Cultura

Todos quieren a Lomelín

El pianista tapatío deja sobrecogido al Teatro Degollado durante el recital que ofreció como parte de las actividades del Festival Cultural de Mayo

GUADALAJARA, JALISCO (23/MAY/2013).- Santiago Lomelín tiene la capacidad de capturar la atención del público más exigente y del más predispuesto al aplauso. El joven pianista tapatío se presentó en el Teatro Degollado como parte de las actividades de la decimosexta edición del Festival Cultural de Mayo y remachó una idea que lo ha acompañado durante toda su carrera: la de ser un prodigio frente al piano.

En punto de las 20:40 horas, Lomelín inició el programa con una interpretación lenta, pulcra y estremecedora de ''Sonata No. 14 Op. 27'', de Ludwig van Beethoven. Inmediatamente, sin dar pie al silencio que precede al obligado aspaviento general, continuó con ''Preludios del libro 1'', de Claude-Achille Debussy.

El Teatro se hallaba a la mitad de su capacidad. Asistieron al concierto desde niños hasta personas de la tercera edad. A diferencia del concierto que Lomelín ofreció el 10 de enero de 2013 en el Degollado -el primero del año-, en esta ocasión no hizo ningún comentario en lo tocante a las piezas. Solamente se dedicó a tocar con soltura y solvencia.

Los asistentes aprovecharon el intermedio para destacar el talento del tapatío. Una vez que se cerraron las puertas, se apagaron las luces y Lomelín salió al escenario con paso ágil, todavía había personas buscando sus lugares. Con una sonrisa, el pianista dijo que los esperaría hasta que se acomodaran.

Lomelín completó la noche con ''Scherzo No. 2, de Chopin''; ''Elegia No. 3'' y ''Preludio No. 3 Op. 2'', de Sergei Rachmaninov, y ''Rapsodia española'', de Franz Liszt.

Al final del concierto, Lomelín se hizo acompañar de una joven violinista, a la que identificó como su mejor amiga. Con ella tocó una última pieza.

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