Cultura
Telarañas de letras para atrapar lectores
El Primer Encuentro de Lectores de la ciudad se realizará los días 5 y 6 de octubre próximos, en la Casa ITESO-Clavigero
GUADALAJARA, JALISCO (01/OCT/2012).- “Es muy enriquecedor. Cuando te pones a leer un libro en lo individual lo disfrutas; pero a la hora que ves los diferentes puntos de vista, las opiniones de los demás, el libro crece, se enriquece”. Quien se emociona, rodeada por sus compañeras de viajes a la ficción en el círculo de lectura en la Casa Iteso-Clavigero, es Úrsula Franco, quien participará en el Primer Encuentro de Lectores. El objetivo es revalorar el papel del lector en la literatura, es el que se intenta poner de relieve el encuentro organizado por el ITESO y Letra Uno AC, en la Casa ITESO-Clavigero, el 5 y 6 de octubre, de las 09:30 a las 20:30 horas. Se espera que acudan unas 800 personas.
En el encuentro de lectores habrá espacios de lectura personal al aire libre, conciertos musicales, oportunidades para compartir experiencias con la lectura, presentaciones de libros, músicos y un concurso de fotografía de lectura. También tertulias entre escritores y especialistas del talante de Domingo Argüelles y Jorge F. Hernández; estarán presentes Martha Cerda, Guadalupe Morfín, Marco Aurelio Larios, Silvia Quezada, Annemarie Meier, Marín Mérida y Cristina Romo. Habrá actividades para los niños como cuenta cuentos y talleres. La entrada es libre.
El encuentro se realiza con el apoyo de instituciones como INFOlectura, la Secretaría de Cultura de Jalisco y el Ayuntamiento de Tlajomulco además de otras empresas.
Lo importante no es el culto al autor
Mónica Márquez, directora académica de Letra Uno, cuenta que la idea surgió hace un año al acumular mayor número de lectores en los 16 círculos de lectura que ahora tiene la asociación civil que encabeza.
“Pensábamos cómo hacer para que los círculos de lectura se pusieran en contacto; pero también buscábamos hacerlo en un espacio en donde lo más importante no fuera el culto al autor que llega a decirnos algo como lectores ni el culto al libro ni la venta del libro, ni un discurso de la literatura como un ámbito de élite, sino un lugar en donde los lectores de buró, los que tenemos nuestro libro en la bolsa siempre, nos pudiéramos sentar y compartir cómo es que cada quien lee”.
Recalca que hay eventos en los que todo importa menos el lector. Lugares en donde los lectores son importantes como cifra, punto de venta o consumidores sin tratar de recuperar la experiencia de la lectura.
“Lo que tratamos de cuidar es que siempre en el centro está el lector, y el lector es el origen de todo proceso de lectura, quien califica o descalifica una obra… es quien tiene la última palabra”.
Con una maestría en Lengua y Literatura por la Universidad de Guadalajara y actualmente doctorante en Innovación Educativa por el Tecnológico de Monterrey, Márquez asegura que el evento tratará de satisfacer la multiplicidad de lectores: incipientes, reflexivos, superficiales y curtidos.
Proceso individual y experiencia común
Explica que el proceso individual de la lectura es el central, ya que es donde cada quien sabe el significado que le da a la ficción. “Lo más interesante sucede con uno mismo, pero cuando compartes ese proceso de lectura, que es lo que se hace en un círculo (de lectura), enriqueces la significación que el lector le dio individualmente. Tú puedes leer un libro y te dan ganas de compartirlo con otra gente y de comentarlo. Un primer beneficio que yo le veo a los círculos es que potencian la lectura, le dan muchas más aristas”.
En cada hora y media que dura cada sesión de los círculos de lectura de Letra Uno, el método es el siguiente: recuperan la experiencia personal del lector; hacen un recorrido al contexto en que nació el libro (en este aspecto, Márquez afirma que el coordinador debe ser “fuerte”, ya que el lector no tiene la obligación de saber la historia del surgimiento de la publicación y quien coordina debe abrir esos espacios).
Después de ese punto los integrantes del círculo de lectura hablan del libro como fenómeno, se analizan personajes, estructura, recursos estilísticos. Se dan elementos para identificar el tipo de narrador, intertextos, dando consistencia a su formación lectora. Se hablan de los temas recurrentes en autores y se relaciona la obra con la vida del lector. Qué le dejó en su vida.
Por su parte, Miguel Ángel León, jefe de Lengua y Literatura de la Preparatoria 4 de la UdeG, considera que hay círculos de lectura con diferentes metodologías. Explica que la idea de estos grupos inició en los años cincuenta con los “círculos de estudio”, en donde los militantes de grupos de izquierda leían un libro y lo discutían.
