Deportes
Atlas va del gozo al pozo
El armado del plantel puso a soñar a La Fiel, sin embargo los Zorros fueron unos de los fracasos del Apertura 2012
GUADALAJARA, JALISCO (13/NOV/2012).- La hiel del fracaso es tan amarga y de proporciones similares a las expectativas creadas antes del torneo.
Hoy en el Atlas se respira miedo, confusión y amargura. Los Rojinegros son uno de los grandes fracasos del Torneo Apertura 2012, pues no sólo no cumplieron las metas mínimas trazadas para este campeonato, sino que además, perdieron la ventaja que tenían respecto al Querétaro en la tabla de porcentajes y que llegó a ser de cinco puntos, luego de arrancar el certamen, tres unidades detrás de los Gallos Blancos.
Los Zorros se unen a Pumas, Pachuca, Tigres y el campeón Santos como las grandes decepciones del torneo que recién terminó en su fase regular, de acuerdo a las contrataciones realizadas, que elevaron las expectativas de cada uno de estos equipos, a lo que, como exigencia mínima, se les veía en la Liguilla.
Los mejores augurios se cernían sobre la madriguera del Zorros en julio pasado, cuando la directiva del Atlas consiguió, en tiempo y forma, los refuerzos solicitados por el entonces técnico Juan Carlos Chávez.
La “Pájara” había solicitado los servicios de Sergio Amaury Ponce para custodiar la lateral derecha o el mediocampo, sobre todo porque en ese entonces se creía que Hugo Isaac Rodríguez estaría en Londres con la Selección olímpica. El resto de los refuerzos eran para la ofensiva: trajeron a Luis Alonso Sandoval para tener desequilibrio por las bandas y a Luis Bolaños, un ecuatoriano campeón de Copa Libertadores, que se desempeñaba como volante ofensivo.
Las contrataciones más sonadas se dieron en el eje del ataque, pues Atlas se hizo de los servicios de Héctor Mancilla y Vicente Matías Vuoso; es decir, más de 220 goles entre los dos atacantes, llegaban a Colomos para aportarle a un equipo que el certamen anterior había conseguido apenas siete tantos en 17 encuentros. Por si no fuera suficiente, todos los refuerzos estuvieron a disposición del técnico desde el inicio de la pretemporada, algo inusual con los Zorros.
Atlas resolvió sin derrota un calendario complicado de inicio, donde enfrentó a Pumas, Pachuca, América y Tigres. La mala noticia era que sólo pudo vencer a los Tuzos. La presión aumentó cuando en casa apenas empataron con Jaguares, que llegó con cuatro derrotas consecutivas a este cotejo.
Las críticas por el juego defensivo de Juan Carlos Chávez crearon una bola de nieve que aplastó a la “Pájara” cuando su equipo perdió en Cancún ante el Atlante por la mínima diferencia, en un cotejo donde además a los Zorros les anularon de último minuto un gol legítimo.
Chávez renunció en medio de muchas especulaciones y la directiva trajo a Tomás Boy, con la idea de cambiar el rumbo de la campaña rojinegra y no sólo pensar en sumar para la tabla de porcentajes, sino pensar en una Liguilla.
Entre la salida de Chávez y la llegada del “Jefe”, se dio un acto de indisciplina de Alonso Sandoval y Luis Bolaños, quienes no regresaron de Cancún con el equipo. El nuevo técnico pidió una multa para los jugadores y ahí quedó todo.
Pero nada cambió con Boy Espinoza, que sacó dos empates buenos fuera de casa, y uno pésimo con el atenuante de un diluvio en el Jalisco ante Querétaro, su rival directo en la lucha por no descender. El equipo comenzó a sufrir por las lesiones, situación que incluso creó una inútil polémica entre el timonel anterior y Tomás Boy.
Tras la derrota con Toluca en la jornada 10, llegó la debacle rojinegra. Atlas sólo pudo conseguir un par de empates en los últimos ocho cotejos, perdió el Clásico Tapatío, pero sobre todo, fue alcanzado por Querétaro en la tabla de porcentajes en la última jornada.
