Cultura
Una noche sólo para Gershwin
El pianista comenzó su interpretación con tres piezas: Merry Andrew (1928), Three Quarter Blues (1920) e Impromptu in two keys
Para disfrutar de la música de Gershwin e ignorar el calor, el público empleó el programa como un abanico, papel que además tiene la ventaja de no hacer ruido como ocurre con los ventiladores o el aire acondicionado, que en un espacio como la sala del Ex Convento del Carmen hubieran viciado el sonido del piano.
El pianista comenzó su interpretación con tres piezas: Merry Andrew (1928), Three Quarter Blues (1920) e Impromptu in two keys (1924), que fueron aplaudidas por los asistentes. Después continuó con otras piezas del repertorio de piano del compositor de Rhapsody in blue.
En su primera interacción con el público, Manzo D’nes agradeció la presencia de los asistentes y destacó que “estas maravillosas obras casi no se trabajan en los conservatorios”, situación que es lamentable por la belleza de las piezas, que tiene un buen número de seguidores tanto músicos como escuchas porque es “una música fresca y espontánea”.
Para continuar con el programa, el pianista pidió ayuda para que algún conocedor de música formal le ayudara a cambiar las páginas de las partituras, así un joven subió para escenario para convertirse de escucha a participantes.
Otras de las piezas que fueron aplaudidas con intensidad fueron Rhapsody in blue y los tres preludios incluidos en la selección, que gustó a los asistentes que disfrutaron de la obra de George Gershwin durante una noche calurosa de mayo.
El ejecutante
Antonio Manzo D’nes realizó sus estudios en la Universidad Veracruzana y continuó su formación en la Schola Cantorum de París. Además es maestro en interpretación musical por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Como pianista se ha presentado en diversos foros de México y del extranjero, incluso ha sido reconocido por la crítica por su actuación.