Deportes
Atlas, un siglo junto a la vida tapatía
Eugenio Ruiz Orozco hizo una retrospectiva de la institución y la ciudad en conferencia por los 100 años del club
GUADALAJARA, JALISCO (10/MAR/2016).- Como parte de las celebraciones por el centenario del club Atlas, Eugenio Ruiz Orozco dictó la conferencia “Atlas, 100 años en la vida de Guadalajara”, convocada por el Instituto Cultural Ignacio Dávila Garibi y la Cámara Nacional de Comercio de Guadalajara.
La charla tuvo como objetivo compartir algunas reflexiones, dijo Ruiz. Antes de entrar en materia, agradeció la invitación para disertar sobre dos temas que, aseguró, le apasionan: Guadalajara y el Atlas.
El ponente afirmó que su retrospectiva sería para formarnos una idea de lo que ha pasado en estos 100 años, no por nostalgia, sino para entender el proceso histórico de la ciudad. Dicho conocimiento, agregó, sirve también para conocernos.
De la ciudad y el equipo, afirmó que son dos conceptos complementarios: “El Atlas sin Guadalajara sería impensable, y Guadalajara sin el Atlas no sería igual”. Además se remitió a aquel agosto de 1916, cuando un grupo de jóvenes tapatíos que estudiaron en Inglaterra importaron el deporte.
De los cambios de la urbe, Ruiz Orozco destacó que la esperanza de vida en Guadalajara era de 34 años, con un analfabetismo superior a 80%, apenas había 320 vehículos motorizados (cuando ahora se suman 400 autos al día), los grandes cambios arquitectónicos que sufrió la ciudad, además de las tradiciones: juegos de antaño, como las canicas, papalotes y bebeleche frente a los videojuegos actuales y la conectividad por internet.
Posteriormente, el ponente se remitió a los eventos más significativos de este centenario en Guadalajara, México y el mundo: la Revolución y la Guerra Cristera, las guerras mundiales, el nacimiento de la URSS, la invención de la televisión, la refundación de la Universidad de Guadalajara o la fundación de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG).
También destacó la llegada de los exiliados españoles, el crecimiento de las instalaciones del Atlas, el terremoto de 1985 y un sinfín de sucesos que delinearon el presente.
Sobre el campeonato obtenido en 1951, comentó que el Atlas “logró coronarse campeón cuando los torneos eran serios”, lo que generó aplausos entre el público.
La charla tuvo como objetivo compartir algunas reflexiones, dijo Ruiz. Antes de entrar en materia, agradeció la invitación para disertar sobre dos temas que, aseguró, le apasionan: Guadalajara y el Atlas.
El ponente afirmó que su retrospectiva sería para formarnos una idea de lo que ha pasado en estos 100 años, no por nostalgia, sino para entender el proceso histórico de la ciudad. Dicho conocimiento, agregó, sirve también para conocernos.
De la ciudad y el equipo, afirmó que son dos conceptos complementarios: “El Atlas sin Guadalajara sería impensable, y Guadalajara sin el Atlas no sería igual”. Además se remitió a aquel agosto de 1916, cuando un grupo de jóvenes tapatíos que estudiaron en Inglaterra importaron el deporte.
De los cambios de la urbe, Ruiz Orozco destacó que la esperanza de vida en Guadalajara era de 34 años, con un analfabetismo superior a 80%, apenas había 320 vehículos motorizados (cuando ahora se suman 400 autos al día), los grandes cambios arquitectónicos que sufrió la ciudad, además de las tradiciones: juegos de antaño, como las canicas, papalotes y bebeleche frente a los videojuegos actuales y la conectividad por internet.
Posteriormente, el ponente se remitió a los eventos más significativos de este centenario en Guadalajara, México y el mundo: la Revolución y la Guerra Cristera, las guerras mundiales, el nacimiento de la URSS, la invención de la televisión, la refundación de la Universidad de Guadalajara o la fundación de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG).
También destacó la llegada de los exiliados españoles, el crecimiento de las instalaciones del Atlas, el terremoto de 1985 y un sinfín de sucesos que delinearon el presente.
Sobre el campeonato obtenido en 1951, comentó que el Atlas “logró coronarse campeón cuando los torneos eran serios”, lo que generó aplausos entre el público.
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