Deportes
Amelie Mauresmo se va del tenis
La francesa, ex número uno del mundo, ha hecho a un lado la raqueta para despedirse entre lágrimas
PARÍS, FRANCIA.- Amelie Mauresmo, la mejor raqueta que ha dado el tenis francés femenino en los últimos años, abandonó hoy su carrera profesional, marcada por una fragilidad psicológica que le impidió brillar en los grandes torneos y atesorar el palmarés que le hubiera correspondido, a tenor de su gran calidad.
La ex número uno del mundo, ganadora del Abierto de Australia y de Wimbledon en 2006, y plata en Atenas 2006, se marchó entre lágrimas del deporte blanco. En rueda de prensa hizo público su “cansancio” del duro circuito que le ha llevado a tomar “una decisión muy reflexionada”
Pese a su corta edad (cumplió 30 años el pasado 5 de julio), la retirada de Mauresmo no ha sido una sorpresa, porque en los últimos años su rendimiento había bajado, con todo y que se mantenía en el puesto 21 del ranqueo mundial.
Poco después de su derrota en el Abierto de Estados Unidos ante la canadiense Aleksandra Wozniak, el que fue su último partido profesional, Mauresmo anunció a principios de octubre que por falta de motivación, finalizaba su temporada... Y poco después su carrera.
Desde que destacara en la final del Abierto de Australia de 1999, Mauresmo se convirtió en la esperanza del tenis femenino galo, ávido de grandes estrellas, desde el reinado de Suzanne Lenglen en la década de los años 20.
Sin embargo, la incapacidad de Mauresmo para soportar la presión de los partidos importantes le impidió alzarse con su primer Grand Slam hasta 2006.
En los demás torneos, con menos presión mediática, la francesa siempre sacó su mejor juego, capaz de ganar a las más grandes tenistas, como las belgas Justin Henin y Kim Clijsters, la rusa María Sharapova y las hermanas, Serena y Venus Williams.
Su estilo elegante y elaborado en la pista, con una extensa paleta de golpes, así como su carácter carismático fuera de la cancha, le valieron el aprecio y el cariño del público.
Así, Mauresmo puede presumir de poseer el mejor palmarés del tenis galo contemporáneo, con 25 títulos en el circuito WTA, conseguidos desde que comenzara su carrera en 1993 hasta el último, el Abierto de París de 2009.
La ex número uno del mundo, ganadora del Abierto de Australia y de Wimbledon en 2006, y plata en Atenas 2006, se marchó entre lágrimas del deporte blanco. En rueda de prensa hizo público su “cansancio” del duro circuito que le ha llevado a tomar “una decisión muy reflexionada”
Pese a su corta edad (cumplió 30 años el pasado 5 de julio), la retirada de Mauresmo no ha sido una sorpresa, porque en los últimos años su rendimiento había bajado, con todo y que se mantenía en el puesto 21 del ranqueo mundial.
Poco después de su derrota en el Abierto de Estados Unidos ante la canadiense Aleksandra Wozniak, el que fue su último partido profesional, Mauresmo anunció a principios de octubre que por falta de motivación, finalizaba su temporada... Y poco después su carrera.
Desde que destacara en la final del Abierto de Australia de 1999, Mauresmo se convirtió en la esperanza del tenis femenino galo, ávido de grandes estrellas, desde el reinado de Suzanne Lenglen en la década de los años 20.
Sin embargo, la incapacidad de Mauresmo para soportar la presión de los partidos importantes le impidió alzarse con su primer Grand Slam hasta 2006.
En los demás torneos, con menos presión mediática, la francesa siempre sacó su mejor juego, capaz de ganar a las más grandes tenistas, como las belgas Justin Henin y Kim Clijsters, la rusa María Sharapova y las hermanas, Serena y Venus Williams.
Su estilo elegante y elaborado en la pista, con una extensa paleta de golpes, así como su carácter carismático fuera de la cancha, le valieron el aprecio y el cariño del público.
Así, Mauresmo puede presumir de poseer el mejor palmarés del tenis galo contemporáneo, con 25 títulos en el circuito WTA, conseguidos desde que comenzara su carrera en 1993 hasta el último, el Abierto de París de 2009.
Síguenos en