Cultura

Una novela para la princesa de los monstruos

Bernardo Fernández habla sobre el acoso escolar en la novela ilustrada 'El instante amarillo'

GUADALAJARA, JALISCO (29/JUN/2017).- Bernardo Fernández, mejor conocido como BEF, tiene ya una prolífica trayectoria como escritor e ilustrador. Reconocido por sus novelas policiacas, esta vez apuesta por un género que tampoco le es ajeno: la novela ilustrada. Con “El instante amarillo”, el artista se centra en un tema que nadie debería mirar de soslayo: el acoso escolar entre adolescentes.

“Cuando yo iba en la secundaria el primer bully era el profe, antes le decíamos cábula y era parte muy de nuestra cultura, yo quería hablar de la diversidad y la importancia de aceptarla y asimilarla, la propia y la de las otras personas. No quería hacer una cosa panfletaria o didáctica; me interesaba que estuviera integrado a la historia porque yo fui muchas veces el niño raro del salón, cada año que fui a la escuela desde secundaria hasta que terminé la universidad el raro era yo. Es algo que conozco muy de cerca que quería explorar con un mensaje muy implícito de diversidad, por eso se afirma que no es fácil ser la reina de los monstruos pero no está mal abrazar la diversidad”.

La obra tiene a María, una chica de 13 años que sufre en la escuela y en su casa por los conflictos cotidianos, como personaje central. Ella no es la chica popular sino todo lo contrario, es una adolescente retraída que se pasa las tarde dibujando. María descubre a otra María, la llamada “mamá del monstruo”, cuya referencia clara es Mary Shelly, creadora de la obra “Frankenstein”, y comienza a reconciliarse consigo misma.

El nombre del personaje no es casualidad ni mucho menos, es un homenaje que BEF le hace a su propia hija, una niña de ocho años entusiasta de los cómics e interesada en los monstruos. “Soy papá de dos hijas, María de ocho años en la que está basado el personaje, entonces a María le gustan mucho los cómics, y descubrí que no había cómics para niñas, quise llenar ese hueco siendo papá de dos niñas. Siento que hay una carencia de historieta infantil”.

Una apuesta completa

No es la primera vez que BEF realiza una novela gráfica completa, desde el guion hasta el color de los dibujos, sin embargo, en “El instante amarillo”, dobla la apuesta al incluir diversos estilos en los trazos. “Lo que quería era integrar de manera más evidente la gráfica como un recurso narrativo, a diferencia de una novela escrita donde tienes el recurso de la palabra que es muy poderoso, pero cuando lo combinas con imagen le das más potencia. Eso quise explorar, que la paleta de colores y el instrumento de trazo se notara, buscarle una semántica del discurso del cómic dentro de la narrativa. Para mí había una apuesta de lo gráfico como un discurso que articula narrativamente una historia global desde la imagen”.

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