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Australia tiene dueño

El serbio vence a Murray y se convierte en el primer jugador en la era moderna en lograr un tricampeonato en dicho Grand Slam

MELBOURNE, AUSTRALIA (28/ENE/2013).- En la rodilla de Novak Djokovic hay rastros de sangre. Camino a su sexto título de un Grand Slam (6-7, 7-6, 6-3 y 6-2 al escocés Andy Murray), el serbio tiene que sudar la gota gorda jugando un doble partido: pelea contra el número tres mundial, lucha contra sí mismo.

Murray sufre porque tiene ampollas en un pie.

Djokovic, porque su derecha se rompe contra los golpes del escocés igual que un castillo de arena contra las olas del mar.

“Nole” es una sombra de sí mismo. Suma tantos errores no forzados como espectadores hay en el estadio. Se desespera mirando a su banquillo, no entiende cómo el británico tiene set de ventaja y tres bolas de rompimiento al arranque del segundo set.

Vence, finalmente, por puro espíritu competitivo: en cuanto escucha los resoplidos de Murray; en cuanto ve que el escocés sufre porque llega al duelo con un día menos de descanso; en cuanto observa cómo el fisioterapeuta atiende el pie de su contrario, consecuencia de gastar 68 minutos en la primera manga y 65 en la segunda, el serbio enseña los colmillos, aprieta sus mandíbulas y ya nunca deja que la presa se escape viva.

En la Era Abierta (desde 1968) nadie había ganado tres Abiertos de Australia consecutivos.

Esto terminó ayer, Novak Djokovic se convirtió en el primer tenista en conquistar tres veces al hilo el primer Grand Slam del año.

Son tres horas y 40 minutos de duelo al dictado de un único guionista. El partido siempre depende más de Djokovic que de Murray, que acaba físicamente disminuido.

El comienzo del británico es excelente, llega el número tres mundial dispuesto a defender su nuevo estatus, su condición de campeón de grandes.

Sin embargo, es la raqueta del serbio la que escribe con sus aciertos y sus errores la mayor parte del argumento del encuentro.

En la primera manga, perdida, disfruta de cinco puntos de break y no convierte ninguno: en consecuencia, la pierde. Al poco que da un paso hacia adelante, en cuanto posa sus pies sobre la línea de fondo, cambia el partido: entonces se le abre el panorama, encuentra el sitio su derecha, parece más grande la pista y más pequeño Murray. Desatado el ogro, el diálogo se convierte en monólogo.

Djokovic sabe que se enfrenta a un muro. Ha visto cómo Roger Federer cavó su tumba en semifinales de fallo en fallo, intentando desbordar al inquebrantable Murray.

Él intenta hacerlo desde el ritmo, fiado a sus piernas, a los largos peloteos, soñando con culminar los intercambios con uno de sus tiros imposibles. El escocés acaba con la lengua fuera. Pega siempre antes el serbio.

Dubitativo de inicio, él es el que acaba tomando todas las decisiones, él el que da un paso adelante, él el que decide ganar o perder el título según sus propios términos.

Djokovic acaba el duelo con 47 tiros ganadores, casi el doble que Murray (29), para compensar los errores no forzados (61 por 46) que concentró principalmente al inicio del partido. “Nole” encuentra en el saque un seguro (su rival solo suma 28% de los puntos al resto). Si hay que perder, se dice el serbio, que sea yendo por el partido.

“Felicito a Novak, se lo merece, su récord aquí es increíble”, dice tras el encuentro Murray, al borde de las lágrimas, como cuando perdió el partido decisivo contra Federer en 2010. “Espero que juguemos muchos más partidos”, le contesta Djokovic, recién terminado su baile de celebración sobre el cemento, encogidos ya los dedos que marcaban el mágico tres correspondiente a sus títulos australianos. “Este es mi torneo del Grand Slam preferido, amo esta pista”.

“Claro que estoy decepcionado, pero es evidente que esta derrota es más fácil de asimilar que otras en el pasado”, dijo Murray tras el partido. “Nadie ha ganado de manera consecutivo sus dos primeros Grand Slams y yo no estuve lejos. Para mí, todo esto sigue siendo muy positivo. Estos últimos meses he estado jugando el mejor tenis de mi vida”, agregó.

“Estuve en la final de Wimbledon, gané los Juegos Olímpicosy el US Open y he jugado de nuevo la final aquí. He ganado a Roger (Federer) por primera vez en mi vida en un Grand Slam”, recordó el británico.

“Tenía una ampolla grande en el pie, pero son cosas que pasan, sobre todo cuando corres tanto”, precisó Murray, que no quiso justificar la derrota con ese problema físico.

El número uno, derrotado por el británico en la final del Abierto de Estados Unidos de 2012, reivindica con la victoria su trono.  Si hay alguien que le puede discutir el puesto en 2013, ese es Murray. Con Rafael Nadal convertido por su lesión en una incógnita y el suizo Roger Federer en el tramo final de su carrera, ésta es la lucha del presente y probablemente la rivalidad del futuro.

En Melbourne, “Nole” dio el primer golpe del año. De aquí a diciembre, el combate continúa.

Con información de EL PAÍS/AP/AFP

FRASE

''Cada victoria es muy especial. Escribir la historia, ver todos esos grandes nombres sobre el trofeo, es absolutamen-te excitante''.

Novak Djokovic,
tenista serbio.

DATOS

Entre los grandes


> Con su cuarta victoria en Melbourne, Novak Djokovic igualó a Roger Federer y Andre Agassi, ambos con cuatro títulos también en Australia.

>
Sin embargo, es el primero que lo hace tres veces consecutivas.

> Sólo dos jugadores, los australianos Jack Crawford en los años treinta y Roy Emerson en los sesenta, lo habían logrado antes, pero era antes de la era profesional (1968).

>
Novak Djokovic ahora lidera 11-7 en los enfrentamientos con Andy Murray.

LA CIFRA

6
títulos de Grand Slam tiene Djokovic, está a 11 de Roger Federer, la mejor marca de todos los tiempos

CLAVES

Novak agota a Andy


1.- Ningún jugador cedió su servicio en el primer set. Tuvieron que jugar la muerte súbita, donde Djokovic cometió una doble falta que le abrió las puertas a Murray, quien aprovechó el error forzado número 25 del serbio para ponerle punto final al set en su favor.

2.- En el segundo set, Murray mejoró con su saque, pero el desenlace de nuevo se fue al tie break. En esta ocasión falló el escocés al cometer una doble falta, una pluma que cayó sobre la cancha lo distrajo y no pudo mantener su servicio; Djokovic no perdonó e igualó a un set por bando.

3.- Al inicio del octavo juego del tercer set, Djokovic se aseguró un punto tras un rally de 36 golpes, con lo cual creció en confianza y ganó la tercera manga en 41 minutos, gracias a dos saques as y 10 tiros ganadores por parte del serbio.

4.- Djokovic fue más agresivo desde el fondo de la cancha, Murray corría de un lado para otro y los signos de fatiga eran evidentes. El escocés tenía un día menos de descanso, tras la semifinal ante Roger Federer, lo cual aprovechó “Nole” para encaminarse a otro título.
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