Cultura
Una mirada hacia las mujeres en Shakespeare
Durante el ciclo sobre literatura analizarán a la mujer en la obra del dramaturgo inglés
Roxana Elvridge-Thomas (1964) está formada en la licenciatura en Ciencias Humanas en la Universidad del Claustro de Sor Juana y obtuvo la Maestría en Literatura Mexicana en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y es Premio Nacional de Poesía Joven "Elías Nandino" (1990).
De las 38 obras que conforman la obra shakespeariana, la mayoría tiene como título el nombre de un personaje masculino, mientras que sólo aluden a los personajes femeninos: "Antonio y Cleopatra", "Romeo y Julieta", "Troilo y Crésida", "La fierecilla domada" y "Las alegres comadres de Windsor".
En el acto, realizado en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, la escritora dijo que "si se aparta este punto de vista analítico y cuantitativo, y se enfocan las imágenes de las heroínas de Shakespeare que pueblan la memoria, se comprenderá que las mujeres no quedan en un segundo plano".
Lo anterior, aseveró convencida, "ni en cuanto a su belleza, ni por su fuerza, ni su inteligencia. Son de especial atención aquellos personajes femeninos que en un momento dado de la trama argumental se disfrazan y aparecen como varones", lo cual, efectivamente, es claro en la obra de Shakespeare.
Ganadora del Premio Nacional de Periodismo Juvenil "Elena Poniatowska" (1993) en el área de entrevista, del Premio Nacional de Ensayo "El privilegio de la palabra" (Instituto de Cultura de Yucatán) (1998) y el Premio Nacional de Poesía "Enriqueta Ochoa "(1999), Elvridge-Thomas explicó:
"Aunque es un recurso muy utilizado en el teatro barroco y era muy gustado por el público, Shakespeare supo aprovechar la dualidad de estos personajes y su travestismo. 'Rosalina' en 'Como gustéis', sugiere una ambivalencia sólo su presencia, y no siendo ni masculina ni femenina, es ambas cosas a la vez".
Ha obtenido las becas del Centro Eurolatinoamericano para la Juventud (CEULAJ) de España (1993) y la de Jóvenes Creadores, del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), en el periodo 1997-1998, ambas en el área de poesía, disciplina literaria que ha sabido cultivar.
Consecuentemente, su poesía ha sido recogida en numerosas antologías en México, España, Canadá y Francia, mientras que poemas, ensayos, artículos y entrevistas suyos han sido publicados en revistas y suplementos culturales del país y del extranjero. En 2001 hizo la dramaturgia de "La moza del cántaro".
Su obra incluye "Memorias del aire", en el libro colectivo "Labrar en la tinta", "El segundo laberinto", "La fontana", "Imágenes para una anunciación", "La turba silenciosa de las aguas", "Fuego", "Xavier Villaurrutia... y mi voz que madura" y "Gilberto Owen. Con una voz distinta en cada puerto", entre otras.
Roxana Elvridge-Thomas estuvo acompañada en esta actividad, realizada por la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), por la también escritora Bertha Hiriart. Ambas satisficieron a todos los presentes en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
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