Cultura

Vasconcelos, figura en la creación de cultura nacional

De acuerdo con expertos, el Apostol de la educación tuvo un papel fundamental en el ámbito cultural tras la Revolución Mexicana en nuestro país

CIUDAD DE MÉXICO.- El debate sobre el significado de la Revolución Mexicana es un asunto que desde el punto de vista historiográfico no se ha saldado, de hecho, en la actualidad apunta hacia nuevas directrices, expresó el investigador social Javier MacGregor Campuzano.

Según el investigador, la polémica del revisionismo frente a la ortodoxia en los años 80 apunta hacia nuevas directrices que tienen que ver con el terreno de los significados del texto, la negociación, la vuelta a la narrativa y a una especie de solipsismo extraño tratándose de la materia histórica.

Pero un aspecto en el que podrían estar de acuerdo los historiadores, es en el ámbito cultural, donde se presentó un cambio fundamental y en él, explicó, la figura del llamado "Apostol de la educación", José Vasconcelos Calderón, desempeñó un papel sustancial.

En la presentación de una serie de ensayos dedicados a la figura de José Vasconcelos, publicados por la revista Casa del Tiempo de la Universidad Autónoma Metropolitana, el especialista en historia política de México asegura que la polémica acompañó siempre la actuación del político oaxaqueño desde que ingresó activamente al Ateneo de la Juventud.

Su activo maderismo, su paso por la Convención revolucionaria, su breve gestión como rector de la Universidad Nacional y su labor trascendental, como fundador y primer encargado de la Secretaría de Educación Pública en 1921, son algunos de temas que son abordados por especialistas de la obra de Vasconcelos.

Perteneciente a dos tiempos históricos: el del fin de Porfiriato y del inicio de la Revolución mexicana, su pensamiento y su obra permite acercarse no sólo al personaje, sino a su cultura y a las ideas de su época, expresó por su parte la historiadora Betzabé Arreola Martínez.

La investigadora de la UAM agrega en su ensayo José Vasconcelos: El caudillo cultural de la Nación, que durante la conformación del Estado-Nación, tras la guerra civil, este abogado, político y escritor mexicano jugó un papel fundamental al otorgarle una dimensión filosófica, histórica y antropológica al problema de heterogeneidad étnica.

De este modo, subrayó, se puede afirmar que Vasconcelos fue una pieza fundamental en la creación de una cultura nacional, a partir de la cual, se instituiría el nacionalismo del México moderno.

Vasconcelos consideraba que sería a través de la educación de las masas como se podía llegar a transformar a los "mexicanos", en "nuevos ciudadanos", ideales expresados en su tesis filosófica más importante en el que postulaba que "todo acto enérgico del espíritu se resolvía en un acto estético".

De ahí el gran impulso que dio a la pintura mural, la música y la literatura vernácula, como expresiones de una cultura nacional mexicana o la genuina nacionalidad en términos del propio Vasconcelos, cuyas raíces político-nacionalistas buscaban legitimar el régimen posrevolucionario.

Respecto a su faceta de constructor del proyecto educativo nacional, primero en la Universidad Nacional y luego como secretario de Educación Pública (SEP), el académico de la UAM, Federico Lazarín Miranda, expuso que Vasconcelos dio una interpretación propia al artículo tercero constitucional.

Desde esa posición inició un ambicioso proyecto cultural en el país que adoptó tintes humanistas gracias a la instalación de bibliotecas públicas en todo el país y un amplio programa de publicación de textos de literatos y científicos nacionales y extranjeros.

En su ensayo "José Vasconcelos. Apostol de la educación", el investigador advierte que a la fecha, la SEP sigue conservando características básicas que le imprimió el filósofo, es decir, la educación masiva a través de una dependencia de alcance federal.

Sobre el pensamiento filosófico de Vasconcelos Calderón, el doctor en historia por la Universidad de Cadiz, España, Alejandro Estrella González, señala que el impacto de su obra sobre la evolución posterior del pensamiento mexicano fue relativamente pobre.

Esto, aclara, obedece a condiciones estrictamente estructurales, relativas a los cambios acaecidos en el mercado intelectual mexicano a partir de la década de 1930, debido a la creación de un nuevo tipo de demanda filosófica.

"Digamos que deja de ser un producto atractivo para una joven generación de filósofos que encuentran en la fenomenología, el marxismo o el neokantismo, una oferta más adecuada a las nuevas condiciones de tecnificación y especialización en las que se embarcaba la filosofía mexicana", apuntó.

El historiador dedica un amplio ensayo al pensamiento filosófico de este educador en el que destaca su liderazgo carismático, su vida intelectual como miembro activo del Ateneo de México, su valoración del proceso revolucionario y su ideología sobre lo que debía ser la educación.
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