Cultura

¿Y si Van Gogh no se suicidó?

Steven Naifeh y Gregory White Smith, autores de la última biografía del artista, sostienen que murió a causa de un disparo accidental

MADRID, ESPAÑA (17/DIC/2012).- Una de las escenas más desgarradoras de la historia del arte, hasta hace poco incuestionada, señala el 27 de julio de 1890 como el final de la vida atormentada de Vincent van Gogh. Con sólo 37 años, se disparó un tiro en el pecho mientras paseaba por la mismas tierras que acababa de pintar en Campo de trigo con cuervos (julio de 1890), obra considerada premonitoria de la tragedia que aguardaba al artista. Pero el episodio, parte indispensable de la gran mitología del arte moderno, quizá no transcurriese así: hubo un disparo, pero no un suicidio.

Las balas que acabaron con la vida del pintor procedían de la escopeta de unos jóvenes cazadores. Al menos, esa es la conclusión de dos historiadores y expertos norteamericanos, Steven Naifeh y Gregory White Smith, en la monumental biografía Van Gogh. La vida (Taurus). En sus 830 páginas, traducidas por Sandra Chaparro, se desentrañan muchos de los misterios que aún hoy envuelven al artista.

Ganadores de un Pulitzer por una biografía de Jackson Pollock, los autores publicaron su investigación sobre Van Gogh hace un año. No sólo aportan una versión sobre los últimos momentos del artista, sino que, gracias a documentos inéditos, enriquecen la visión que hasta ahora se tenía sobre su concepción del arte, el peso de la religión, su azarosa vida sentimental y sus insoportables depresiones. Por sorprendente que parezca, la nueva interpretación de la historia de Naifeh y White ha sido recibida con escasas reticencias por la comunidad científica. Los dos autores advierten que su estudio no descarta totalmente ninguna opción.

“Nunca decimos categóricamente que Van Gogh no se suicidó. Lo que decimos es que, dado el peso de la evidencia, un disparo accidental es mucho más probable. Algunos psiquiatras nos han dicho que creen que la nueva explicación de la muerte de Van Gogh tiene mucho más sentido dado su estado mental. Uno de los aspectos más fuertes de la personalidad de Van Gogh era su extraordinaria voluntad de seguir viviendo y trabajando a pesar de una vida calamitosa. De hecho, en algunas de sus cartas decía que el suicidio era un acto de cobardía”.

El aporte de la nueva era de la información

Las nuevas tecnologías han sido esenciales para reconstruir la vida del creador. Una aplicación de software, creada especialmente para ellos les permitió digitalizar el archivo entero: no sólo las cartas de Van Gogh y otras fuentes primarias, también las fuentes secundarias, así como la literatura que leyó el pintor.

Sólo hay un periodo que no ha podido ser detalladamente estudiado: los años que compartió con su hermano Theo en París. Es un tiempo sin apenas cartas a la familia ni, obviamente, al hermano. En la biografía se reconstruye este periodo crítico en su vida recurriendo a otros expertos. ¿Qué hubiera sido de Van Gogh sin Theo? “No habría habido ningún Vincent. Theo le proporcionaba su único soporte financiero y emocional. Vincent jamás habría sobrevivido, mucho menos creado su magnífico cuerpo de trabajo, si Theo no lo hubiese apoyado tan generosamente”.

Con información de El País

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