Cultura
Torerías
Balance positivo en la temporada tapatía I
Habría que empezar por el toro como “Rey de la Fiesta”, en esta plaza el común denominador es la buena presencia en los encierros, al margen de la lidia que estos pudieran ofrecer.
En el renglón ganadero, los encierros de Mimiahuapam, Los Encinos, Barralva y Santa María de Xalpa destacaron por su impecable presentación y el buen desempeño de sus toros en general, transmitiendo esa emoción en los tendidos que desgraciadamente “escasea” en la actualidad.
Por los toreros, la gratísima presentación del queretano Octavio García “El Payo” en Guadalajara como matador de toros tras una fructífera campaña española, que dejó de manifiesto que apunta alto en un mediano plazo. El 31 de octubre de 2009 cuajó una faena magníficamente estructurada que remató con una certera estocada, tras fuerte petición de rabo a “El Payo” le fueron concedidas dos orejas que lo ponen como un triunfador indiscutible en esta plaza.
La consolidación de Sebastián Castella en el gusto de la afición tapatía ya es un hecho, ésta se le ha entregado sin reservas y a merced de faenas de mucho mérito ante toros que exigen oficio como aquel toro de La Venta del Refugio, el 22 de febrero del año pasado; así como los dos cinqueños de Mimiahuapam que toreó en la corrida inaugural del 25 de octubre en la actual campaña y hasta la habilidad para extraerle muletazos a dos toros descastados de Bernaldo de Quirós, el 7 de febrero de este año.
El tapatío Alfredo Ríos “El Conde” cortó una oreja, el 8 de noviembre, a un toro de Real de Saltillo que tuvo sus complicaciones, y otra oreja más a un toro de “El Junco”, el 7 de febrero, gracias a una faena de coraje y ansia de triunfo.
De Colombia se presentó Luis Bolívar, quien tuvo un matiz bélico ante una imponente corrida de Barralva con encaste español de Atanasio Fernández que bien conoce el colombiano. Dejó de manifiesto que no es un torero más, sino que busca forjarse un nombre propio en México sin cobijarse con la sombra del retirado maestro César Rincón.
El 15 de noviembre, otro colombiano, Ricardo Rivera, cortó una oreja de peso a un toro de San Isidro, al que le arrancó tandas de muletazos ligados en redondo con profundidad que calaron hondo en la afición tapatía que le ha cobijado desde su presentación como novillero, y ya en este 2010, el 13 de febrero, resultó herido por un toro de Marcos Garfias, que desarrolló sentido a lo largo de la lidia, haciéndole una faena de mucho mérito.
fotografiataurina@yahoo.es
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