Cultura

Un encuentro de paz en tiempos violentos

La obra de teatro infantil ''Niñas de la guerra'', se estrena mañana en el Teatro del IMSS

GUADALAJARA, JALISCO (17/AGO/2012).- A diferencia de las comunidades vecinas, la gente vive tranquila en el pueblo de No Pasa Nada. En cuanto sale el sol, los aldeanos se avocan a sus tareas cotidianas como pastorear, hacer queso y lavar la ropa. En ellas estaban el día en que apareció Vera, una niña que llegó huyendo de los conflictos bélicos en su pueblo de origen.

Así comienza Niñas de la guerra, la obra de teatro infantil que se estrena el sábado 18 de agosto en el Teatro Guadalajara del IMSS, donde tendrá una corta temporada de ocho funciones. Esto gracias a la iniciativa del Colectivo Pies en Movimiento, el texto de la dramaturga Berta Hiriart, la dirección escénica de Susana Romo, el préstamo del espacio por parte del colectivo Luna Morena y la co-financiación de la Coordinación de Artes Escénicas de Cultura UDG.

A la gente de No Pasa Nada también le gusta quejarse, así que no recibió con particular alegría a Vera (Meztli Robles), “la extranjerita”. El pueblo entero la rechazó por ser extraña, porque hablaba otra lengua, porque se vestía raro y porque sus costumbres eran diferentes. Sólo otra niña, Luisa (Paloma Domínguez), se acercó a ella, y ayudada por su abuela buscará que los demás la acepten y se pueda quedar.

La música es otra aliada de Vera, un arte totalmente común en su pueblo y que nadie conocía en No Pasa Nada. Pero en el momento en que sus nuevos paisanos escuchan por primera vez la flauta, es cuando empieza la transformación.

“Es una metáfora pero es una realidad también, si creemos que a raíz de la música, del teatro, de la danza, los pueblos se pueden transformar y estar mucho más abiertos a lo diferente”, expresó Susana Romo, quien con este montaje cuenta ya cinco trabajos de dirección escénica y –afirmó— se encuentra en el camino de definir su lenguaje.

Una vez más lo hace de la mano de Berta Hiriart, la dramaturga que también es autora de la obra para niños Adiós Querido Cuco. En ese montaje, Romo debutó como directora en 2010, con el apoyo en la producción de la compañía A la Deriva Teatro.

La magia de la música

“Obra para actrices y música”, leyó Héctor Aguilar en la segunda línea del guion de Niñas de la guerra, y ahí entendió la importancia del trabajo que se le había encomendado.

Desde una estructura de madera en forma piramidal –diseñada, como el resto del espacio escénico por el grupo Centro-Centro— el músico está siempre presente en escena, generando los sonidos que definen esta historia.

“La música es la pauta que conecta todo lo que sucede”, expresó Aguilar, “yo le llamó sonósfera, y soy el encargado de hacerla; soy la sombra sonora de las actrices, de lo que sucede, de sus emociones, de sus reacciones, de sus movimientos, de lo que dicen, y yo voy acentuando todo eso”.

¿Y con qué? Pues con instrumentos varios. Algunos de ellos fueron bautizados durante los ensayos, como el Llavero, un sartal con llaves de diferente dimensión, que según el músico, “suena como un árbol mágico”. También están los cajones, la misma estructura, flautas de madera, mangueras y láminas.

Según Aguilar, el concepto es usar cotidiáfonos, es decir sonidos que puedan producirse con objetos cotidianos. “Partimos de un principio bien interesante que es el encantamiento del mundo, gracias al cual –por ejemplo— los niños pueden ver una muñeca en una ramita. Y con esa actitud, pues todo suena”, expresó el percusionista.  

Entusiasmo compartido


El hecho de que sea una obra llena de música es un gran atractivo para los niños, añadió Susana Romo: “la música es el gancho, es algo muy natural y orgánico”.

Otra razón para el disfrute de los pequeños espectadores, dijo la directora, es que el montaje está lleno de juegos y movimiento: “la escenografía se rearma para crear los espacios y es algo que hacen los niños todo el tiempo”.

También por la manera en que el personaje de Luisa cuenta la historia del pueblo y sus habitantes, que es a través de la animación de vestuario. Así, cuando la actriz Paloma Domínguez pone delante de ella un conjunto de pantalón con sombrero y su voz se torna grave, representa a Don Hilario. Un vestido es Doña Ramona, otro vestido su mamá, un mameluco su hermanito y un zarape su abuela. Ésta última es un personaje fundamental por ser la mujer sabia del pueblo.

Otra particularidad de este montaje es que la iniciativa para su realización vino de los jóvenes. El colectivo Pies en Movimiento está conformado por un grupo de egresados y estudiantes de la Universidad de Guadalajara, encabezados por Paloma Domínguez.

Como explicó Domínguez –quien es la única del grupo que participa como actriz en Niñas de la guerra— la idea de montar una obra de teatro fue la de iniciar un camino a la profesionalización. “Por eso acudí con Susana, porque acababa de tomar con ella un taller de teatro para niños y descubrí que al abordaje de teatro para los más chiquitos no sólo era súper interesante, sino necesario. Ellos merecen manifestaciones artísticas tan dignas y con tanto calidad como las que se hacen ordinariamente para los adultos”, expresó.

Contó también la actriz, que su inquietud desde el principio fue hablar sobre la ola de violencia que vive el país, en un lenguaje apropiado para los niños. Entre ella y Susana Romo encontraron el texto de Hiriart e iniciaron la convocatoria para formar el equipo. Parte importante de él es la bailarina Meztli Robles –que interpreta el personaje de Vera— quien fue invitada “para enriquecer el trabajo con la parte corporal”.

Participan también Mireya Contreras en el diseño y realización de vestuario, Miriam Ramos en la comunicación gráfica, Marisol Soto en la asistencia de dirección y Daniel Guerrero en la producción ejecutiva.

Para Susana Romo, se logró formar un equipo de primera. Además, afirma, otra de las grandes enseñanzas que dejará al pequeño espectador la obra Niñas de la guerra, es la necesaria apertura hacia lo extraño.

LA CITA
Chicos y grandes al teatro


Niñas de la guerra estará en la cartelera del Teatro Guadalajara del IMSS (Avenida 16 de septiembre 868) durante dos fines de semana a partir del 18 de agosto. Los sábados 18 y 25, en un horario de 16:00 y 18:00 horas, y los domingos 19 y 27 a las 13:00 y a las 16:00 horas.
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