Deportes
Brasil 2016 será la prueba de fuego
A seis años para las Olimpiadas en tierras sudamericanas, México debe superar los temores que estancan al deporte de alto rendimiento
GUADALAJARA, JALISCO (05/NOV/2010).- México es un país que cuenta con una infraestructura envidiable para el desempeño y desarrollo del deporte en comparación con el resto de países de América Latina. Muchas de sus instalaciones son de vanguardia, y además se cuenta con entrenadores de alto nivel para pulir a los mejores atletas.
Pero cuando se observan los resultados en los 21 Juegos Olímpicos en los que ha participado, surgen las grandes interrogantes de por qué el deporte de alto rendimiento no ha avanzado en más de un siglo.
Desde su primera aparición en la Olimpiada de 1900 a la de Pekín 2008, México ha cosechado 55 medallas, ocupando el sitio 43 de 222 países participantes.
Su mejor momento lo vivió al ser anfitrión del certamen en 1968 al conquistar nueve preseas, pero en las justas posteriores cayó una vez más en un pobre rendimiento.
Y otra gran pregunta es qué sucede con los atletas mexicanos que en Juegos Panamericanos, Centroamericanos y Olimpiadas Nacionales se muestran competitivos, que al llegar a la prueba de fuego se muestran débiles.
En los recientes once años, Jalisco ha destacado de manera impresionante en las Olimpiadas Nacionales al estar a la cabeza del medallero muy por encima de potencias como el Distrito Federal y Nuevo León. A un año de los Juegos Panamericanos en Guadalajara se espera mucho de ellos.
Distintos entrenadores del Consejo Estatal para el Fomento Deportivo y el Apoyo a la Juventud (Code Jalisco) explican desde su experiencia qué pasa en el proceso de un atleta mexicano que pretende llegar a la gloria máxima para inscribir su nombre a lado de leyendas como Jesse Owens, Mark Spitz, Carl Lewis, y Nadia Comanecci, entre otros.
La prueba definitiva de toda la estructura elaborada en Jalisco desde 1999 será en las Olimpiadas de Brasil 2016, según pronostica Fernando Ortega Ramos, director de Alto Rendimiento del Code Jalisco. Mientras tanto, seguirán luchando contra los viejos fantasmas que rondan al atleta mexicano.
Procesos truncados
Fernando Ortega compara el camino de un atleta con el de un estudiante que da sus primeros pasos desde el preescolar hasta obtener un doctorado.
“Yo te podría comparar por qué algunos llegan a ser doctores o maestros desde el punto de vista académico y otros no, o por qué algunos llegan sólo hasta preparatoria o a secundaria. Cada una de estas etapas pasa por muchos años, los teóricos establecen entre los cuatro y 16 años, en dependencia de muchos factores, entre ellos el tipo de deporte, de las características propias del atleta, hay quien avanza o reprueba la primaria o quien avanza más rápido a secundaria sin necesidad de talento o de asimilar carga de entrenamiento. Cuando le sumas los efectos para llegar a una etapa de resultados tienes que contar con una base de cuatro, doce y 16 años de formación”.
El proceso también puede compararse con la construcción de un edificio, en el que si no hay los cimientos requeridos, con un material o pieza que falte, tarde o temprano dicha ausencia se notará y cobrará una alta factura.
“Tiene que ver con las características del deporte porque cada uno tiene particularidades que cumple con determinados conocimientos, el atleta tiene que desarrollar una serie de componentes que forma parte de su preparación como es la teórica en la que debe conocer su deporte y tener un desarrollo de su parte física que son la fuerza, la velocidad, resistencia para que llegues a tener resultados. También están las capacidades coordinativas en la que es importante el sistema nervioso central como lo es el equilibrio y que si no las desarrollas en la infancia después no pueden ser desarrolladas porque madura el sistema nervioso y ya no lo acepta. Hay deportes que son altamente coordinativos como la gimnasia, los clavados y se tiene que trabajar desde muy pequeños.
