Deportes
* 'Manoseo'
Por Jaime García Elías
Se expone, sobre todo si los resultados no son bonancibles desde un principio, a que le digan que ya está como todos (o casi todos...) sus predecesores en el puente de mando de la Selección Nacional: “manoseando” jugadores.
Se expone a que se menosprecien los beneficios que eventualmente deje el primer episodio de su “era” como timonel del “Tri”, a la vista de que el adversario --Bosnia-- en su presentación oficial en el cargo más celosamente analizado por los cien millones de expertos en futbol que hay en este país, confronta serios problemas para armar el elenco con que enfrentará el amistoso del próximo martes.
*
Sin embargo, Chepo de la Torre ha comenzado, desde la confección de la primera lista de jugadores, por la lógica...
De entrada, ha excluido a jugadores que todavía estuvieron en la etapa culminante en la “era” de Javier Aguirre, pero que difícilmente llegarán, cuando menos, a las etapas intermedias del incipiente proceso... o que, de plano, no dieron el grado en el Mundial de Sudáfrica; de los primeros, por ejemplo, el “Conejo” Pérez o Rafael Márquez; de los segundos, Guille Franco o el “Bofo” Bautista.
Después, ha convocado a jugadores que han dado señales de tener la onza de oro en el bolsillo, pero que quizá necesiten el espaldarazo para explotarla; serían los casos de los atacantes Cacho y De Nigris.
Adicionalmente, ha llamado a los “europeos” que más regularidad han tenido con sus equipos o con la propia Selección: de aquéllos --excluirlo de la lista sería exponerse a que las turbas lo crucifiquen--, el “Chicharito” Hernández; de éstos, Giovani dos Santos, quien retrató muy bien el conflicto interior que vive desde hace un año: inamovible (o casi) en el “Tri”... y “apestado” (o casi) en el Tottenham.
*
Un técnico nacional tiene una enorme ventaja con respecto a sus colegas que ejercen en los equipos de club: que tiene a su disposición a prácticamente todos los futbolistas registrados en el país. Sería, por tanto, una necedad renunciar, a priori, a la posibilidad de convocar a todos los que pueda para observarlos de cerca y para comprobar si puede sacarles el máximo beneficio.
Por contrapartida, tiene en contra --y lo sabe...-- la responsabilidad de tener que rendir cuentas a demasiados jueces a los que no les tiembla la mano para firmar sentencias de muerte.
Así que...
Se expone a que se menosprecien los beneficios que eventualmente deje el primer episodio de su “era” como timonel del “Tri”, a la vista de que el adversario --Bosnia-- en su presentación oficial en el cargo más celosamente analizado por los cien millones de expertos en futbol que hay en este país, confronta serios problemas para armar el elenco con que enfrentará el amistoso del próximo martes.
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Sin embargo, Chepo de la Torre ha comenzado, desde la confección de la primera lista de jugadores, por la lógica...
De entrada, ha excluido a jugadores que todavía estuvieron en la etapa culminante en la “era” de Javier Aguirre, pero que difícilmente llegarán, cuando menos, a las etapas intermedias del incipiente proceso... o que, de plano, no dieron el grado en el Mundial de Sudáfrica; de los primeros, por ejemplo, el “Conejo” Pérez o Rafael Márquez; de los segundos, Guille Franco o el “Bofo” Bautista.
Después, ha convocado a jugadores que han dado señales de tener la onza de oro en el bolsillo, pero que quizá necesiten el espaldarazo para explotarla; serían los casos de los atacantes Cacho y De Nigris.
Adicionalmente, ha llamado a los “europeos” que más regularidad han tenido con sus equipos o con la propia Selección: de aquéllos --excluirlo de la lista sería exponerse a que las turbas lo crucifiquen--, el “Chicharito” Hernández; de éstos, Giovani dos Santos, quien retrató muy bien el conflicto interior que vive desde hace un año: inamovible (o casi) en el “Tri”... y “apestado” (o casi) en el Tottenham.
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Un técnico nacional tiene una enorme ventaja con respecto a sus colegas que ejercen en los equipos de club: que tiene a su disposición a prácticamente todos los futbolistas registrados en el país. Sería, por tanto, una necedad renunciar, a priori, a la posibilidad de convocar a todos los que pueda para observarlos de cerca y para comprobar si puede sacarles el máximo beneficio.
Por contrapartida, tiene en contra --y lo sabe...-- la responsabilidad de tener que rendir cuentas a demasiados jueces a los que no les tiembla la mano para firmar sentencias de muerte.
Así que...
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