Cultura

Un homenaje a la mujer de las palabras

La actriz Ofelia Medina es la protagonista y la directora de la pieza que relata la vida y la obra poética de Rosario Castellanos

GUADALAJARA, JALISCO.- Una fragmento del poema El resplandor del ser era la escenografía: “Lo supe con mi carne. Que la vida es una flor que entre sus dedos va deshojando el aire para dejar sin cárcel el perfume y sin sueño la miel temblorosa del cáliz”, en el montaje Íntimamente Rosario, de Chiapas que ofreció anoche su última función en la ciudad.

La actriz Ofelia Medina es la protagonista y la directora de la pieza que relata la vida y la obra poética de Rosario Castellanos.

Una luz tenue para la primera escena y una mujer con un violonchelo esperó las primeras palabras de un poema para comenzar a interpretar una melodía. Al otro lado, una tina de baño y una dama oculta bajo una manta comenzó el diálogo.

Las primeras palabras escuchadas en las dos funciones que se ofrecieron anoche y el pasado miércoles fueron las de la actriz Ofelia Medina, quien seleccionó La promesa para darle la bienvenida al público tapatío que asistió al Teatro Experimental de Jalisco.

La música de la obra es autoría de Jimena Giménez Chaco, quien no sólo interpreta sino que participa como actriz. La compositora encarna el álter ego de Rosario Castellanos, según explicó Medina durante su encuentro con los medios de comunicación jaliscienses el pasado lunes.  

Íntimamente Rosario, de Chiapas es una cadena elaborada con palabras, todas escritas por la poetiza nacida en la del capital país. También es la representación de la confrontación de dos mujeres que son una, Rosario Castellanos.

Los miedos, las angustias, los deseos, los sueños y las ilusiones de la poeta son expuestos por Medina a través de los poemas que se enlazan a manera de conversación. Un diálogo que en ocasiones conmueve y en otras causa la risa del espectador.

También se abordan las preocupaciones sociales de Castellanos como su petición de justicia por la matanza del 2 de octubre de 1968 y su dolor por el Estado de Chiapas.

Para finalizar más de una hora de poesía declamada y dramatizada: “yo no voy a morir de enfermedad ni de vejez ni de angustia o de cansancio, voy a morir de amor, voy a entregarme al más hondo regazo, no tendré vergüenza de estas manos vacías ni de esta celda hermética que se llama Rosario”. Además de contar la muerte de Castellanos, quien falleció en un accidente doméstico en 1974, en Tel Aviv (Israel).  

La actriz y directora del montaje logró una exploración de lo que ella llamó “el ser poético de Castellanos” en la puesta en escena que gustó al público tapatío que aplaudió de pie la actuación de Ofelia Medina y la música de Jimena Giménez Cacho.

La voz de los asistentes

 La función fue muy sorpresiva, a pesar de que la mayoría sabemos cómo terminó la vida de Rosario Castellanos  

Ana Gabriela Padilla Martínez,
educadora.

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