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* “Patito feo”

Merece reconocimiento la campaña que hasta ahora están realizando, aparentemente a despecho de lógica, el San Luis, obviamente... y, en menor medida, los “Tecos”

GUADALAJARA, JALISCO.- A reserva de lo que suceda de aquí a que termine la película, y al margen del riesgo de que, como sucede a veces, del plato a la boca se caiga la sopa —toquemos madera...—, merece reconocimiento la campaña que hasta ahora están realizando, aparentemente a despecho de lógica, el San Luis, obviamente... y, en menor medida, los “Tecos”.
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Si en vísperas o en los albores del Torneo de Apertura se hubiera hecho una encuesta para medir, en función del teórico potencial de los planteles o simplemente de las corazonadas de los aficionados, las perspectivas de los 18 equipos, difícilmente el San Luis, hoy por hoy líder de la clasificación general, y la Autónoma de Guadalajara, puntero en el llamado “Grupo de la Muerte”, hubieran merecido que se les concediera, a priori, en detrimento de los que parecerían favoritos naturales, el rango de protagonistas.

Los “Tecos”, sobre todo, anduvieron, hasta hace relativamente poco tiempo, volando bastante bajo. Se recordará que llegaron a estar en la lista de los equipos seriamente amenazados por el fantasma del descenso. La recuperación que han tenido es, a todas luces, significativa. Tanto así que, de los representantes del terruño, son los únicos que tienen, de momento, perspectivas serias de sacar boleto para participar en el campeonato propiamente dicho.
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Guadalajara y América, en cambio, principalmente por sus respectivos historiales, que no en vano los avalan como los equipos más populares de México, siguen siendo sendas decepciones: cuadros de medio pelo, que tratan de disimular, exclusivamente a base de corazón, las obvias flaquezas de sus argumentos futbolísticos.
Las “Chivas”, por ejemplo, pusieron el sábado a los “Tigres” en la lona. Tuvieron varias veces —tres en los pies de Omar Arellano, una más en los de Marco Fabián— la oportunidad de aplicarles la puntilla. Las malograron, una tras otra, de manera lamentable. Para colmo, cometieron los errores defensivos que permitieron que al rival le sucediera lo que a Lázaro: que se levantara... “y andara”.
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Por lo pronto, un par de apuntes marginales...
Uno: a raíz del reencuentro, ayer, de “Los Niños Catedráticos” —como llegó a conocerse al Atlas de los años sesentas—, una sentida evocación a los ya ausentes (Javier Novello, Paco González Gatica, Rodolfo “Güicho” Jáuregui y Ney Blanco de Oliveira)... y salud —¡mucha salud!— a los sobrevivientes.
Otro: bienvenido a casa, Héctor Huerta.
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