Cuando incumples o dejas lagunas en el conocimiento de esto, te aleja o te limita las posibilidades de que puedas lograr altos resultados deportivos. Por ejemplo, tú no vas a ver un campeón de gimnasia olímpica de 25 años porque es un deporte de estimulación temprana, desde los cinco años”.
Y es aquí donde México choca con barreras impuestas por una cultura añeja de empezar a la mitad del camino.
“En nuestro país es muy difícil que el niño empiece a temprana edad por un fenómeno cultural, porque los niños quieren llegar a practicar deporte a partir de los diez o doce años, y a esa edad ya perdiste una base de trabajo que te limita las posibilidades de llegar a lo más alto”.
Las benditas tentaciones
Otra de las batallas que debe librar un atleta es que luego de obtener sus primeras victorias, no deslumbrarse con las luces del éxito y otros factores que van minando la posibilidad de que en México se pueda perpetuar ese talento.
“Un atleta vive los mismos factores que un adolescente que quiere ir a una fiesta. El fenómeno se vuelve más complejo cuando el chavo ya ganó algo porque empieza a salir en la tele, cree que su entrenador no lo merece, que sabe más que él porque ya es un ídolo de la familia, porque cree que le tienes que sacar una alfombra roja cuando pasa, así que la estrellitis es un fenómeno de este país. Y hay que decirlo: ninguno de los que es referente (en Juegos Olímpicos) ha sido el mejor de todos los tiempos del mundo, o sea un tipo que haya marcado la historia, o sea sí hemos tocado esa zona, hemos dado resultados efímeros, pero quién ha repetido de un ciclo olímpico a otro”.
Faltan seis años para los Juegos Olímpicos de Brasil, y uno para los Panamericanos de Guadalajara, ambos con sus diferencias, pero en los que Jalisco espera superar los miedos sembrados desde hace más de un siglo.
FRASE
“El aspecto fundamental es que nos está golpeando el aspecto psicológico, tenemos atletas que creemos que son los mejores del país y que están bien preparados, pero a la hora de la competencia nos fallan ”
Alfonso Cárdenas,
Jefe de los entrenadores de la Selección Jalisco de Judo
Pero cuando se observan los resultados en los 21 Juegos Olímpicos en los que ha participado, surgen las grandes interrogantes de por qué el deporte de alto rendimiento no ha avanzado en más de un siglo.
Desde su primera aparición en la Olimpiada de 1900 a la de Pekín 2008, México ha cosechado 55 medallas, ocupando el sitio 43 de 222 países participantes.
Su mejor momento lo vivió al ser anfitrión del certamen en 1968 al conquistar nueve preseas, pero en las justas posteriores cayó una vez más en un pobre rendimiento.
Y otra gran pregunta es qué sucede con los atletas mexicanos que en Juegos Panamericanos, Centroamericanos y Olimpiadas Nacionales se muestran competitivos, que al llegar a la prueba de fuego se muestran débiles.
En los recientes once años, Jalisco ha destacado de manera impresionante en las Olimpiadas Nacionales al estar a la cabeza del medallero muy por encima de potencias como el Distrito Federal y Nuevo León. A un año de los Juegos Panamericanos en Guadalajara se espera mucho de ellos.
Distintos entrenadores del Consejo Estatal para el Fomento Deportivo y el Apoyo a la Juventud (Code Jalisco) explican desde su experiencia qué pasa en el proceso de un atleta mexicano que pretende llegar a la gloria máxima para inscribir su nombre a lado de leyendas como Jesse Owens, Mark Spitz, Carl Lewis, y Nadia Comanecci, entre otros.
La prueba definitiva de toda la estructura elaborada en Jalisco desde 1999 será en las Olimpiadas de Brasil 2016, según pronostica Fernando Ortega Ramos, director de Alto Rendimiento del Code Jalisco. Mientras tanto, seguirán luchando contra los viejos fantasmas que rondan al atleta mexicano.