De los refuerzos, sólo Héctor Mancilla cumplió, al convertir seis tantos. El otro extremo fue el ecuatoriano Bolaños, a quien se le rescindió el contrato por no presentarse a jugar con el equipo Sub-20, a donde fue enviado por el técnico. El equipo terminó convulsionado, con evidentes problemas internos, y ahora arranca parejo con Querétaro en la lucha por no descender.
DESILUSIÓN
Los refuerzos rojinegros
> Héctor Mancilla
Minutos jugados: 1,431
Partidos de titular: 17
Partidos de cambio: 0
Goles: 6
Rindió a medias, sus goles aportaron pocos puntos al equipo.
> Alonso Sandoval
Minutos jugados: 1,159
Partidos de titular: 17
Partidos de cambio: 15
Goles: 1
Tuvo mucha actividad, pero no pudo aportar a la ofensiva.
> Vicente Matías Vuoso
Minutos jugados: 716
Partidos de titular: 7
Partidos de cambio: 7
Goles: 1
Estuvo lesionado durante muchos partidos, otros los jugó infiltrado.
> Luis Bolaños
Minutos jugados: 458
Partidos de titular: 5
Partidos de cambio: 5
Goles: 0
Aportó poco a la ofensiva y se fue en la jornada 16 por indisciplinado.
> Sergio Amaury Ponce
Minutos jugados: 135
Partidos de titular: 2
Partidos de cambio: 3
Goles: 0
También le aquejaron las lesiones, a la fecha no saben a ciencia cierta qué tiene.
> Tomás Boy
Partidos ganados: 0
Partidos empatados: 5
Partidos perdidos: 6
Puntos: 5
Posición en la tabla: 16
Efectividad: 15%
LOS OTROS FRACASOS
Santos
> Puntos: 23
> Posición en la tabla: 9
> Técnico: Benjamín Galindo
> Efectividad: 45%
> Refuerzos
Gerardo Lugo: 532 minutos
Osvaldo Alanís: 480 minutos
> El campeón no pudo siquiera acceder a la Liguilla para buscar refrendar su título. Su irregularidad le hizo llegar a la parte final del torneo contra las cuerdas; quedó fuera al perder tres de sus últimos cuatro partidos del certamen.
Pumas
> Puntos: 23
> Posición en la tabla: 10
> Técnicos: Joaquín del Olmo, Mario Carillo y Antonio Torres Servín
> Efectividad: 45%
> Refuerzos
Martín Romagnoli: 682 minutos
Jaime Lozano: 378 minutos
Luis García: 516 minutos, 1 gol
Emanuel Villa: 1,004 minutos, 3 goles
> La Liga le jugó la novatada al presidente de Pumas, Alberto García Aspe, quien se equivocó no una, sino dos veces en la elección del técnico. Primero, contrató a Joaquín del Olmo, de pocos méritos para dirigir a la UNAM. El error se solventó con un yerro peor al contratar a Mario Carrillo, quien llegó con la presión de su pasado americanista y que prescindió de los caros refuerzos unamitas sin entregar resultados.
Tigres
> Puntos: 21
> Posición en la tabla: 12
> Técnico: Ricardo Ferretti
> Efectividad: 41%
> Refuerzos
Luis García Fernández: 1,226 minutos, 2 goles
Taufic Guarch: 138 minutos
Alonso Zamora: 180 minutos
> El subcampeón vivió su torneo más irregular en esta nueva etapa con el “Tuca” Ferretti, como daban un partido bueno, después eran exhibidos, no fueron constantes y lo pagaron caro quedando fuera de la Liguilla a pesar de su poderosa plantilla.
Pachuca
> Puntos: 21
> Posición en la tabla: 13
> Técnico: Hugo Sánchez
> Efectividad: 41%
> Refuerzos
Óscar Rojas: 1,439 minutos
Jorge Hernández: 1,218 minutos
Néstor Calderón: 535 minutos
Alberto Medina: 262 minutos
Efrén Mendoza: 92 minutos
Nery Castillo: 861 minutos, 1 gol
Raúl Tamudo: 527 minutos
> El equipo que más se reforzó de cara al torneo, empezando con la dirección técnica de Hugo Sánchez, y continuando con la adquisición de siete jugadores, incluidos Nery Castillo y el español Raúl Tamudo. Pachuca nunca tuvo posibilidades reales de clasificar y llegó al extremo de poner a jugar a los elementos de cantera, cuando los refuerzos no le ofrecieron soluciones.
