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Angelino y Luque calientan la tarde en La México

Ante una Plaza de Toros México con poco público, el diestro español Daniel Luque confirma su alternativa

Angelino y Luque calientan la tarde en La México
CON INFORMACIÓN DE MUNDOTOROMÉXICO.COM

CIUDAD DE MÉXICO.- 
El frío viento que azotó la plaza durante toda la corrida, y el escaso juego de los toros de Julián Hamdan, casi apagan el entusiasmo del poco público que había en los tendidos de La México, y fue hasta muy avanzada la función cuando José Luis Angelino y el sevillano Daniel Luque calentaron el ambiente con una entrega desmedida.

Y es que la cosa no estaba saliendo como se esperaba, tratándose del debut de una ganadería nueva, formada con puro siemiente de San Martín, hecho que presagiaba un resultado más halagüeño en virtud de las hechuras que tenía algunos de los toros del entusiasta sobrino de Pepe Chafik.

Pero bien dice el refrán que "El hombre propone, Dios dispone... sale el toro y todo lo descompone". Y es que la corrida estaba saliendo sin fuerza, sin fondo de bravura, sobre todo en lo tocante al segundo ejemplar, que le puso cuesta arriba la tarde a Guillermo Capetillo que se dio un frentazo ante un lote sumamente deslucido.

El brillante toreo de capote de Daniel Luque al toro de la ceremonia fue tan sólo un atisbo del gran sentido del trazo que atesora este joven de Gerena, que hace seis años anduvo por estas tierras, y toreó con éxito en plazas como Monterrey, León o la "San Marcos", de Aguascalientes, cuando apenas contaba catorce añitos.

Entonces apuntó cosas magníficas por su precoz intuición. Así que el reencuentro con Daniel, y la sorpresa para la gente que no lo había visto, fue toparse con un torero con sello y carácter, que se entonó ante el nada fácil primero, al que construyó una faena de buen acabado.

Y aunque el toro se acostaba mucho desde que salió por toriles, sobre todo por el pitón izquierdo, Luque terminó entendiéndolo en una labor que fue a más y culminó de una certera estocada, algo trasera, que le valió una cariñosa ovación sobre las rayas del tercio.

Angelino trató de arrera desde que enfrentó al tercero, un ejemplar de mejor juego para el ganadero que para el torero, pues embistió con una bravura seca y exigía colocación y temple.

Sólo en contados momentos el tlaxcalteca consiguió acoplarse a aquellas embestidas con un torero más de raza que de entendiminiento. No obstante, la gente, que ya comenzaba a helarse en el tendido, vio con buenos ojos a José Luis.

El quinto tenía las hechuras más armoniosas del encierro y no falló, ya que fue un toro de buena nota por la calidad demostrada a lo largo de su lidia. Angelino así lo comprendió y le hizo una faena atractiva, por emocionante y ligada, cerca de las tablas, quizá para tratar de esconderse un poco del viento, que nunca dejó de molestar.

El de Julián Hamdan acudió con nobleza una y otra vez a la muleta del torero de Apizaco, que recetó varias vitolinas para después engarzar muletazos largos y alegres, que devolvieron el ánimo a la gente, que estaba ávida de aplaudiar para sacudirse el frío.

Una estocada tendenciosa, que caló inclusive al toro, no empañó la suerte porque la hizo entregándose, y así fue como cortó una oreja que servirá, seguramente, para verlo una nueva tarde en este escenario.

El repunte de la corrida se empezaba a apagar cuando salió el sexto, un toro violento en el capote de Daniel Luque. Pero el de Gerena no se desesperó, sino que acarició la embestida en una faena inverosímil a la que imprimió ritmo y suavidad hasta que terminó robándole los pases del de Julián Hamdan.

Casi al final del trasteo, que el público estaba disfrutando, Daniel estuvo a punto de desvanecerse y tuvo que ir al burladero de matadores, donde el parecer vomitó. Esta circunstancia adversa, provocada por un malestra estomacal y la altitud de la Ciudad de México, parecía que lo iban a dejar fuera de combate.

Sin embargo, se rehizo con arrojo y todavía le dio una serie más por el pitón derecho en la que terminó desengañando al toro, en una demostración de la actitud de aquellos que aspiran a la cumbre.

Fue una verdadera pena que, tras el esfuerzo realizado, Luque se diera a pinchar en varias ocasioanes, pues fue así cuando perdió la oreja que ya tenía bien ganada, en una actuación que sólo fue un pequeña probatida de la amplia dimensión de su toreo.

Guillermo Capetillo no tuvo suerte en el sorteo, pero tampoco planteamiento alguno en ambas faenas, para sacar a flote una tarde aciaga, quizá una de las más desafortundas que ha tenido en La México.

Visto lo visto, se puede afirmar que, de los tres veteranos que han actuado esta temporada en el gran coso (Manolo Arruza, Miguel Espinosa y el propio Capetillo), el único que ha superado la prueba, y con una calificación alta, ha sido el hijo del famoso Ciclón Mexicano.

Habiendo hoy día tan interesantes toreros jóvenes en la baraja taurina mexicana, bien valdría la pena que la empresa brinde oportunidades a aquellos que pueden sacar más provecho de un contrato en La México. No hay que olvidar que esto es un negocio y ahora mismo hay "nuevos productos", muy posicionables, en los que merece la pena invertir.
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