Deportes
Ambiente familiar para el Clásico de Liguilla
Los numerosos filtros de seguridad no impidieron que los aficionados llegaran al estadio Omnilife
Chivas como de Atlas, poco a poco comenzaba a pasar lista en los alrededores del estadio
Omnilife, así como en el estacionamiento, en donde disfrutaban de una deliciosa carne asada, de una cerveza helada y apoyaban desde temprano con gritos y porras en una guerra pacífica de aliento a sus escuadras.
Playeras rojiblancas y rojinegras lentamente, pero de manera constante fluían por los accesos, difícil saber la mayoría, ya que lucía parejo antes del comienzo, aunque el ánimo era intenso.
Para poder llegar a la explanada del estadio, ahí donde el ambiente era de lino con música de banda y mariachi, ya se tenían que haber pasado por tres filtros de seguridad. Primero por las avenidas que llevan al inmueble, JVC y Las Torres tenían el primer filtro, con al menos 50 policías de Zapopan, quienes revisaban auto por auto, lo que retrasaba la llegada de aficionados, ya que recortaban a un solo carril, además, también revisaban que se hiciera la llegada con boleto, si no difícilmente se daría el acceso; por otro lado el siguiente filtro era ya en las inmediaciones del estadio, en donde había arcos detectores de metal, en donde le pedían a todos y cada uno de los aficionados que dejaran sus pertenencias, sobre todo las metálicas, para evitar cualquier tipo de problemas.
Finalmente el último filtro era a la llegada a los asientos, en donde un acomodador llevaba a la gente hasta su lugar, siempre guardando la integridad de los aficionados. Hasta el inicio del juego, no se habían reportado problemas de violencia entre aficionados de ambos conjuntos.
EL INFORMADOR / JAVIER ROBLES
GUADALAJARA, JALISCO (14/MAY/2015).- Faltaba tiempo para el arranque del partido y la afición, tanto de
Playeras rojiblancas y rojinegras lentamente, pero de manera constante fluían por los accesos, difícil saber la mayoría, ya que lucía parejo antes del comienzo, aunque el ánimo era intenso.
Para poder llegar a la explanada del estadio, ahí donde el ambiente era de lino con música de banda y mariachi, ya se tenían que haber pasado por tres filtros de seguridad. Primero por las avenidas que llevan al inmueble, JVC y Las Torres tenían el primer filtro, con al menos 50 policías de Zapopan, quienes revisaban auto por auto, lo que retrasaba la llegada de aficionados, ya que recortaban a un solo carril, además, también revisaban que se hiciera la llegada con boleto, si no difícilmente se daría el acceso; por otro lado el siguiente filtro era ya en las inmediaciones del estadio, en donde había arcos detectores de metal, en donde le pedían a todos y cada uno de los aficionados que dejaran sus pertenencias, sobre todo las metálicas, para evitar cualquier tipo de problemas.
Finalmente el último filtro era a la llegada a los asientos, en donde un acomodador llevaba a la gente hasta su lugar, siempre guardando la integridad de los aficionados. Hasta el inicio del juego, no se habían reportado problemas de violencia entre aficionados de ambos conjuntos.
EL INFORMADOR / JAVIER ROBLES
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