Deportes

* Cosas del futbol

Por Jaime García Elías

Cosas del Futbol I: el Guadalajara perdió en casa, cuando sus panegiristas sostenían que ya había encontrado y estaba en vías de patentar la fórmula de la invencibilidad, primero, porque Héctor Reynoso decidió que las “Chivas” no aceptan goles de regalo; por ello pasó a la historia como uno de los pocos futbolistas que falló un penal que se ejecutó... tres veces. Y segundo, porque Baloy, más apenado que orgulloso, reconoció haberse salido de su estilo en el disparo --ya en el minuto 93-- con que se escribiría la historia: de aire, de zurda, al ángulo; ¡imparable, por definición! (Por citar a un clásico, Luis de la Torre --un abrazo, Luis-- diría: “Le pegó como si supiera”).

*
Cosas del Futbol II: el Atlas acertó a levantarse de la lona en que lo puso, en las primeras escaramuzas de su partido en Pachuca, un zapatazo vulgar del colombiano Anchico, merced a un gol “sui géneris” donde los haya: un gol que en las estadísticas se adjudicará al “Chango” Moreno, pero cuya paternidad corresponde, 100 %, al silbante Érim Ramírez: tiro libre de Moreno, balón a la cara interna del travesaño, rebote perpendicular hacia la línea de meta. Fue gol porque el silbante --avalado por el correspondiente juez de línea-- así lo decidió... obviando el requisito (Regla X) de que “el balón traspase totalmente le línea de meta, entre los postes y debajo del larguero”... Ya en los minutos finales, el “Chango” hizo el segundo: un golazo que, para reparar la posible injusticia..., valía por dos.
(En el Mundial de México-86, en el partido contra Brasil, en el Estadio Jalisco, el silbante invalidó, injusta pero reglamentariamente, un golazo a España. Un periódico ibérico, en alarde de objetividad, “cabeceó” así la crónica: “El balón entró... pero no fue gol”. El sábado sucedió exactamente lo contrario: el balón no entró... pero fue gol).

*
Cosas del Futbol III: al perder un partido teóricamente diseñado para resolverse con victoria, el Guadalajara dejó en veremos la posibilidad de salvar la campaña colándose a la Liguilla, aunque sea como intruso. Y al ganar un partido en que parecía cantada la derrota, el Atlas --el monumento más perfecto a la irregularidad en el futbol mexicano-- está en vías de celebrar 60 años de su legendario título, mordiendo, junto con Toluca y América, el hueso de la clasificación.
Síguenos en

Temas

Sigue navegando