Deportes
Bolt, Blake y la historia
Ningún atleta ha ganado dos veces consecutivas los 200 metros planos y Usain quiere ser el primero; la mayor amenaza, su compañero Yohan
Los dos mejores antes de Bolt que lo intentaron, Carl Lewis y Michael Johnson, fracasaron. “El Hijo del Viento” quedó segundo en Seúl 1988 después de haber ganado en Los Ángeles 1984 y Johnson se intoxicó comiendo mariscos en Salamanca antes de los Juegos de Barcelona 1992, en los que habría sido el favorito para su primer 200 de oro, que debió dejar para Atlanta 1996.
Si alguien puede impedir el éxito de Bolt es su compañero de entrenamientos, amigo, motivador y no se sabe cuántas cosas más Yohan Blake, quien el año pasado, una semana después de aprovechar el nulo de su amigo para proclamarse campeón mundial de los 100 metros en Daegu, corrió la distancia en Bruselas en 19.26 segs., la segunda mejor marca (la mejor, el récord del mundo, 19.19, de Bolt, claro).
En la primera eliminatoria, las dos “B’s” del atletismo jamaicano se conformaron con mover las piernas rapidillo y cubrieron el trámite en 20.38 (Blake) y 20.39 (Bolt): ambos, más lentos que el francés Lemaitre (20.34), la gran esperanza blanca de podio.
Los 200 son su prueba preferida, pues se adapta más a su tranco largo. Flojo en los arranques, Bolt siempre tiene que recuperar terreno y la distancia más larga se presta más a sus características.
Es lo que toca antes de la final, cuando se hablará ya en serio de su relación maestro-alumno y algo más con su compañero de entrenamientos Blake. Una primera indicación de esa compleja relación la ofreció Bolt el domingo a última hora, cuando admitió que fue Blake su “despertador, aguijón y motivador”. “Cuando me ganó en los campeonatos de Jamaica”, dice el gran Bolt, “me di cuenta de que me tenía que tomar en serio la cosa, que tendría que trabajar de verdad si quería ganar en Londres”.
Resuelta su satisfacción en la final de los 100 metros, en la que Blake marcó sus límites en 9.75, los 200 no dejan de ser complicados, pues, al igual que su hermano mayor, de Blake lo peor son los 30 primeros de cualquier prueba, la salida, la puesta en marcha; después entra en acción su turbo (o su gran capacidad de velocidad-resistencia), que le haría bueno también en los 400 metros. Como Bolt, pero más trabajado Blake, la bestia en los entrenamientos.
Podría ser irónico que fuera su compañero de club el que privara a Bolt de un doblete único, pero no sería la primera vez que ocurriera algo similar en la historia de los Juegos: el verdugo de Lewis en Seúl fue justamente su compañero de entrenamientos en el Santa Monica, Joe DeLoach, quien nunca volvió a ganar nada en atletismo.
EL PAÍS/AP
FRASE
"Ahora necesito los 200 (metros) para entrar en la leyenda "
Usain Bolt, velocista jamaiquino.
LA CIFRA
20.01 segundos, el mejor tiempo en la calificación para la final de los 200 metros y lo cronometró Yohan Blake
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