Cultura
Weber y Brahms sonarán en el Templo Aranzazú
Esta actividad es la última de la sección Música en Iglesias del festival impulsado por la fundación J. Álvarez del Castillo
GUADALAJARA, JALISCO (22/MAY/2012).- Los impresionantes retablos barrocos dorados del Templo de Aranzazú, serán testigos del concierto romántico de este miércoles 23 de mayo, en el que cinco músicos originarios de México, Estados Unidos, Letonia y Eslovaquia interpretarán a Weber y a Brahms.
El quinteto de clarinete y cuerdas se formó especialmente para participar en el décimo quinto Festival Cultural de Mayo, por el gusto y la necesidad de sus miembros de profundizar en el repertorio de la música de cámara. La actividad es la última de la sección Música en Iglesias del festival impulsado por la fundación J. Álvarez del Castillo.
Los músicos mexicanos Xóchitl García (clarinete) y Julio Serna Villalobos, el eslovaco Robert Markus (segundo violín), el estadounidense Robert Nelson (viola) y la letona Laila Kanniña Rozenbaha (cello), presentarán dos obras maestras del período Romántico de compositores alemanes.
La primera obra en el programa está constituida por los cuatro movimientos del Quinteto Op.34 para clarinete, dos violines, viola y cello, compuesto en 1815 por Carl Maria von Weber.
Con excepción de sus trabajos para solos de instrumentos con acompañamiento de piano -entre las cuales hay seis sonatas para violín-- Weber produjo únicamente tres piezas de música de cámara, entre ellas el quinteto de clarinete Op.34, en 1815.
Más que una interacción entre los instrumentos, en la que todos tienen igual voz en el discurso sonoro, la música de cámara de Weber y en particular esta pieza, es más parecida a un concierto con solo de clarinete donde las cuerdas fungen como acompañantes, lo que no resulta raro para quien fuera mayormente un compositor de ópera.
Sonarán en la segunda parte del concierto tres movimientos del Quinteto Op.115 en Si menor para clarinete, dos violines, viola y cello, compuestos por Johannes Brahms en 1891.
El quinteto para clarinete de Brahms es una de las obras con mayor distinción en el repertorio de música de cámara. La impresión que dejó en el público de la época fue profunda: después de su publicación en 1892, de publicó arreglada para piano a cuatro manos, como sonata para violín y piano y como sonata para clarinete y piano. Incluso en el estreno, el éxito fue tal que se tuvo que repetir el segundo movimiento.
Los cinco músicos que tocarán este miércoles 23 de mayo a las 20:45 horas en el Templo de Aranzazú (Avenida 16 de septiembre), cuentan con una amplia experiencia en el seno de formaciones orquestales como la Orquesta Filarmónica de Jalisco, la Orquesta Sinfónica de Castilla y León en Valladolid, la primera Orquesta de Cámara Femenil de Austria, la Orquesta Filarmónica del Danubio en Viena, entre otras. De igual forma están dedicados a la docencia en instituciones como el Departamento de Música de la Universidad de Guadalajara y la Escuela de Música del Ayuntamiento de Guadalajara.
EL INFORMADOR / EUGENIA COPPEL
El quinteto de clarinete y cuerdas se formó especialmente para participar en el décimo quinto Festival Cultural de Mayo, por el gusto y la necesidad de sus miembros de profundizar en el repertorio de la música de cámara. La actividad es la última de la sección Música en Iglesias del festival impulsado por la fundación J. Álvarez del Castillo.
Los músicos mexicanos Xóchitl García (clarinete) y Julio Serna Villalobos, el eslovaco Robert Markus (segundo violín), el estadounidense Robert Nelson (viola) y la letona Laila Kanniña Rozenbaha (cello), presentarán dos obras maestras del período Romántico de compositores alemanes.
La primera obra en el programa está constituida por los cuatro movimientos del Quinteto Op.34 para clarinete, dos violines, viola y cello, compuesto en 1815 por Carl Maria von Weber.
Con excepción de sus trabajos para solos de instrumentos con acompañamiento de piano -entre las cuales hay seis sonatas para violín-- Weber produjo únicamente tres piezas de música de cámara, entre ellas el quinteto de clarinete Op.34, en 1815.
Más que una interacción entre los instrumentos, en la que todos tienen igual voz en el discurso sonoro, la música de cámara de Weber y en particular esta pieza, es más parecida a un concierto con solo de clarinete donde las cuerdas fungen como acompañantes, lo que no resulta raro para quien fuera mayormente un compositor de ópera.
Sonarán en la segunda parte del concierto tres movimientos del Quinteto Op.115 en Si menor para clarinete, dos violines, viola y cello, compuestos por Johannes Brahms en 1891.
El quinteto para clarinete de Brahms es una de las obras con mayor distinción en el repertorio de música de cámara. La impresión que dejó en el público de la época fue profunda: después de su publicación en 1892, de publicó arreglada para piano a cuatro manos, como sonata para violín y piano y como sonata para clarinete y piano. Incluso en el estreno, el éxito fue tal que se tuvo que repetir el segundo movimiento.
Los cinco músicos que tocarán este miércoles 23 de mayo a las 20:45 horas en el Templo de Aranzazú (Avenida 16 de septiembre), cuentan con una amplia experiencia en el seno de formaciones orquestales como la Orquesta Filarmónica de Jalisco, la Orquesta Sinfónica de Castilla y León en Valladolid, la primera Orquesta de Cámara Femenil de Austria, la Orquesta Filarmónica del Danubio en Viena, entre otras. De igual forma están dedicados a la docencia en instituciones como el Departamento de Música de la Universidad de Guadalajara y la Escuela de Música del Ayuntamiento de Guadalajara.
EL INFORMADOR / EUGENIA COPPEL
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