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A sus órdenes, jefe

El GP de Malasia dejó ver las vicisitudes de los nuemáticos Pirelli y, sobre todo, la dificil relación entre compañeros de equipo

GUADALAJARA, JALISCO (24/MAR/2013).- En Sepang las cosas se calentaron, pero lo que ahí sucedió ha sido parte de la historia de la Fórmula Uno moderna, y aquí quiero decirles que existió una época en que los pilotos eran entrañables amigos y que, incluso, se ayudaban entre sí y lloraban a los compañeros muertos en la pista. Era una cofradía de caballeros veloces.

La carrera de ayer mostró los diferentes rostros de lo que será la temporada 2013, y que lo mas interesante es que, “el factor Pirelli”, afectará a todos los equipos por igual. Quienes vieron la superioridad de Räikkönen en Australia, se sorprendieron de seguro verlo luchar contra su auto en Malasia, pero creo que las condiciones cambiarán en cada carrera, lo cual nos permitirá tener diferentes contendientes al triunfo y un espectáculo de primera.

Sebastian Vettel es un gran piloto y Webber también, pero hay niveles y Adrian Newey tendrá que poner la casa en orden, porque la “servidumbre le salió respondona”. No descarto que Webber salga del equipo Red Bull prematuramente. Y el mismo problema se repetirá en Mercedes, con la confrontación de Hamilton y Rosberg. Pero en este caso la inteligencia de Ross Brawn podrá mesurar la situación. En Ferrari, el rejuvenecido Massa, seguramente reclamará algunos triunfos para su propia cosecha, pese a tener a un gigante de compañero.

Algunos amigos me preguntan ¿cómo se gana la posición de ser el número uno en un equipo de carreras? Al día de hoy se ha vuelto más complicado poder decirlo con certeza. Influye, claro, el manejo, la experiencia, la comunicación, el carisma. Pero hoy se involucra también el marketing y el dinero que el piloto pueda aportar al equipo, y un buen jefe de equipo deberá resolver estos temas.

El legendario, John Wyer, uno de los mejores ''team manager'' de la historia, logró contener la rivalidad de sus pilotos Jo Siffert y Pedro Rodríguez en aquellos monstruos que eran los Porsche 917. A los jefes de equipo les pagan por ganar campeonatos y no por fortalecer los egos de los pilotos.

Hablando de nuestros pilotos, Checo Pérez y Esteban Gutiérrez, tenemos que reiterar la dificilísima temporada que afrontan con sus ''teammates'' de alta jerarquía. Ambos tendrán que ofrecer un esfuerzo extraordinario y estar continuamente en los puntos. Complicado, ¿verdad?

De la carrera es destacable el retorno de Mercedes, el avance de McLaren, y la desesperación de Pastor Maldonado (Williams) que ha perdido el sitio ganado a la postre de triunfar en un Gran Premio del 2012.

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