Cultura
Yo creo en la soledad del acto creador: Ignacio Padilla
El escritor destaca que esta experiencia le asoma un cierto terror
El escritor que ha reventado ensayos meticulosos y pulcros, destaca que esta experiencia -la primera en su trayectoria- le asoma un cierto terror, aunque considera que la intervención está directamente ligada a la misma ritualidad del cuento.
"Estoy aterrado. Las obras colectivas suelen ser caóticas. Soy un contador de historias, un cuentista en el que su actividad su actividad es solitaria y muy exigente en términos de forma en los que puedes revisar y corregir. Tú eres el único responsable del producto narrativo que se genere después de una experiencia en solitario. El producto que suele generar un JAM suele ser un desastre, porque muchos cocineros siempre van a arruinar el caldo. El resultado de esta actividad no es una gráfica, no será un cuento que sea publicado más adelante".
Lo que le resulta atractivo de esta exploración literaria es justamente el epicentro de la instantaneidad durante el proceso de creación simultaneo, así como la integración y presencia del mismo público asistente.
Aunque el JAM rompe con el proceso individual de creación de Ignacio Padilla, el también autor de "Los reflejos y la escarcha", es una oportunidad de retornar a ese génesis oral del cuento y las historias.
"Por un lado, el JAM te muestra lo multigenérico y la hibridación en la literatura. En este caso somos un escritor y un monero -que es José Ignacio Solórzano "Jis"- que al mismo tiempo estará todo congregado por lo musical. Una de las cosas importantes es la improvisación, y en ese sentido el JAM está vinculado con los duelos de albures o los duelos de canciones de Jorge Negrete y Pedro Infante, o la peleas de gallos y el jazz".
Entre lo breve y lo contado
Los esfuerzos por enaltecer la gracia y esencia del cuento no es una novedad en la FIL tapatía, pues desde hace siete años la feria letrista formuló exitosamente el Encuentro Internacional del Cuento, espacio que por cuarta ocasión es coordinado por Ignacio Padilla.
"El Encuentro Internacional de Cuentitas que ya se ha convertido en un ritual, tiene un público muy devoto y ávido que todos los años asiste. Es una delicia, porque la nómina de autores que han es cada vez más amplia, muy sólida y la gente le gusta mucho participar", explica Padilla al referirse a autores como Guadalupe Nettel (México), Edmundo Paz Soldán (Bolivia), Alejandra Costamanga (Chile), Karmele Jaio (España), Ana María Shua (Argentina), Álvaro Uribe (México) , Paul Viejo (España) y Julián Herbet (México).
"Al público le gusta escuchar a los escritores leer sus propios cuentos. Por lo general, los escritores somos nuestros propios enemigos a la hora de leer nuestra propia obra, pero es parte de la ritualidad, es como invocar los tiempos paleolíticos o antiguos donde alguien contaba una historia".
*Guadalupe Nettel (El matrimonio de los peces rojos) considera que el proceso de escritura literaria es un tanto esquizofrénico. ¿Compartes esta idea?
-Todos los escritores y lectores construimos castillos en el aire, en ocasiones algún loco decide vivir en ellos, pero eso ya es un proceso de psicosis en el que tratamos de mantenernos ajenos. (el proceso) es una articulación de miedos y deseos que hacemos en solitario hablándole a un lector fantasma, que no es otra cosa que nosotros mismos.
De pronto esta actividad tan íntima y personal en la complicación nuestros demonios, ante lo público es casi impúdico exhibicionista y aterrador en muchos sentidos. Hay que hacerlo, porque hay que volver a esa raíz. Yo creo en la soledad del acto creador.
*El cuento ya no está presente en las páginas editoriales de circulación diaria ¿Se necesita regresar a ello?
-Hay una evidente y visible agonía en la muerte de los espacios culturales, eran los propicios para el cuento, donde tuvimos a un Borges, a un Rulfo, a un Arreola, a los mejores cuentistas del siglo XX porque había un vínculo entre los periódicos y los espacios culturales para la narrativa breve.
No debemos asustarnos, ahora tenemos otros espacios y soportes técnicos para la literatura breve que son el Twitter y los blogs, más que Facebook, es ahí donde el cuento por naturaleza va a encontrar el espacio que perdió después de la desaparición de los suplementos culturales.
¿Existe una presión por parte de las editoriales o puntos de venta para promover más a la novela?
-Las editoriales, en el fondo, reaccionan a lo que está pidiendo el público. En este momento la sociedad está necesitando novelas tipo siglo XIX, que ya no son novelas enormes como "Los Miserables", sino que ahora son por sagas. Los niños de hoy tienen siete volúmenes de "Harry Potter" o tres de "Los Juegos del Hambre", están buscando grandes sagas, cualquier cosa, menos cosas breves.
Frase:
"Las editoriales no son culpables de que no se lea mucho cuento, es la sociedad a la que no le interesa este tipo de género mayoritariamente hablando". Ignacio Padilla, cuentista y ensayista.
EL INFORMADOR / NORMA GUTIÉRREZ
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