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Aún no es el jefe en el 'Omni'

El nuevo técnico del Rebaño dio indicaciones, pero sin la vehemencia de otros tiempos en canchas tapatías

GUADALAJARA, JALISCO (14/ABR/2014).- Él es el jefe en el Estadio Jalisco, respetado y venerado por atlistas. Pero acá estamos en el Omnilife. Quizá por eso Ricardo Antonio La Volpe no se anima a salir a la cancha.

Son las 16:56 de la calurosa tarde en el estadio de las Chivas. Los jugadores del Morelia realizan el protocolo de saludar a los futbolistas del Guadalajara. En la banca del Rebaño no hay cuerpo técnico.

Sale Flavio Davino del vestidor y muchos pasos detrás Ricardo La Volpe emerge a paso lento. De andar lento, acompasado, como si tuviera de fondo música de tango. Mirada despectiva, “parece que viene oliendo una flatulencia”, dice un fotógrafo al ver al “Bigotón”, que no le simpatiza.

Pocos aficionados se dan cuenta de que ha salido el nuevo técnico del Guadalajara. La presencia de Ricardo pasa desapercibida para esos aficionados de cartera gorda que compraron los boletos de 600 pesos para estar en posición privilegiada en el inmueble.

Pícaro, La Volpe evita el saludo inicial con el ténico visitante. Desde el silbatazo inicial se mantiene de pie en su área técnica. Ahí es donde se queda congelado con el tempranero gol del Morelia. No lanza reproches, ni indicaciones.

Tras la confusión en la cancha en los primeros 45 minutos viene la de fuera del campo. Al silbatazo final del primer tiempo tiene que preguntar a un utilero que si puede bajar por esa escalera misteriosa que le queda más cerca, porque el pasillo central luce congestionado.

Y al ‘54, sin estar en la cancha, es vital para el gol del empate. Por derecha, su lado, Giovanni Hernández y Carlos Fierro no deciden cómo cobrar un tiro de esquina. La Volpe de desgañita pero le obedecen: en vez de cobrar directo o corto entre ellos, tocan a la banda para el “Avión”.

De ahí se gesta la jugada del tanto del empate de Carlos Gerardo Rodríguez y Ricardo La Volpe explota. Festeja apretando ambos puños. Festeja para sí y no comparte su júbilo.

Al final Ricardo mantuvo la cordura. Incluso cuando se acercó al silbante al final del juego a quien reclamó algo, pero no con la vehemencia de antes. Y es que La Volpe, es jefe en el Estadio Jalisco. Pero acá estamos en el Omnilife.

FRASE

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Vamos adaptándonos bien, tenemos una semana larga. Hay muchas ideas muy claras, no está entendido del todo, pero nos quedan días para trabajar

Carlos G. Rodríguez
, defensa de Chivas
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