Deportes
Bertha Gutiérrez, por amor al karate
Es karateca desde los cuatro años de edad; en medio de las presiones de tiempo y de dinero, su familia es su inspiración para apuntar hacia el oro que se le resistió en Río de Janeiro 2007
Aprendió a caminar al mismo tiempo que a lanzar patadas, aunque sus primeros combates oficiales fueron a los cuatro años, cuando tuvo edad para las competencias. “Por amor al karate” ha sido su lema desde la infancia y por este idilio ha llevado a Jalisco a lo más alto del podio en Olimpiadas Nacionales, campeonatos locales, mexicanos e internacionales y torneos mundiales. Este año, con ese lema buscará el oro de los XVI Juegos Panamericanos Guadalajara 2011, a los que calificó en la categoría de kumite (combate) de menos de 61 kilogramos.
“Los Juegos Panamericanos representan un gran compromiso, principalmente conmigo, de darme a mí el resultado que tanto he venido buscando y también con mi país, con mi familia y con mi hijo”, expresa la espigada karateca de tez blanca, ojos tristes, larga cabellera oscura y voz tan pacífica como distante de la energía que emite en competencia.
Fuerte, agresiva, intensa: así la describen sus rivales. Dedicada, perseverante, inteligente: así la conoce su padre y entrenador Carmelo Gutiérrez. Ella es por ahora una apasionada del karate que dedica sus mejores patadas en honor a su pasado, por la medalla de su presente y dedicadas a su futuro, su hijo Nelson Kattaek Soto Gutiérrez, quien fue su inspiración en el pasado selectivo para los Juegos Panamericanos, en el que alcanzó su pase a las finales y su boleto a Guadalajara 2011.
“Estaba enfermo mi hijo, tenía mucha presión, tuve problemas para concentrarme los primeros días de competencia y al final dije: ‘Es por él’, y así se dieron los resultados”, recuerda Bertha, quien terminó en lágrimas en el selectivo panamericano, con el lugar a Guadalajara y con la mente de que su hijo será su inspiración.
“La verdad, la mayoría de los que estamos en esto lo hacemos por amor al arte. En mi caso, soy madre de familia y tengo un hijo por el cual ver y para el que buscamos un futuro y un patrimonio. Mi esposo me ayuda mucho, él sostiene prácticamente a la familia y mi carrera, porque hasta para los viajes él es quien me apoya. Es importante lo económico; por eso mismo se valoran más las cosas y por eso entreno con más ganas para responder a ese apoyo”.
Con miras a los Juegos Panamericanos, sus rutinas se han convertido en tres y hasta cuatro sesiones diarias de lunes a sábado. Los domingos los toma de descanso con su familia y su esposo, Nelson Aarón Soto López “de Gutiérrez”, recalca el apellido “de casado”, con una sonora carcajada que rompe la seriedad con la que parece llevar la vida.
Su esposo es taekwondoín y su mayor apoyo: “Mi padre ha sido mi entrenador de toda la vida, pero mi esposo es quien me aconseja, me acompaña y apoya, y el apoyo es en todos los sentidos, desde el emocional hasta el económico: mi beca es de mil 500 pesos por parte de la Comisión Nacional del Deporte; es dinero insuficiente para hablar de un deportista de alto rendimiento, para viajes, para fogueo, alimentación; la mayor fuerza económica viene de mi familia y de mi esposo. Por eso digo que lo hago por amor al karate”.
Ama de casa, madre, entrenadora, esposa y seleccionada mexicana de karate, los Juegos Panamericanos de Guadalajara serán para Bertha Gutiérrez el punto de encuentro con su pasado, la familia que le enseñó el amor al deporte al lado de sus padres y tres hermanos también karatecas; su presente, dedicado su esfuerzo a quienes la apoyan y la inspiran; y su futuro, dejar su huella en la historia de Jalisco como la primera karateca campeona panamericana de kumite.
“En los Juegos Panamericanos de Río (2007), estuve a nada de haber tenido la medalla de oro y por cosas del destino, de la suerte y hasta de Dios, por algo no se logró. Por eso se acepta la plata con humildad y por eso ahora estoy tratando de dar el extra que me faltó para que se convierta en oro”.
FICHA TÉCNICA
Bertha Gutiérrez González
Guadalajara, Jalisco, 12 de junio de 1985
Categoría kumite (combate) menos de 61 kilogramos
Su entrenador es su papá, Carmelo Gutiérrez
Comenzó a los cuatro años en el karate
Desde los 13 años representó a Jalisco en la Olimpiada Nacional, en la que ha sido campeona nacional desde su primera participación hasta 2006
Campeona del Open de París en 2007
Medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro 2007
Doble medallista de oro en el Open de Suecia 2011
Campeona de la Copa Norteamérica 2011
Síguenos en