Cultura
Vargas Llosa explora la literatura de Onetti
El escritor peruano visita la FIL. Su primera actividad fue la conferencia titulada “El viaje a la ficción”
La ficción es uno de los atractivos de la obra Vargas Llosa. La esencia de sus historias convocó a casi mil personas que asistieron a la conferencia magistral en homenaje a Juan Carlos Onetti que se tituló “El viaje a la ficción”.
La cita era a las 19:30 horas, pero los seguidores de Vargas Llosa llegaron con bastante antelación, al menos 30 minutos antes de la ponencia. Cuando se permitió el acceso comenzó una carrera para encontrar el mejor lugar o una silla disponible.
El escritor peruano llegó acompañado por el periodista Juan Cruz, quien presentó y cuestionó a Vargas Llosa para que así se generara un diálogo que gustó a los asistentes que celebraron al final de la ponencia con un nutrido aplauso.
La primera de las preguntas de Juan Cruz fue: “¿Cómo te enfrentas tú a la ficción?”. El autor peruano señaló que la respuesta podría tomar toda la charla. Expresó que la ficción nace cuando “nuestros remotos antepasados en el mundo más primitivo, después de descubrir el lenguaje y la comunicación inteligente se reunieron entre ellos y empezaron a contarse historias, que al principio debieron ser recuerdos, memorias, a las que la fantasía fue enriqueciendo”.
Vargas Llosa destacó que sólo en la ficción se puede ser lo que se quiera o se piense. Añadió que sólo mantuvo una charla profunda y seria con el escritor Juan Carlos Onetti.
Recordó que compartieron un viaje y le llamó la atención ver que Onetti se la pasaba en la habitación del hotel. Después de algún tiempo, el autor peruano descubrió que su compañero de viaje no necesitaba salir porque tenía en los terrenos de la ficción la posibilidad para realizar el viaje que deseara.
Las interrogantes elaboradas por Cruz permitieron que Vargas Llosa presentara al personaje que inspira su reciente novela El viaje a la ficción. Dijo que si comparara su relación con la literatura la suya sería conyugal y la de Onetti un adulterio.
Al finalizar el diálogo, Vargas Llosa invitó a los lectores a acercarse a la obra literaria de Juan Carlos Onetti, el escritor homenajeado de la velada.
Mario Vargas Llosa capata los reflectores
El escritor peruano recorrió la Feria y se llevó consigo títulos pendientes en su biblioteca personal.
En la recta final de la Feria Internacional del Libro, las luminarias siguen desfilando por los pasillos. Ayer fue el escritor hispano-peruano Mario Vargas Llosa quien robó los reflectores a su paso por la FIL; y no era para menos. Uno de los invitados especiales, y quien además de presentar un libro e impartir una charla en honor a Onetti abrió anoche una exposición gráfica en el Instituto Cultural Cabañas, presenta hoy su libro La libertad y la vida.
Escritor, líder de opinión, amante de las letras. Así es Vargas Llosa, quien ayer se permitió compartir la energía de la FIL como uno más de sus visitantes, recorriendo stands, fotografiándose con la gente, autografiando libros a quienes lo identificaron, y sobre todo siendo un lector en buca de nuevos títulos para su biblioteca.
Fue la curiosidad la que lo llevó a hojear volúmenes como La edad de las tinieblas, de José Emilio Pacheco; La tinta negra y roja, de Miguel León Portilla, o Cartas de un joven escritor, de Juan Carlos Onetti, siempre con la mejor disposición. Sin embargo, hubo más de 100 decepcionados, quienes aguardaron en vano su llegada a la firma de autógrafos programada por la tarde. De cualquier manera, no hubo desconsideraciones de su parte, ya que envió un mensaje a los desilucionados para disculparse por su ausencia. Hubo quienes vinieron de estados vecinos, como Aguascalientes, sólo para ver al escritor.
Mario Vargas Llosa capta los reflectores
En la recta final de la Feria Internacional del Libro, las luminarias siguen desfilando por los pasillos. Ayer fue el escritor peruano Mario Vargas Llosa quien robó los reflectores a su paso por la FIL; y no era para menos. Uno de los invitados especiales, y quien además de presentar un libro e impartir una charla en honor a Onetti abrió anoche una exposición gráfica en el Instituto Cultural Cabañas, presenta hoy su libro La libertad y la vida.
Escritor, líder de opinión, amante de las letras. Así es Vargas Llosa, quien ayer se permitió compartir la energía de la FIL como uno más de sus visitantes, recorriendo stands, fotografiándose con la gente, autografiando libros a quienes lo identificaron, y sobre todo siendo un lector en buca de nuevos títulos para su biblioteca.
Fue la curiosidad la que lo llevó a hojear títulos como La edad de las tinieblas, de José Emilio Pacheco; La tinta negra y roja, de Miguel León Portilla, o Cartes de un joven escritor, de Juan Carlos Onetti, siempre con la mejor disposición. Sin embargo hubo más de 100 decepcionados, quienes aguardaron en vano su llegada a la firma de autógrafos programada por la tarde. De cualquier manera no hubo desconsideraciones de su parte, ya que envió un mensaje a los desilucionados para disculparse por su ausencia. Hubo quienes vinieron de estados vecinos, como Aguascalientes, sólo para ver al escritor.
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