Cultura
Torerías
De política, políticos y toros (III)
“Los toros son un arte” y “merece la pena declararlos Bien de Interés Cultural para que estén bien protegidos”, ha defendido la presidenta madrileña Esperanza Aguirre.
Entre los argumentos que ha utilizado para defender la fiesta, Aguirre ha señalado que “la cultura taurina es algo que desde tiempo inmemorial está en la cultura española y en la cultura mediterránea”.
En una amplia entrevista al diario El País, Aguirre insiste en que la tauromaquia es un valuarte artístico intangible, por ello es aún más necesaria su preservación. “No hay más que ver que, desde Goya, Picasso o García Lorca o, fuera de nuestras fronteras, Hemingway y Orson Wells, todos se han ocupado de los toros como arte. Qué duda cabe que es un bien cultural a proteger y, como dice nuestra ley, no solamente los monumentos o museos deben protegerse, también los bienes inmateriales”.
¡Olé!
El vicepresidente y consejero de Cultura de la Comunidad, Ignacio González, ha señalado al término del Consejo de Gobierno que se iniciará el expediente para decretar los toros Bien de Interés Cultural, contemplado en la Ley de Patrimonio Histórico en casos de “hechos de especial relevancia y significación”.
Una actuación del Gobierno de Madrid que, según ha admitido su vicepresidente, es evidente que tiene mucha relación con el debate abierto en el Parlament de Catalunya acerca de la prohibición de las corridas de toros en esa comunidad, en el que toman parte una treintena de ponentes, entre los que hay toreros, filósofos, escritores y científicos.
El Gobierno de la Comunidad de Madrid se convierte así en el primer ejecutivo autonómico español que decide salvaguardar la fiesta de los toros como hecho cultural relevante.
El procedimiento que ahora inicia la Dirección General de Patrimonio Histórico tiene una duración máxima de 15 meses y durante su tramitación, “el objeto de la declaración goza de la misma protección que si ésta ya se hubiera producido”.
Mientras se tramita el expediente, se recabará el informe del Consejo Regional de Patrimonio Histórico y después se abrirá un periodo de información pública para que instituciones y particulares formulen alegaciones.
Con la medida aprobada, la fiesta de los toros queda salvaguardada en la Comunidad de Madrid, lo que implica que los ayuntamientos se comprometen a colaborar y a proteger los valores taurinos y que éstos se divulgarán, por ejemplo, en las escuelas madrileñas.
La pregunta es: ¿En México cuándo habrá algo así? ¿Cuándo los gobiernos se interesarán de verdad por una cultura popular, arraigada en el mestizaje? Quizá cuando en verdad se pongan a trabajar.
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