Cultura
Teatro latinoamericano, sí, pero sin la etiqueta
Espacio para la discusión en torno a este género literario es instaurado en la FIL
Los convocados fueron la chilena Manuela Infante, el colombiano Fabio Rubiano, el veracruzano Alejandro Ricaño y el tapatío Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio (LEGOM), que, según la moderadora Lourdes González, podría ser el más destacado de México en este momento.
La discusión dio vueltas en torno a la pregunta inicial, y tanto Infante como Ricaño introdujeron la idea de que algunas formas contemporáneas de la literatura teatral sí parecen comunes; sobre todo, aquellas que tienden a separar el ejercicio escénico del trabajo puramente literario del dramaturgo, como el llamado posdrama.
Fue el colombiano Rubiano quien pidió pensar en la "etiqueta" de lo latinoamericano, sobre todo por el peligro de difundir la idea de que lo latinoamericano es una sola cosa compuesta de temas como las dictaduras, la violencia, la opresión o la lucha contra el narco.
Yendo más lejos todavía, LEGOM pidió considerar que poco a poco el arte escénico va separándose más de la literatura dramática y ésta de aquél, "sin que eso importa demasiado". Recordó el trabajo del director Richard Viqueira, a quien, dijo, le ha visto montajes que lo hacen preguntarse "si serían mejor con un buen texto dramático". Y recordó que él mismo ha trabajado sobre textos dramáticos que son todavía más narrativos. "Y ni aun así se respeta el texto del dramaturgo, y ni aun así me parece importante".
¿Su conclusión? Que ambas formas de pensamiento seguirán existiendo y hallarán su lugar. "Tenemos que hacer algo con la dramaturgia, porque es importante, ha sido, durante 2 mil 500 años, el principal moderador de las ideas que tenemos sobre el ser humano".
EL INFORMADOR / IVÁN GONZÁLEZ VEGA
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