Con una maestría en Literatura del Siglo XX por la UdeG, el académico que dirige la sala de lectura Luis Patiño –con 16 años de existencia-, espacio que trabaja con unos 60 estudiantes de preparatoria, explica que existen dos tipos de círculos de lectura: monotextuales y monotemáticos. En los primeros los lectores hablan de un mismo libro y en los segundos se discuten diferentes tipos de libros que abordan un tema en común. Considera a éstos últimos como los más ricos, ya que se generan redes de lectura. “En la actualidad, la idea de hacer esta situación más horizontal permite compartir diferentes visiones y diferentes autores en un espacio de tiempo más corto”.
Los espacios en internet así como aplicaciones en tabletas permiten a los lectores construir partes de una obra literaria y modificar otras; además de que fortalecen la base de la lectura sin que haya una directriz específica.
“Algo muy importante con los jóvenes es ese espacio de libertad, elegir lo que ellos leen porque lo importante en todos estos espacios extraescolares de lectura es ir trabajando no el desarrollo de aptitudes, sino el desarrollo de actitudes. No qué entendiste del libro y cuáles son los personajes del libro, sino qué te dice a ti el libro, qué estás sintiendo cuando lo lees”.
León dice que en la Prepa 4 se lleva a cabo el programa Lector frecuente, en donde los jóvenes pueden elegir best sellers y luego los coordinadores utilizan ese interés para ligar “puentes de lectura”. “Si a un lado de Crepúsculo pones Cumbres borrascosas, pones Orgullo y prejuicio, el muchacho va a brincar de uno a otro porque la protagonista de un libro está mencionando a otros autores”.
VOCES
La experiencia que se vive y se comparte
"Me dan ganas de escribir. Para llegarle a un buen escritor es que te das cuenta que es una trayectoria de mucho trabajo y mucho esfuerzo y estamos en la lucha. Al leer te dan ganas de escribir "
Diana Taylor, lectora
"Cuando leo un libro lo voy viviendo. Me gusta meterme en los libros, pero en el momento en que lo comparo con los demás y que escucho lo que ellos me quieren compartir, ese mismo libro tiene muchas lecturas. Es vivirlo de diferentes puntos de vista "
Mónica Caballero, lectora
"Pertenecer a un círculo de lectura te da un abanico. Yo antes estaba en uno y mi pensamiento se abrió muchísimo. Tener muchos caminos te da mucha plenitud con la lectura "
Alejandra Velasco, lectora
PARA SABER
Herramienta para la vida
Letra Uno es un equipo dedicado a diseñar y compartir iniciativas estratégicas e integrales para la implementación de proyectos de lectura en su sentido más amplio, y ofrecer proyectos relacionados con la lectura a la medida de las necesidades de cada persona, escuela, empresa, grupo social, etcétera.
Su sistema impulsa el gusto por la lectura entendida como una herramienta para la vida.
En Facebook están en: www.facebook.com/letrauno.mexico
En el encuentro de lectores habrá espacios de lectura personal al aire libre, conciertos musicales, oportunidades para compartir experiencias con la lectura, presentaciones de libros, músicos y un concurso de fotografía de lectura. También tertulias entre escritores y especialistas del talante de Domingo Argüelles y Jorge F. Hernández; estarán presentes Martha Cerda, Guadalupe Morfín, Marco Aurelio Larios, Silvia Quezada, Annemarie Meier, Marín Mérida y Cristina Romo. Habrá actividades para los niños como cuenta cuentos y talleres. La entrada es libre.
El encuentro se realiza con el apoyo de instituciones como INFOlectura, la Secretaría de Cultura de Jalisco y el Ayuntamiento de Tlajomulco además de otras empresas.
Lo importante no es el culto al autor
Mónica Márquez, directora académica de Letra Uno, cuenta que la idea surgió hace un año al acumular mayor número de lectores en los 16 círculos de lectura que ahora tiene la asociación civil que encabeza.
“Pensábamos cómo hacer para que los círculos de lectura se pusieran en contacto; pero también buscábamos hacerlo en un espacio en donde lo más importante no fuera el culto al autor que llega a decirnos algo como lectores ni el culto al libro ni la venta del libro, ni un discurso de la literatura como un ámbito de élite, sino un lugar en donde los lectores de buró, los que tenemos nuestro libro en la bolsa siempre, nos pudiéramos sentar y compartir cómo es que cada quien lee”.
Recalca que hay eventos en los que todo importa menos el lector. Lugares en donde los lectores son importantes como cifra, punto de venta o consumidores sin tratar de recuperar la experiencia de la lectura.
“Lo que tratamos de cuidar es que siempre en el centro está el lector, y el lector es el origen de todo proceso de lectura, quien califica o descalifica una obra… es quien tiene la última palabra”.