Hoy en el Atlas se respira miedo, confusión y amargura. Los Rojinegros son uno de los grandes fracasos del Torneo Apertura 2012, pues no sólo no cumplieron las metas mínimas trazadas para este campeonato, sino que además, perdieron la ventaja que tenían respecto al Querétaro en la tabla de porcentajes y que llegó a ser de cinco puntos, luego de arrancar el certamen, tres unidades detrás de los Gallos Blancos.
Los Zorros se unen a Pumas, Pachuca, Tigres y el campeón Santos como las grandes decepciones del torneo que recién terminó en su fase regular, de acuerdo a las contrataciones realizadas, que elevaron las expectativas de cada uno de estos equipos, a lo que, como exigencia mínima, se les veía en la Liguilla.
Los mejores augurios se cernían sobre la madriguera del Zorros en julio pasado, cuando la directiva del Atlas consiguió, en tiempo y forma, los refuerzos solicitados por el entonces técnico Juan Carlos Chávez.
La “Pájara” había solicitado los servicios de Sergio Amaury Ponce para custodiar la lateral derecha o el mediocampo, sobre todo porque en ese entonces se creía que Hugo Isaac Rodríguez estaría en Londres con la Selección olímpica. El resto de los refuerzos eran para la ofensiva: trajeron a Luis Alonso Sandoval para tener desequilibrio por las bandas y a Luis Bolaños, un ecuatoriano campeón de Copa Libertadores, que se desempeñaba como volante ofensivo.
Las contrataciones más sonadas se dieron en el eje del ataque, pues Atlas se hizo de los servicios de Héctor Mancilla y Vicente Matías Vuoso; es decir, más de 220 goles entre los dos atacantes, llegaban a Colomos para aportarle a un equipo que el certamen anterior había conseguido apenas siete tantos en 17 encuentros. Por si no fuera suficiente, todos los refuerzos estuvieron a disposición del técnico desde el inicio de la pretemporada, algo inusual con los Zorros.
Atlas resolvió sin derrota un calendario complicado de inicio, donde enfrentó a Pumas, Pachuca, América y Tigres. La mala noticia era que sólo pudo vencer a los Tuzos. La presión aumentó cuando en casa apenas empataron con Jaguares, que llegó con cuatro derrotas consecutivas a este cotejo.
Las críticas por el juego defensivo de Juan Carlos Chávez crearon una bola de nieve que aplastó a la “Pájara” cuando su equipo perdió en Cancún ante el Atlante por la mínima diferencia, en un cotejo donde además a los Zorros les anularon de último minuto un gol legítimo.
Chávez renunció en medio de muchas especulaciones y la directiva trajo a Tomás Boy, con la idea de cambiar el rumbo de la campaña rojinegra y no sólo pensar en sumar para la tabla de porcentajes, sino pensar en una Liguilla.
Entre la salida de Chávez y la llegada del “Jefe”, se dio un acto de indisciplina de Alonso Sandoval y Luis Bolaños, quienes no regresaron de Cancún con el equipo. El nuevo técnico pidió una multa para los jugadores y ahí quedó todo.
Pero nada cambió con Boy Espinoza, que sacó dos empates buenos fuera de casa, y uno pésimo con el atenuante de un diluvio en el Jalisco ante Querétaro, su rival directo en la lucha por no descender. El equipo comenzó a sufrir por las lesiones, situación que incluso creó una inútil polémica entre el timonel anterior y Tomás Boy.
Tras la derrota con Toluca en la jornada 10, llegó la debacle rojinegra. Atlas sólo pudo conseguir un par de empates en los últimos ocho cotejos, perdió el Clásico Tapatío, pero sobre todo, fue alcanzado por Querétaro en la tabla de porcentajes en la última jornada.
De los refuerzos, sólo Héctor Mancilla cumplió, al convertir seis tantos. El otro extremo fue el ecuatoriano Bolaños, a quien se le rescindió el contrato por no presentarse a jugar con el equipo Sub-20, a donde fue enviado por el técnico. El equipo terminó convulsionado, con evidentes problemas internos, y ahora arranca parejo con Querétaro en la lucha por no descender.
