Deportes

* La otra cara

Por Jaime García Elías

“A confesión de parte --reza un principio general de derecho--, relevo de prueba”.
En otras palabras: si José Luis Real, en persona, declara que las “Chivas”, el sábado, ante Jaguares, jugaron “su peor partido” del campeonato, es innecesario que tanto los críticos como los detractores sistemáticos del “Rebaño Sagrado” se devanen las meninges para hacer leña del árbol caído.
En todo caso, lo llamativo es que el Guadalajara salte, sin transición, de lo sublime a lo ridículo: que tras haber dado, una semana antes, ante el Pachuca, su mejor partido de mucho tiempo --y, sobre todo, de dar pie a que sus turiferarios aseveraran que Real había encontrado la fórmula segura del éxito, apostando por la juventud de Gallaga y Mora--, viniera una penosa exhibición de inoperancia.

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Y la incógnita queda en pie: ¿cuál es el verdadero rostro, hoy por hoy, del equipo más popular de México?
Lo más probable es que no sea tan refulgente como el que aplastó a los “Tuzos”... ni tan chambón como el que volvió de Chiapas con las manos vacías.

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El Atlas, mientras tanto, se reconcilió con los devotos de la causa: una sola victoria --la del sábado-- en el ciclo de cuarto partidos especialmente problemáticos, fue suficiente para reinstalarlo (a la par con San Luis y América) entre los mejores de su grupo.
Sin ser claro favorito, porque tenía enfrente al campeón --nada menos--, el pelotón rojinegro aprovechó tres circunstancias propicias para llevarse el gato al agua: una, su condición de local; otra, los regalos de Jonathan Orozco (la falta sobre Alférez para el penalty que Espinosa convirtió en el gol del triunfo) y Osvaldo Martínez (la tonta expulsión por inconformarse con una decisión arbitral, pateando el balón contra el silbante, para dejar a su equipo en inferioridad numérica); y la principal: la ausencia, por lesión, de Suazo en el ataque reynero. (El “Chupete” es el único jugador que “hace diferencia” --como ahora se dice-- en el Monterrey).

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Los Estudiantes Tecos, en tanto, regresaban de su visita a los Pumas humillados y desplumados... mientras el América daba una de las campanadas más sonoras de la jornada al vencer al Toluca con un marcador que dará pie, seguramente, a que Carlos Reinoso diga que su equipo está en vías de ser el espejo de lo que fue él mismo como jugador.
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