Cultura
Una exposición convierte en pasajeros del Titanic a sus visitantes
Más de 212 objetos rescatados del fondo del mar además de la reconstrucción de camarotes y otros espacios del barco
Más de 212 objetos rescatados del fondo del mar además de la reconstrucción de camarotes y otros espacios del barco, acompañan al visitante en un viaje por la historia del buque, desde su diseño y construcción hasta su hundimiento durante el trayecto inaugural tras chocar con un iceberg en el Atlántico Norte.
Desde el sumergible utilizado para recuperar los objetos depositados a 3.800 metros de la superficie, hasta el iceberg que se puede tocar y que da una idea de la temperatura a la que se encontraba el agua del mar aquella fatídica madrugada, el recorrido por la exposición va marcado por las pasarelas que dan paso a salas o cubiertas ambientadas con diferentes sonidos.
El visitante recibirá una réplica de los billetes del Titanic para iniciar un viaje cronológico que recorre la construcción del transatlántico, la vida en el buque con recreaciones de las cabinas de primera y tercera clase, el puente de mando o el Café Verandah, espacio inspirado en el café de la clase más lujosa, su trágico hundimiento, y los sorprendentes objetos rescatados.
La exposición permite oler la fragancia que todavía despiden los pequeños frascos de perfumes del perfumista Adolf Saafeld; contemplar las vajillas en las que comían los pasajeros, apreciando las diferencias existentes entre las de una clase y otra, las piezas de porcelana con el logo de la naviera White Star Line, e incluso una botella de champán que nunca fue descorchada.
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