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Águilas sacó las garras

América y Monterrey hicieron un partido cargado de llegadas a las porterías, pero los capitalinos supieron capitalizar una de gol para sacar una ventaja mínima, con anotación de Osvaldo Martínez

CIUDAD DE MÉXICO (19/MAY/2016).- América se mantiene embalado en la Liguilla luego de vencer al superlíder Monterrey por la mínima diferencia en el partido de ida de las Semifinales del Clausura 2016, jugado anoche en el Estadio Azteca, que registró una buena entrada.

Los capitalinos sometieron al mejor equipo de la temporada regular, al de las 12 victorias en 17 partidos, y al que echó al campeón del torneo anterior, con cierta facilidad, sobre todo en el segundo tiempo.

Con la victoria, a las Águilas les basta con un triunfo o un empate en Monterrey para avanzar a la Final, lo que obliga a Rayados a ganar el cotejo de vuelta.

Sorpresivo

Cuando todos esperaban el regreso de Rubens Sambueza tras cumplir su sanción, Nacho Ambriz sorprendió al dejar al argentino en la banca y poner en su lugar a William da Silva de arranque.

El movimiento le permitió al técnico de las Águilas controlar mejor al ataque de Rayados, donde aisló tanto las llegadas del visitante, como a sus futbolistas más importantes.

Con todo y eso el primer tiempo fue de ida y vuelta, con llegadas en ambas porterías. En ese primer lapso fue Jonathan Orozco quien detuvo las jugadas más peligrosas, sobre todo un remate de palomita de Pablo Aguilar, y un disparo del “Rifle” Andrade.

Monterrey también exigió a Hugo González, con un disparo a bocajarro de Carlos Sánchez al inicio del juego.

Control

En el complemento, sin modificaciones desde el vestidor, ambos equipos regresaron a la cancha con las mismas ideas y los mismos protagonistas.

Sin embargo Rayados regresó desconcentrado y al minuto de la reanudación las Águilas consiguieron el primer gol del cotejo.

Por derecha, Quintero retuvo la pelota en el rincón de la cancha hasta que se incorporó Andrade. El “Rifle” recibió corto de Darwin y en el vértice del área mandó centro de primera intención en el que Efraín Juárez intenta anticipar y falla; Osvaldo Martínez controla y a la vez pone el esférico de frente al arco para vencer a Orozco con disparo potente y a primer poste, para el 1-0 en favor del América.

Desconcertado, Rayados se tardó en responder e incluso se vio agobiado por un equipo local que apretaba en la recuperación de la pelota, que cada vez se concretaba más cerca del área rival.

Si Mohamed pensaba ajustar para darle más profundidad a su ataque, primero tuvo que quemar sus cambios en reforzar el medio campo, para evitar el asedio que intentaba poner el cuadro azulcrema con los ingresos de Jesús Zavala y Nery Cardozo.

Cuando Monterrey capeó el temporal, entró Aldo de Nigris para acompañar a un inédito Funes Mori en ataque. El ex atacante de las Chivas voló en el área chica la mejor oportunidad de Rayados en el juego y la derrota se concretó.

LA FIGURA
Osvaldo Martínez (América)


El paraguayo volvió a lucir en el América. Primero, por ser el hombre que repartía juego en la media cancha, pero que también se sumaba a la recuperación. Segundo, porque tuvo en sus pies el gol y no falló en un gran gesto técnico al recibir la pelota.

ASPECTOS TÁCTICOS DEL PARTIDO

• Sorpresa

Pese a que estaba habilitado para jugar, Ambriz sorprendió al sacar de titular a Da Silva y dejar en la banca a Sambueza. El movimiento funcionó, pues William mantuvo a raya la subida de Carlos Sánchez.

• Perdió
En el complemento ingresó Sambueza por Darwin. Las Águilas intentaban retener más la pelota, pero lejos de ganar, América perdió sorpresa y peligro con la ausencia del colombiano.

• Equilibrio
Cuando América se hacía amo y señor del partido, Mohamed mandó a la cancha a Zavala para acomodarlo en la recuperación junto a Gargano. Sacó a Ayoví (foto) y ciertamente ganó en tenencia, pero perdió en profundidad.

• Mejora notable
Rayados es el equipo que más goles recibió de cabeza a balón parado. Ante un equipo con un notable juego aéreo, Monterrey se comportó y sólo tuvo una que Goltz estrelló en el travesaño.
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