Con una maestría en Lengua y Literatura por la Universidad de Guadalajara y actualmente doctorante en Innovación Educativa por el Tecnológico de Monterrey, Márquez asegura que el evento tratará de satisfacer la multiplicidad de lectores: incipientes, reflexivos, superficiales y curtidos.
Proceso individual y experiencia común
Explica que el proceso individual de la lectura es el central, ya que es donde cada quien sabe el significado que le da a la ficción. “Lo más interesante sucede con uno mismo, pero cuando compartes ese proceso de lectura, que es lo que se hace en un círculo (de lectura), enriqueces la significación que el lector le dio individualmente. Tú puedes leer un libro y te dan ganas de compartirlo con otra gente y de comentarlo. Un primer beneficio que yo le veo a los círculos es que potencian la lectura, le dan muchas más aristas”.
En cada hora y media que dura cada sesión de los círculos de lectura de Letra Uno, el método es el siguiente: recuperan la experiencia personal del lector; hacen un recorrido al contexto en que nació el libro (en este aspecto, Márquez afirma que el coordinador debe ser “fuerte”, ya que el lector no tiene la obligación de saber la historia del surgimiento de la publicación y quien coordina debe abrir esos espacios).
Después de ese punto los integrantes del círculo de lectura hablan del libro como fenómeno, se analizan personajes, estructura, recursos estilísticos. Se dan elementos para identificar el tipo de narrador, intertextos, dando consistencia a su formación lectora. Se hablan de los temas recurrentes en autores y se relaciona la obra con la vida del lector. Qué le dejó en su vida.
Por su parte, Miguel Ángel León, jefe de Lengua y Literatura de la Preparatoria 4 de la UdeG, considera que hay círculos de lectura con diferentes metodologías. Explica que la idea de estos grupos inició en los años cincuenta con los “círculos de estudio”, en donde los militantes de grupos de izquierda leían un libro y lo discutían.
Con una maestría en Literatura del Siglo XX por la UdeG, el académico que dirige la sala de lectura Luis Patiño –con 16 años de existencia-, espacio que trabaja con unos 60 estudiantes de preparatoria, explica que existen dos tipos de círculos de lectura: monotextuales y monotemáticos. En los primeros los lectores hablan de un mismo libro y en los segundos se discuten diferentes tipos de libros que abordan un tema en común. Considera a éstos últimos como los más ricos, ya que se generan redes de lectura. “En la actualidad, la idea de hacer esta situación más horizontal permite compartir diferentes visiones y diferentes autores en un espacio de tiempo más corto”.
Los espacios en internet así como aplicaciones en tabletas permiten a los lectores construir partes de una obra literaria y modificar otras; además de que fortalecen la base de la lectura sin que haya una directriz específica.
“Algo muy importante con los jóvenes es ese espacio de libertad, elegir lo que ellos leen porque lo importante en todos estos espacios extraescolares de lectura es ir trabajando no el desarrollo de aptitudes, sino el desarrollo de actitudes. No qué entendiste del libro y cuáles son los personajes del libro, sino qué te dice a ti el libro, qué estás sintiendo cuando lo lees”.
León dice que en la Prepa 4 se lleva a cabo el programa Lector frecuente, en donde los jóvenes pueden elegir best sellers y luego los coordinadores utilizan ese interés para ligar “puentes de lectura”. “Si a un lado de Crepúsculo pones Cumbres borrascosas, pones Orgullo y prejuicio, el muchacho va a brincar de uno a otro porque la protagonista de un libro está mencionando a otros autores”.
VOCES
La experiencia que se vive y se comparte
"Me dan ganas de escribir. Para llegarle a un buen escritor es que te das cuenta que es una trayectoria de mucho trabajo y mucho esfuerzo y estamos en la lucha. Al leer te dan ganas de escribir "
Diana Taylor, lectora
"Cuando leo un libro lo voy viviendo. Me gusta meterme en los libros, pero en el momento en que lo comparo con los demás y que escucho lo que ellos me quieren compartir, ese mismo libro tiene muchas lecturas. Es vivirlo de diferentes puntos de vista "
Mónica Caballero, lectora
"Pertenecer a un círculo de lectura te da un abanico. Yo antes estaba en uno y mi pensamiento se abrió muchísimo. Tener muchos caminos te da mucha plenitud con la lectura "
Alejandra Velasco, lectora
PARA SABER
Herramienta para la vida
Letra Uno es un equipo dedicado a diseñar y compartir iniciativas estratégicas e integrales para la implementación de proyectos de lectura en su sentido más amplio, y ofrecer proyectos relacionados con la lectura a la medida de las necesidades de cada persona, escuela, empresa, grupo social, etcétera.
Su sistema impulsa el gusto por la lectura entendida como una herramienta para la vida.
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