Cultura
Un crítico Vallejo charla con los jóvenes
El escritor afirma que dejó de comer carne porque los animales son prójimos que también sienten
GUADALAJARA, JALISCO (28/NOV/2011).- Fernando Vallejo ganador del Premio FIL Literatura en Lenguas Romances regaló el dinero de su premio dotado con 150 mil dólares a dos organizaciones protectoras de animales de México. Vallejo recibió aplausos, sonrisas y ovaciones de los mil jóvenes que atiborraron el auditorio Juan Rulfo y de las demás personas que tuvieron que verlo fuera del auditorio a través de pantallas fuera del salón en Expo Guadalajara.
El escritor colombiano tras sus gruesas gafas, con la mirada clavada en la mesa del pódium y con su voz pausada dijo que de niño le habían puesto una venda moral en los ojos y había sido la sociedad de Colombia, que es la misma que mexicana, pero las vendas morales las impone la Iglesia Católica. “Esa venda me impedía ver a los animales con un sistema nervioso complejo, que me impedía verlos como mi prójimo a ellos que sienten el dolor, el hambre, la sed y el terror como las vacas y los cerdos como los acuchillas en los mataderos y que tienen sangre roja y hemoglobina como la nuestra y que tienen un sistema respiratorio como el nuestro, un corazón como el nuestro, un sistema alimenticio y nervioso que les hace sentir como nosotros”.
Le tomó buena parte de su vida que se le cayera esa venda moral y fue hasta que ya tenía resueltos los problemas, cuando ya no estaba deseando nada, y cuando había superado traumas y dolores empezó a ver a los perros callejeros, y le dolieron los animales, los sintió como sus hermanos y empezó a quererlos.
Dejo de comer carne, porque los animales no son cosas y tienen alma y no son negociables ni manipulables y hay una jerarquía en ellos que se establece según la complejidad de sus sistemas nerviosos, por los cuales sufren y sienten como nosotros.
El polémico escritor acompañado por el escritor Benito Taibo y por la ex editora de Alfaguara de México, Marisol Schulz, dijo que la Iglesia Católica es inmoral, su historia esta manchada de sangre, de mentira, de infamia, de calumnia de oscuridad. “No ha habido una palabra de amor por parte de la Iglesia a los animales”.
EL INFORMADOR/ ADRIANA NAVARRO
El escritor colombiano tras sus gruesas gafas, con la mirada clavada en la mesa del pódium y con su voz pausada dijo que de niño le habían puesto una venda moral en los ojos y había sido la sociedad de Colombia, que es la misma que mexicana, pero las vendas morales las impone la Iglesia Católica. “Esa venda me impedía ver a los animales con un sistema nervioso complejo, que me impedía verlos como mi prójimo a ellos que sienten el dolor, el hambre, la sed y el terror como las vacas y los cerdos como los acuchillas en los mataderos y que tienen sangre roja y hemoglobina como la nuestra y que tienen un sistema respiratorio como el nuestro, un corazón como el nuestro, un sistema alimenticio y nervioso que les hace sentir como nosotros”.
Le tomó buena parte de su vida que se le cayera esa venda moral y fue hasta que ya tenía resueltos los problemas, cuando ya no estaba deseando nada, y cuando había superado traumas y dolores empezó a ver a los perros callejeros, y le dolieron los animales, los sintió como sus hermanos y empezó a quererlos.
Dejo de comer carne, porque los animales no son cosas y tienen alma y no son negociables ni manipulables y hay una jerarquía en ellos que se establece según la complejidad de sus sistemas nerviosos, por los cuales sufren y sienten como nosotros.
El polémico escritor acompañado por el escritor Benito Taibo y por la ex editora de Alfaguara de México, Marisol Schulz, dijo que la Iglesia Católica es inmoral, su historia esta manchada de sangre, de mentira, de infamia, de calumnia de oscuridad. “No ha habido una palabra de amor por parte de la Iglesia a los animales”.
EL INFORMADOR/ ADRIANA NAVARRO
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