DESILUSIÓN
Los refuerzos rojinegros
> Héctor Mancilla
Minutos jugados: 1,431
Partidos de titular: 17
Partidos de cambio: 0
Goles: 6
Rindió a medias, sus goles aportaron pocos puntos al equipo.
> Alonso Sandoval
Minutos jugados: 1,159
Partidos de titular: 17
Partidos de cambio: 15
Goles: 1
Tuvo mucha actividad, pero no pudo aportar a la ofensiva.
> Vicente Matías Vuoso
Minutos jugados: 716
Partidos de titular: 7
Partidos de cambio: 7
Goles: 1
Estuvo lesionado durante muchos partidos, otros los jugó infiltrado.
> Luis Bolaños
Minutos jugados: 458
Partidos de titular: 5
Partidos de cambio: 5
Goles: 0
Aportó poco a la ofensiva y se fue en la jornada 16 por indisciplinado.
> Sergio Amaury Ponce
Minutos jugados: 135
Partidos de titular: 2
Partidos de cambio: 3
Goles: 0
También le aquejaron las lesiones, a la fecha no saben a ciencia cierta qué tiene.
> Tomás Boy
Partidos ganados: 0
Partidos empatados: 5
Partidos perdidos: 6
Puntos: 5
Posición en la tabla: 16
Efectividad: 15%
LOS OTROS FRACASOS
Santos
> Puntos: 23
> Posición en la tabla: 9
> Técnico: Benjamín Galindo
> Efectividad: 45%
> Refuerzos
Gerardo Lugo: 532 minutos
Osvaldo Alanís: 480 minutos
> El campeón no pudo siquiera acceder a la Liguilla para buscar refrendar su título. Su irregularidad le hizo llegar a la parte final del torneo contra las cuerdas; quedó fuera al perder tres de sus últimos cuatro partidos del certamen.
Pumas
> Puntos: 23
> Posición en la tabla: 10
> Técnicos: Joaquín del Olmo, Mario Carillo y Antonio Torres Servín
> Efectividad: 45%
> Refuerzos
Martín Romagnoli: 682 minutos
Jaime Lozano: 378 minutos
Luis García: 516 minutos, 1 gol
Emanuel Villa: 1,004 minutos, 3 goles
> La Liga le jugó la novatada al presidente de Pumas, Alberto García Aspe, quien se equivocó no una, sino dos veces en la elección del técnico. Primero, contrató a Joaquín del Olmo, de pocos méritos para dirigir a la UNAM. El error se solventó con un yerro peor al contratar a Mario Carrillo, quien llegó con la presión de su pasado americanista y que prescindió de los caros refuerzos unamitas sin entregar resultados.
Tigres
> Puntos: 21
> Posición en la tabla: 12
> Técnico: Ricardo Ferretti
> Efectividad: 41%
> Refuerzos
Luis García Fernández: 1,226 minutos, 2 goles
Taufic Guarch: 138 minutos
Alonso Zamora: 180 minutos
> El subcampeón vivió su torneo más irregular en esta nueva etapa con el “Tuca” Ferretti, como daban un partido bueno, después eran exhibidos, no fueron constantes y lo pagaron caro quedando fuera de la Liguilla a pesar de su poderosa plantilla.
Pachuca
> Puntos: 21
> Posición en la tabla: 13
> Técnico: Hugo Sánchez
> Efectividad: 41%
> Refuerzos
Óscar Rojas: 1,439 minutos
Jorge Hernández: 1,218 minutos
Néstor Calderón: 535 minutos
Alberto Medina: 262 minutos
Efrén Mendoza: 92 minutos
Nery Castillo: 861 minutos, 1 gol
Raúl Tamudo: 527 minutos
> El equipo que más se reforzó de cara al torneo, empezando con la dirección técnica de Hugo Sánchez, y continuando con la adquisición de siete jugadores, incluidos Nery Castillo y el español Raúl Tamudo. Pachuca nunca tuvo posibilidades reales de clasificar y llegó al extremo de poner a jugar a los elementos de cantera, cuando los refuerzos no le ofrecieron soluciones.
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