Procesos truncados
Fernando Ortega compara el camino de un atleta con el de un estudiante que da sus primeros pasos desde el preescolar hasta obtener un doctorado.
“Yo te podría comparar por qué algunos llegan a ser doctores o maestros desde el punto de vista académico y otros no, o por qué algunos llegan sólo hasta preparatoria o a secundaria. Cada una de estas etapas pasa por muchos años, los teóricos establecen entre los cuatro y 16 años, en dependencia de muchos factores, entre ellos el tipo de deporte, de las características propias del atleta, hay quien avanza o reprueba la primaria o quien avanza más rápido a secundaria sin necesidad de talento o de asimilar carga de entrenamiento. Cuando le sumas los efectos para llegar a una etapa de resultados tienes que contar con una base de cuatro, doce y 16 años de formación”.
El proceso también puede compararse con la construcción de un edificio, en el que si no hay los cimientos requeridos, con un material o pieza que falte, tarde o temprano dicha ausencia se notará y cobrará una alta factura.
“Tiene que ver con las características del deporte porque cada uno tiene particularidades que cumple con determinados conocimientos, el atleta tiene que desarrollar una serie de componentes que forma parte de su preparación como es la teórica en la que debe conocer su deporte y tener un desarrollo de su parte física que son la fuerza, la velocidad, resistencia para que llegues a tener resultados. También están las capacidades coordinativas en la que es importante el sistema nervioso central como lo es el equilibrio y que si no las desarrollas en la infancia después no pueden ser desarrolladas porque madura el sistema nervioso y ya no lo acepta. Hay deportes que son altamente coordinativos como la gimnasia, los clavados y se tiene que trabajar desde muy pequeños.
Cuando incumples o dejas lagunas en el conocimiento de esto, te aleja o te limita las posibilidades de que puedas lograr altos resultados deportivos. Por ejemplo, tú no vas a ver un campeón de gimnasia olímpica de 25 años porque es un deporte de estimulación temprana, desde los cinco años”.
Y es aquí donde México choca con barreras impuestas por una cultura añeja de empezar a la mitad del camino.
“En nuestro país es muy difícil que el niño empiece a temprana edad por un fenómeno cultural, porque los niños quieren llegar a practicar deporte a partir de los diez o doce años, y a esa edad ya perdiste una base de trabajo que te limita las posibilidades de llegar a lo más alto”.
Las benditas tentaciones
Otra de las batallas que debe librar un atleta es que luego de obtener sus primeras victorias, no deslumbrarse con las luces del éxito y otros factores que van minando la posibilidad de que en México se pueda perpetuar ese talento.
“Un atleta vive los mismos factores que un adolescente que quiere ir a una fiesta. El fenómeno se vuelve más complejo cuando el chavo ya ganó algo porque empieza a salir en la tele, cree que su entrenador no lo merece, que sabe más que él porque ya es un ídolo de la familia, porque cree que le tienes que sacar una alfombra roja cuando pasa, así que la estrellitis es un fenómeno de este país. Y hay que decirlo: ninguno de los que es referente (en Juegos Olímpicos) ha sido el mejor de todos los tiempos del mundo, o sea un tipo que haya marcado la historia, o sea sí hemos tocado esa zona, hemos dado resultados efímeros, pero quién ha repetido de un ciclo olímpico a otro”.
Faltan seis años para los Juegos Olímpicos de Brasil, y uno para los Panamericanos de Guadalajara, ambos con sus diferencias, pero en los que Jalisco espera superar los miedos sembrados desde hace más de un siglo.
FRASE
“El aspecto fundamental es que nos está golpeando el aspecto psicológico, tenemos atletas que creemos que son los mejores del país y que están bien preparados, pero a la hora de la competencia nos fallan ”
Alfonso Cárdenas,
Jefe de los entrenadores de la Selección Jalisco de Judo
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