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Atuendo futbolero

'En las grandes crisis, el corazón se rompe o se curte'. Honoré de Balzac

El futbol de Jalisco se queda otra vez sin campeón. De hecho, ha sido la constante en los últimos años. Lejos queda aquella época de oro de finales de los cincuenta y durante casi todos los sesenta, cuando Jalisco era la catedral del futbol mexicano. Hoy es una simple capilla en ruinas.

Ni Chivas, ni Atlas, ni Tecos. Ninguno en la liguilla, lo que refleja la severa crisis que atraviesa un futbol que ayer tuvo grandeza y hoy es una triste sombra de sí mismo.

Desde que comenzó la época profesional, en el torneo 1943-44, pasando los primeros siete años, Jalisco se hizo presente en la lista de campeones con el único título del Atlas en su historia, en la temporada 1950-51. Hubo una sequía más de cinco años y a partir de 1956-57 se vivió un esplendor que terminó hasta antes del Mundial de 1970: en esos 13 años, el “Campeonísimo” Guadalajara ganó ocho campeonatos y el Oro uno más. Es decir: nueve títulos de Liga en 13 campeonatos largos.

A partir de 1970-71 en que se inventaron los campeonatos con liguillas (antes largos y hoy cortos), se han disputado un total de 54 torneos, incluido el actual, en los cuales Jalisco solamente ha conseguido cuatro títulos: Chivas tres, en los torneos Apertura 2006, Verano 97 y temporada 1986-87 y Tecos en el torneo 1993-94.

Es tan grave la crisis que entre todos los equipos de Jalisco (Chivas, Atlas, Gallos del Jalisco, Leones de la UdeG y Tecos), de 1970 para acá, han conseguido cuatro títulos nada más.

Mientras que en ese mismo periodo de casi 40 años, el Toluca ganó ocho campeonatos, Cruz Azul siete, América y Pumas seis y Pachuca cinco, aunque los Tuzos en los últimos 10 años.

La decadencia del futbol tapatío es tan grande, que las únicas posibilidades de que alguien gane un título lo tienen las Chivas, porque el Atlas está por cumplir 59 años sin ser campeón (el festejo es para el 22 de abril de 2010, en cuya fecha quizá Carlos Martín del Campo y Ricardo La Volpe ya tendrán al equipo en la Liga de Ascenso) y los Tecos apenas han conseguido una corona en toda su historia.

Pero Chivas, con la administración de Jorge Vergara, tampoco es muy esperanzadora porque en siete años, en los 14 torneos que ha disputado, sólo ganó un título (Apertura 2006) y otra llegada a una final, la que perdió en penales contra Pumas.

En la administración de Salvador Martínez Garza, cuando el Club Deportivo Guadalajara Asociación Civil cedió en préstamo el equipo por 10 años, también se consiguió un título (Verano 97) y un subcampeonato, en 10 años y 17 torneos.

Otro factor a considerar es que los mejores valores que han surgido en el futbol tapatío no duran muchos años. Sus últimas figuras, Oswaldo Sánchez, Rafael Márquez, Andrés Guardado, Carlos Salcido, Carlos Vela o Jesús Corona se han tenido que ir de la tierra porque no existen aspiraciones de grandeza. Hay una terrible fuga de talentos en el futbol jalisciense.

Otro caso similar fue el de Raúl Morales, el entrenador de porteros más exitoso del futbol mexicano (forjador de Oswaldo Sánchez, Miguel Fuentes, Erubey Cabuto, Jesús Corona y Armando Navarrete), en su momento fue despedido por las torpezas directivas y las influencias argentinas para luego darse cuenta que lo necesitaban.

Y es increíble que mientras los títulos escasean en Jalisco, varios de los directivos de esta tierra hayan encabezado la silla mayor de la Federación Mexicana de Futbol en los últimos 40 años: Juan de Dios de la Torre, Marcelino García Paniagua (dos veces), Juan José Leaño, Franciso Ibarra y Alberto de la Torre.

Hemos tenido más presidentes de la FMF que campeones en la cancha y, sin embargo, la crisis de resultados tiende a prolongarse.

Cuando Chivas ganó el título del Apertura 2006, el propietario Jorge Vergara habló de un nuevo “Campeonísimo”, un equipo capaz de conseguir muchos títulos consecutivos. Pero de aquel plantel, en muy poco tiempo Vergara lo desmanteló y salieron Oswaldo Sánchez, Alfredo Talavera, el “Maza” Rodríguez, Diego Martínez, Juan Pablo Rodríguez, Manuel Sol, Omar Bravo (que luego regresó), Sergio Santana, Adolfo Bautista, Jesús Padilla y Édwin Borboa. Es decir, cuando menos 11 jugadores entraron al proceso de recaudación al ser negociados para ingresar dinero a la chequera del equipo, aunque en la cancha se resintieran sus ausencias.

Hoy que los números hablan de una crisis larga y profunda del futbol de Jalisco, es importante que quienes toman decisiones no se sigan equivocando. La afición les ha aguantado 40 años de mediocridad. Ojalá que no la lleven al hartazgo que les haga elegir otros espectáculos.
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