidad y disciplina posible.
“Todas las suertes y faenas de la charrería implican riesgos, ninguna es fácil, pero ahí es donde la destreza y habilidad del charro la hacen menos riesgosa. Desde la cala de caballo hasta el paso de la muerte tienen su dificultad, cada una con cierto grado. La suerte que yo he practicado mucho son los piales en el lienzo, son riesgosos, pero nunca he visto que nadie muera por realizarlos, sin embargo sí lo he visto en el paso de la muerte o en el jineteo”.
Escaramuzas, pieza imprescindible
Al hablar de la charrería es imposible no pensar en las escaramuzas. Esas valientes mujeres que domingo a domingo engalanan los lienzos con su valor y elegancia a la hora de montar.
Fue en 1925 cuando las mujeres dejaron de ser simples espectadoras del “Deporte más mexicano” para entrar de lleno en las competencias charras. Doce años más tarde, la diseñadora Rosita Lepe fue quien creó el peculiar atuendo que caracteriza a estas mujeres, además de haber ideado la silla de montar que hasta la fecha es utilizada por las amazonas en las competencias charras.
Para Ana María Moreno Zermeño, quien es parte del equipo Alteñitas de Guadalajara, formar parte de este conjunto de escaramuzas reconocido a nivel nacional ha sido un orgullo, ya que su gusto por montar nació a corta edad, y desde hace 14 años ha recorrido gran parte del país con este equipo.
“Tengo 14 años compitiendo, aunque la escaramuza de las Alteñitas tiene 45 años de existir. Nunca decidí ser escaramuza, nacimos en este ambiente, fue lo primero que conocimos, lo primero que nos enseñaron y nos gustó”, comentó.
Debido a los riesgos que existen en esta actividad, Moreno Zermeño asegura que el compromiso, la responsabilidad y la disciplina deberán ser las principales virtudes de una escaramuza.
“Para estar en el equipo se necesita mucho compromiso y mucha responsabilidad. Debe existir compromiso de parte de las ocho mujeres que forman un equipo, porque un entrenamiento no se puede realizar sin ocho integrantes, entonces es complicado encontrar a integrantes que tengan la disponibilidad, ganas y presupuesto para formar un equipo”.
Desde un caballo noble, hasta obedecer las órdenes de la capitana del equipo, son para Ana María Guerrero el secreto para que el equipo Alteñitas luzca cada que sale a escena en el lienzo y tenga éxito a nivel local y nacional.
¡CONOCE LAS SUERTES CHARRAS!
• Cala de Caballo
Esta suerte consiste en demostrar la educación del caballo. El jinete lleva al caballo a toda velocidad hacia el centro del ruedo para luego frenar el paso del animal y rayar con los cuartos o patas traseras, esto sin salirse del cuadro previamente marcado.
• Piales en el lienzo
Los piales en el lienzo se realizan a caballo en el partidero o manga de salida del lienzo charro y consisten en lazar a una yegua de las patas traseras y al mismo tiempo atar el lazo a la cabeza de la silla de montar hasta detener la carrera del animal.
• Coleadero
Se realiza desde el fondo del partidero y consiste en derribar a un novillo tomándolo de la cola. El charro aguarda la salida del novillo a toda velocidad y emprende la carrera en paralelo para luego tomar de la cola y enredarla en su pie derecho para luego derribar al animal antes de que recorra 60 metros.
• Escaramuza
En esta suerte charra la mujer participa activamente con un conjunto de ejercicios ecuestres realizados a galope por un grupo de ocho integrantes, vestidas de charras o de adelitas
• Jineteada de toro
Consiste en montar a un toro bravo, sosteniéndose únicamente con los pies y con una sola mano hasta que el animal deje de reparar.
• Terna en el ruedo
La terna en el ruedo es realizada por un conjunto de tres charros que entra al ruedo a dominar un toro con sus reatas, lazando de la cabeza y las patas traseras hasta dominar al animal.
• Jineteada de yegua
Al igual que en la jineteada del toro, el jinete deberá permanecer en los lomos del animal y aguantar todos los reparos sin caer hasta controlarlo.
• Manganas a pie
Las manganas a pie se basan en ejecutar el arte del floreo de reata, lazar a una yegua por las manos corriendo alrededor del ruedo y culminar derribándole.
• Manganas a caballo
El charro ejecuta el floreo de reata montado en su caballo y derriba al animal al atar el lazo en la cabeza de la silla.
• Paso de la muerte
Considerada como la suerte más complicada de todas. En el paso de la muerte, el charro salta de un caballo manso al lomo de una yegua bruta. Todo esto, cuando ambos animales van a toda velocidad.
• Charro completo
En esta suerte un solo charro realiza las suertes de cala de caballo, manganas a pie, manganas a caballo, coleadero, piales en el lienzo, jinetada de toro y el paso de la muerte.
VESTIMENTA
Atuendo de Etiqueta. Esta vestimenta está destinada para eventos nocturnos o ceremoniales. Las únicas ocasiones en las que se puede utilizar de día es en bodas o funerales, en éste último la botonadura deberá cubrirse con velo negro.
• El sombrero es de pelo blanco, negro o gris y deberá tener galón o bordado de oro y plata.
• Todas las prendas serán de paño negro, la chaqueta deberá tener botonadura de plata con tres y hasta seis mancuernas en cada manga, mientras que el pantalón podrá llevar hasta 36 botones en cada lado, haciendo juego con el color y la botonadura de la chaqueta y el chaleco.
• Los botines son estilo charro, lisos de una sola pieza y en color negro.
Atuendo de Faena. Este traje es el más utilizado en las competencias de charrería y consta de sombrero de palma, trigo o fieltro.
• Además de camisa, pantalón con aletón, saco de tela o gamuza sin adornos y en tonalidades de color café, bayo o gris. El corbatín que el charro debe portar en este atuendo será un moño colgante estilo mariposa.
Atuendo de Media Gala. Este atuendo también puede ser utilizado en competencias, pero en menor medida.
• Consta de sombrero de fieltro adornado con chapetas de plata, además de camisa de cuello volteado, pantalón con adorno de gamuza en los costados, chaqueta de gamuza o casimir con tres presillas en cada manga y broche lujoso en el pecho. El corbatín de este atuendo deberá combinar perfectamente con los colores de los demás componentes.
Atuendo de Gala. Este atuendo puede utilizarse a caballo, pero en ningún momento para las competencias.
• Se sugiere que sea de color gris, azul oscuro, negro o sus variantes incluyendo la gamuza. El sombrero deberá ser galoneado y las botonaduras deberán estar hechas de plata u oro, llevándolas en los costados del pantalón desde la cintura hasta el tobillo.
• Los botones deberán ser discretos, pero finos, mientras que los botines son lisos de una sola pieza.