Cultura

Villoro, Aristegui y Cacho hablan sobre la violencia en México

En un breve espacio, se reúnen para hablar de la situación de violencia que se vive en el país

GUADALAJARA, JALISCO (02/DIC/2014).- En un breve espacio concedido por el presidente de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Raúl Padilla, se reunieron el escritor Juan Villoro y las periodistas Carmen Aristegui y Lydia Cacho para abordar la situación de violencia que se vive en el país.
 
Luego de que Raúl Padilla declarara que en la Feria "siempre habrá lugar para la libertad de expresión", el primero en tomar la palabra fue Juan Villoro, quien habló del problema de la violencia como un problema que atañe a toda la sociedad. Dijo que se trataba de un grave problema de "descomposición social" en el que hablar de la violencia era convertirse en un posible "daño colateral, como le llaman los políticos".
 
En este clima de violencia las mujeres han jugado un papel fundamental, precisó el escritor, y recordó aquellas historias de los hombres que iban a las guerras mientras que las mujeres se dedicaban a preservar la vida de las familias en los hogares. Mencionó también al colectivo de mujeres denominadas "Las Patronas", que se dedican a ayudar a los migrantes.
 
Así, se dio paso para introducir a las periodistas Carmen Aristegui y Lydia Cacho, de quienes se refirió como "dos protagonistas de lo que se puede decir y de cómo debe decirse".
 
Carmen, dijo Villoro para ceder la palabra a la periodista, quiere decir "poesía" y también significa "jardín". Pero en México, Carmen significa también honestidad y valentía para informar, agregó, a lo que siguió un aplauso general por el público.
 
Y Lydia Cacho no ha cerrado los ojos ante el horror, diría para hablar de su compañera. "En un mundo donde el infierno no está lejos, que está a la vuelta de la esquina, ella abre un espacio, abre la ventana a donde no está el infierno" añadió.
 
Aristegui aprovechó su espacio para hablar de las distintas formas de violencia que vive el país.
 
Ante la ola de asesinatos y desapariciones, hay que agregar que hay otras formas de violencia. "Lo más brutal, expresó, es cuando se asesina a un periodista, porque elimina el derecho a la información a la sociedad".
 
"Y hay que agregar las distintas manifestaciones de agresión a la prensa. Por ejemplo, vía redes sociales".
 
La periodista matizó diciendo que no se trata de regular las redes sociales, sino que se puede observar e identificar el comportamiento de las mismas en conversaciones o foros en internet, donde cabe de todo, "desde mentadas de madre" hasta cualquier clase de opinión. Pero "otra cosa es, siguió, cuando un grupo de poder genera campañas con propósitos de aniquilamiento moral mediante la intervención de las redes para agredir, difamar o desvirtuar a un individuo, periodista o medio de comunicación".
 
Posteriormente se manifestó en torno al caso Ayotzinapa, al que se refirió como un "detonador, una sacudida y nos permitió mirarnos al espejo, hablar de ellos", dijo.
 
Aclaró que no es que la sociedad no estuviera al tanto de lo que ocurría, pero Ayotzinapa provocó "una ola solidaria a nivel nacional e internacional. Es una gran oportunidad para México", declaró.
 
Antes de pasar el micrófono a Lydia Cacho, Aristegui propuso nombrar en voz alta "a los desaparecidos, a los que no están aquí y deberían estar" y pasó a mencionar el nombre de cada uno de los 43 normalistas mientras que el público respondía "presente" para hacer simbólica la presencia de los estudiantes.
 
Lydia Cacho, por su parte, pasó a hacer un breve recuento de su experiencia con su trabajo para denunciar la red de trata infantil que operaba en México protegida por el gobierno y que puso en riesgo su vida.
 
"Yo preferiría haber muerto, hubiera sido mejor que me asesinaran antes que haber firmado un documento que desmintiera el caso de trata para salvar mi vida", recordó la también escritora.
 
Finalizó poniendo énfasis en la responsabilidad que tienen los medios de comunicación de hacer periodismo veraz y honesto. "En todas partes hay periodistas que quieren documentar la realidad. Nosotros creemos en el prestigio y no en la fama. La fama es pasajera, el prestigio nadie lo puede dar", manifestó.
 
También resaltó los constantes intentos de diversos gobiernos y grupos de poder de callar las voces honestas y destacó la labor periodística de Artículo 19, quienes, dijo, se han dedicado a defender a los periodistas y a documentar como se vive el desgaste físico, emocional y económico de quienes intentan contar las verdades en este país".
 
EL INFORMADOR / MARIO MORALES
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