Atlanta buscará primer Super Bowl sin presión y con ataque demoledor
No se dejarán condicionar por la historia de los Patriotas
HOUSTON, TEXAS (02/FEB/017).- Nada menos que 18 años tuvieron que pasar para que los Halcones de Atlanta volviesen a disputar un Super Bowl, el segundo en sus 51 años de historia, y tener así la oportunidad de lograr el primer título.
Dentro de la organización de los Falcons nadie quiere recordar la frustración que dejó la derrota por 34-19 que sufrieron en 1999 cuando se enfrentaron a los Broncos de Denver del legendario ex mariscal de campo John Elway que puso broche de oro a su brillante carrera profesional.
Lo anterior es historia y el presente es que los Falcons, que en el Super Bowl que perdieron, la edición Trigésima Tercera, eran conocidos por el apodo de los "Pájaros Sucios", se encuentran en Houston listos para jugar el partido del año y lo harán sin presión, sin preocuparse de la historia de su rival y con un ataque demoledor.
El primer convencido que los Falcons tienen mucho que ofrecer en el campo cuando el domingo se enfrenten a los Patriots en el NRG Stadium de Houston, es el entrenador en jefe del equipo de Atlanta, Dan Quinn, quien en su segundo año en el cargo, advierte que para nada saldrán al campo con presión o condicionados por el rival.
"Sé perfectamente al equipo que nos vamos a enfrentar, lo hice con los Seahawks de Seattle y también lo que nosotros contamos dentro de la plantilla", subrayó Quinn. "Llegar al Super Bowl no es una recompensa, sino el jugar bien y ganar".
Quinn, de 46 años, reiteró como lo hizo en la "Noche de la Prensa" que a ambos equipos les espera en el campo una "batalla endemoniada" en la que no habrá ningún tipo de concesión por ambos bandos.
El entrenador en jefe de los Falcons dijo que habían trabajado muy bien de cara al partido decisivo, como lo hicieron durante la temporada regular, y sentía que dentro del grupo se daba una unión especial de cara al gran reto.
"Este equipo tiene vínculos muy estrechos. Todos tienen una firme responsabilidad mutua, una hermandad muy sólida. Se preocupan por el otro y se dan cuenta de que jugarán por algo grande. Confío totalmente en este grupo", subrayó Quinn. "Esta actitud de unión será nuestra gran fuerza moral de cara a enfrentarnos a un rival que también posee la misma filosofía".
Quinn, excoordinador defensivo con los Seahawks en dos Super Bowls, es consciente que aunque esa faceta del juego de los Falcons ha mejorado considerablemente a medida que transcurrió la competición regular, ante los Patriots tendrán que hacer el mejor partido.
"Hemos trabajado duro en ese apartado del juego, hemos mejorado en cuanto a la velocidad, un factor decisivo a la hora de poder frenar la ofensiva de los Patriots, y estamos listos para hacerles frente", señaló Quinn, que sabe que el gran fuerte del equipo volverá a ser el ataque demoledor que poseen tanto por aire como por tierra.
Figuras como los receptores abiertos Julio Jones, Mohamed Sanu y Gabriel Taylor serán los objetivos perfectos en el ataque para los pases que coloque el mariscal de campo Matt Ryan, el jugador clave en el resurgir de los Falcons (13-5), ya que sin su aportación durante la temporada regular y playoffs no habrían llegado al Super Bowl.
Sin olvidar el gran entendimiento que posee con los corredores Devonta Freeman, Tevin Coleman y Terron Ward, que son una expresión permanente de fuerza física y velocidad, algo que ha reiterado permanentemente el legendario entrenador en jefe de los Patriots, Bill Belichick.
Pero, sin discusión, Ryan, de 31 años, formado en el Boston Colege, ha completado una temporada regular de ensueño que lo tiene colocado como el gran favorito a conseguir el premio de Jugador Más Valioso (MVP) de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL).
"No me preocupan los premios, mi única responsabilidad es seguir concentrado en todo lo que tenemos que hacer de cara al gran partido que no espera y confiar en todo lo positivo que podemos hacer en el campo", destacó Ryan, quien dijo admirar y respetar a la figura del mariscal de campo Tom Brady al que se va a enfrentar.
Sin embargo, Ryan, al igual que Quinn reiteró que el haber llegado al Super Bowl no era ya el objetivo cumplido sino todo lo contrario, el volver a demostrar una vez más que saben hacer bien las cosas y ganar.
"Debemos hacer lo que realizamos todo el año y por lo que nos sentimos muy bien", declaró Ryan, que llega al Super Bowl como el primer mariscal de campo en la historia de la NFL en lanzar al menos tres pases de touchdown en cuatro partidos consecutivos de la fase final. "Cuando nos enfrentemos a los Patriots estaremos listos para todo, de eso nadie debe tener ninguna duda", sentenció.