Cultura

Un espacio para el arte

El Ministerio de Cultura de España otorga anualmente desde 1996 la Medalla a las Bellas Artes del Toreo

El Ministerio de Cultura de España otorga anualmente desde 1996 la Medalla a las Bellas Artes del Toreo. En esta ocasión, la presea le fue concedida a Francisco Rivera Ordóñez, nieto del célebre Antonio Bienvenida (quien fuera el primero en recibir este galardón) e hijo del malogrado Francisco Rivera "Paquirri".

Esta decisión del Ministerio de Cultura causó revuelo en muchos sectores, sobre todo en el taurino. Incluso, Paco Camino y José Tomás decidieron, mediante una carta enviada al ministro César Antonio Molina, regresar las medallas que les fueron concedidas en 2004 y 2007, respectivamente.

El motivo, como lo expresaron en la misiva, era por vergüenza torera y por el bien de la Fiesta, al considerar que un torero como Rivera Ordóñez no es merecedor de esta condecoración y el arte del toreo se ve devaluado al otorgársele la medalla.

"Fran", como le llaman en la prensa rosa, es un torero de los denominados "mediáticos", pues lo que hace fuera del ruedo tiene mayor trascendencia en las revistas del corazón que en lo realizado en las plazas, que apenas tiene eco en los espacios dedicados al toreo.

Este hecho en su conjunto, además de generar polémica en el ámbito taurino español, lleva a una reflexión que atañe a la Fiesta en México: ¿Hasta qué punto la tauromaquia ha dejado de ser un fenómeno social y cultural en nuestro país?

El prestigio que llegó a tener el toreo en el México de los años 40 y 50 ha desaparecido casi por completo. Mientras que en España surge la polémica por la concesión de una medalla que otorga el gobierno español, aquí apenas se empieza a cabildear el considerar a la Monumental Plaza de Toros México patrimonio arquitectónico y cultural.

Parte de la decadencia de los toros en este México moderno es justamente que los espacios para la difusión de la tauromaquia apenas radica en los informativos deportivos, los creadores de arte voltean sus ojos a otras fuentes de inspiración y la vasta cultura que existe alrededor de la Fiesta queda confinada al olvido.

Por ello, agradezco infinitamente a Carlos Álvarez del Castillo que abra en EL INFORMADOR un espacio para la cultura taurina, a Aurora la paciencia para validar estas letras que empiezan a partir de este sábado y al ganadero Ignacio García Villaseñor por el entusiasmo para conseguir un espacio tan necesario para la grandiosidad de la Fiesta Brava.

Comentarios a fotografiataurina@gmail.com.
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