Cultura
Una fiesta de sonido llega al Paraninfo
Experiencia de sonidos suaves, acordes fuertes, música poderosa
GUADALAJARA, JALISCO.- Ayer en punto de las nueve Jonh Schneider junto con siete músicos, presentaron un show multidisciplinario “Partch”, en el Paraninfo Enrique Díaz de León, dónde llevaron al público a vivir una experiencia de sonidos suaves, acordes fuertes, música poderosa y más de 12 instrumentos vibrantes que sonaron en conjunto para tener un resultado explosivo, onírico y lleno de pasión.
Durante poco más de una hora John Schneider líder de la orquesta junto con David Jonson, Mike Kudirka, Nick Terry, T.J Troy, Paul West y como única representante femenina Erin Barnes, dieron muestra de creatividad e ingenio, 13 piezas fueron interpretadas, cada uno con su estilo, ritmo e historia, el público simplemente se dejó guiar con cada sonido que lleno de armonía el teatro.
El escenario del Paraninfo parecía un laboratorio musical, maderas finas y brillantes estaban a punto de hacer una inesperada resonancia melódica, una marimba de diamantes, guitarras, un violín, tambores, campanas, tazones sonoros, platillos y un piano, quedaron en manos del conjunto para interpretar: The street, San Francisco: a Setting of the Cries of Two Newsboys on a Foggy Night in the Twentie, The Lord is My Shepherd y By the Rivers of Babilón, fueron de las más aplaudidas.
Sus piezas no conocen la palabra monotonía, verlos en el escenario es como ver una danza perfectamente coordinada, entran y salen de estrado, cambian de posiciones, actúan, cantan, tienen cada movimiento pensando, ninguna obra es igual, cada una tiene una personalidad distinta dependiendo del instrumento predominante es el sentimiento, desde dramáticos violines, hasta guitarras rítmicas que provocaban bailar.
La voz de John es bohemia, natural, acompaña el canto con las intensas composiciones de sus músicos y su don para tocar las guitarras le da el toque distintivo al conjunto.
El público no econtraba forma de agradecer tan majestuosos ecos, aplaudían entre pieza y pieza y no podían borrar la sonrisa de sus rostros, hay algo en su música lleno de humor.
Los sentidos se intensifican con las percusiones de cada instrumento sonando al mismo tiempo, entrando uno a uno en un juego de pulsaciones melódicas que erizaban la piel.
Tener la oportunidad de escuchar a este conjunto es ver un desfile de artistas que transmiten esperanza con música.
Partch es un conjunto inigualable, que se inspira en la leyenda y gran compositor Harry Partch, escritor de dramas musicales, música de danza para teatro, música vocal de cámara y de espectáculos multimedios con instrumentos que el mismo diseñó, así es el espectáculo de John, lleno de cambios y variantes que le pusieron a la Feria Internacional del Libro, un toque de magia y alegría, una combinación de ingenio e intelecto musical en su máxima expresión.
El recital no decayó en ningún momento, fue especial, Jonh se conecto con el público de principió a fin, convirtiendo la noche en una fiesta sinfónica.
Música sin limites
En la música son 12 las notas que existen , sin embargo Harry Parch decidió cambiar las notas y crear 43, el pianista del conjunto, demostró que es posibl e hizo sonar los acordes asegurando que podían tener muchos más.
EL INFORMADOR/PATRICIA RUVALCABA
Durante poco más de una hora John Schneider líder de la orquesta junto con David Jonson, Mike Kudirka, Nick Terry, T.J Troy, Paul West y como única representante femenina Erin Barnes, dieron muestra de creatividad e ingenio, 13 piezas fueron interpretadas, cada uno con su estilo, ritmo e historia, el público simplemente se dejó guiar con cada sonido que lleno de armonía el teatro.
El escenario del Paraninfo parecía un laboratorio musical, maderas finas y brillantes estaban a punto de hacer una inesperada resonancia melódica, una marimba de diamantes, guitarras, un violín, tambores, campanas, tazones sonoros, platillos y un piano, quedaron en manos del conjunto para interpretar: The street, San Francisco: a Setting of the Cries of Two Newsboys on a Foggy Night in the Twentie, The Lord is My Shepherd y By the Rivers of Babilón, fueron de las más aplaudidas.
Sus piezas no conocen la palabra monotonía, verlos en el escenario es como ver una danza perfectamente coordinada, entran y salen de estrado, cambian de posiciones, actúan, cantan, tienen cada movimiento pensando, ninguna obra es igual, cada una tiene una personalidad distinta dependiendo del instrumento predominante es el sentimiento, desde dramáticos violines, hasta guitarras rítmicas que provocaban bailar.
La voz de John es bohemia, natural, acompaña el canto con las intensas composiciones de sus músicos y su don para tocar las guitarras le da el toque distintivo al conjunto.
El público no econtraba forma de agradecer tan majestuosos ecos, aplaudían entre pieza y pieza y no podían borrar la sonrisa de sus rostros, hay algo en su música lleno de humor.
Los sentidos se intensifican con las percusiones de cada instrumento sonando al mismo tiempo, entrando uno a uno en un juego de pulsaciones melódicas que erizaban la piel.
Tener la oportunidad de escuchar a este conjunto es ver un desfile de artistas que transmiten esperanza con música.
Partch es un conjunto inigualable, que se inspira en la leyenda y gran compositor Harry Partch, escritor de dramas musicales, música de danza para teatro, música vocal de cámara y de espectáculos multimedios con instrumentos que el mismo diseñó, así es el espectáculo de John, lleno de cambios y variantes que le pusieron a la Feria Internacional del Libro, un toque de magia y alegría, una combinación de ingenio e intelecto musical en su máxima expresión.
El recital no decayó en ningún momento, fue especial, Jonh se conecto con el público de principió a fin, convirtiendo la noche en una fiesta sinfónica.
Música sin limites
En la música son 12 las notas que existen , sin embargo Harry Parch decidió cambiar las notas y crear 43, el pianista del conjunto, demostró que es posibl e hizo sonar los acordes asegurando que podían tener muchos más.
EL INFORMADOR/PATRICIA RUVALCABA
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