Deportes

* Dardos

Por Jaime García Elías

No es la primera vez que el analista francés Poyetán Le Blanch pone al futbol mexicano en el blanco de sus dardos... y acierta.

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Ya sucedió el año pasado, cuando se atrevió a llevar la contraria a quienes apostaban a que el Mundial de Sudáfrica sería “histórico” para el “Tri”... y el tiempo le dio la razón.
Ahora, en el contexto de la participación de Jaguares, San Luis y América en la Copa Libertadores, Le Blanch empuña el arco, pone la flecha, tensa la cuerda... y dispara.
Sostiene que la aventura de los tres equipos mexicanos en el torneo más prestigioso del continente, a nivel de clubes, se resolverá con sendos fracasos. Recuerda que el América ya fue, alguna vez, semifinalista en ese certamen, y que Cruz Azul y Guadalajara acariciaron el título... aunque, a la postre, se quedaron con las ganas de hacerlo suyo. Subraya que se trata de equipos “con envergadura, que monetariamente podrían beneficiar a la Conmebol”... pero, en último análisis, “con un futbol ingenuo”. Repara en que en la edición en curso, ni Jaguares ni San Luis --cuadros modestos en el panorama nacional... sin demérito de los logros que los lanzan con todo y ropa al estanque de la Libertadores-- parecen tener estatura futbolística ni perspectivas reales de llegar lejos. Dice que son “Cenicientas después de las 12, con más calabazas que carroza”. Concede una mínima posibilidad al América, “a fuerza de billetes --alude, obviamente, a sus figuras-- y a la altura de la ciudad de México”, aunque advierte que sus rivales de grupo (Fluminense, Argentinos Juniors y Nacional de Montevideo), para decirlo pronto, le quedan grandes.

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El diagnóstico de Le Blanch, en el sentido de que la Liga, en México, es “más comercial y espectacular que buena, competitiva”, ocasionara que más de algún “masiosare” a ultranza se desgarre las vestiduras y trate --como decía Don Roque, el muñeco de Paco Miller-- de “rajarle la cara” a base de discursos capeados (es decir, envueltos en huevo)... La aseveración de que el futbol mexicano es un “paraíso fiscal” en que se refugian jugadores sudamericanos (alude a argentinos, colombianos y paraguayos) más bien mediocres, le ganará, seguramente, ofensas, cuchufletas, ironías.
Después de todo --y habida cuenta de que el tiempo, como la otra vez, le dará la razón--, sigue siendo cierto que “la verdad no peca... pero incomoda”.
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