Cultura
Teatreros urgen a que incrementen interés por el arte
Personalidades del teatro sugieren que el gusto por esta disciplina se fomente desde la educación primaria
teatro como Blanca Guerra, Rafael Inclán, Adriano Numa, Xavier Marc, Juan Torres, Guillermo Wiechers, Alejandra Guevara y Germán Gastélum se manifestaron en favor de que el público incremente su interés por el arte dramático en foros de la Ciudad de México.
Sugirieron que para cambiar de manera favorable el destino de dicho género, éste sea prioridad en la educación de los niños, desde la primaria, que se desarrolle en la secundaria, preparatoria y se consolide en la universidad.
Los hacedores y creativos del teatro consideraron, en entrevista, que en la capital mexicana existe un gran abanico de ofertas teatrales que abarcan todos los géneros.
Las marquesinas presentan historias de reconocidos autores mexicanos y extranjeros, interpretadas por elencos de trayectoria o por los actores de moda.
Las obras se representan en los teatros clásicos, los nuevos; los grandes y pequeños, los céntricos y alejados con una pluralidad de precios y descuentos.
En ocasiones, la publicidad en medios de comunicación es constante, o si no, los productores apelan al de boca en boca. Hay quienes se apoyan en el escándalo para vender boletos, pero otros confían en que la calidad del proyecto atraerá al público.
Sin embargo, pese a todos los esfuerzos, las salas no se ocupan en su totalidad y la suspensión de funciones es frecuente, así como la cancelación de temporadas, simplemente porque, coincidieron sus protagonistas, "no existe una cultura del mexicano por ver teatro".
"La gente dice que no va al teatro porque los precios son caros y por eso mejor se van al cine. Pero no se ponen a pensar que en el cine gastan más. Basta con ir a la dulcería para que te encueren todo. Que hagan cuentas y verán que sale peor el gasto", opinó el actor Rafael Inclán, quien inició su carrera a principios de los años 60 en el teatro de carpa y de revista.
Para el director de escena Xavier Marc, director de la obra "Amantes enemigos, enemigos amantes", en el Foro Shakespeare, existe el teatro caro, el barato y el de cooperación voluntaria.
"Hay musicales que vienen del extranjero y por los que te cobran arriba de mil pesos por boleto, pero otro buen teatro es el que se representa en los circuitos universitarios y por el que sólo te piden si quieres cooperar con algo", indicó.
"Si consideramos que el salario mínimo en la Ciudad de México es de casi 70 pesos diarios, ¿cómo le debe hacer un padre de familia para llevar a su hijos al teatro? Quizá para otras grandes ciudades en el mundo nuestros precios no son caros, comparados con los de ellos, pero para la sociedad mexicana sí lo son", sostuvo Adriano Numa, escritor y director de la obra "Cosa de niños: Bullying".
En la cartelera actual, el musical "Wicked" ofrece localidades de hasta mil 463 pesos por boleto en el área de Orquesta y Preferente VIP, en el nuevo teatro Telcel, aunque también facilita los costos con descuentos de hasta 30 por ciento.
"Cada vez nos despedimos mejor", monólogo que interpreta Diego Luna en el Teatro "López Tarso", del Centro Cultural San Ángel, ofrece sus butacas por encima de 300 pesos y desde 160 pesos, por ejemplo.
"Al final, cada productor le pone su precio. La UNAM, por ejemplo, tiene funciones de 30 y hasta 150 pesos por persona y entre semana. El que no va, es porque no quiere, no le interesa o no tiene una cultura teatral, no obstante las buenas y accesibles ofertas", aseveró Inclán.
El productor Juan Torres, quien presenta el musical "Godspell" y preparara "La fierecilla tomada", admitió que en los últimos años el teatro ha permanecido en crisis y que él y sus colegas aún padecen los rezagos del virus de la Influenza A (H1N1) de 2009, que los obligó a suspender funciones.
"La influenza fue algo que estuvo fuera nuestras manos y no podíamos hacer nada frente a un fenómeno de este tipo, así que no nos quedó de otra más que compararlo con los desastres que dejó el temblor de 1985, pues de la noche a la mañana este virus cambió la vida de todos los mexicanos.
"Al teatro le afectó demasiado sobre todo porque no se considera como algo de primera necesidad y la gente le dio prioridad a otras cosas", añadió su socio, el productor Guillermo Wiechers.
Aunque en la actualidad ya no es un padecimiento que afecte, dijo Torres, sigue siendo complicado convencer al público para que venga al teatro, sobre todo si en la marquesina no se anuncia al actor de moda.
"Pero cuando se anuncia, se nos llena el foro. Así nos pasó con la obra 'Volverás', en la que actuaba Pedro Sicard, pues desde temprano llegaron esas señoras asiduas a las telenovelas para comprar su boleto, porque querían verlo de cerca", relató Alejandra Guevara, directora general de Microteatro.
Para atraer la atención del público, dijo el director de escena y actor Xavier Marc, "todo suma, aunque siempre vamos a preferir que se interesen por ver un buen proyecto que por el galán de la televisión haciendo teatro".
Blanca Guerra, presidenta de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas ( AMACC) y protagonista de la obra "¿Quién teme a Virginia Woolf?", considera que hoy en día existe más público y más espacios teatrales que antes.
"El problema es que desplazarse en esta ciudad no es nada fácil, el público va a contracorriente para llegar a un teatro. Aunado a esto, está la poca promoción que se le da a las obras y en eso hay que apretar más las tuercas", indicó.
Adriano Numa, quien ejerció durante 12 años como crítico de teatro en la revista "Tiempo Libre" y actualmente escribe y dirige sus obras, señaló que los canales abiertos de televisión deberían unirse a la cultura, a abrir espacios para hablar del teatro.
"Si Televisa y Azteca abundaran sobre las obras de teatro y no en los escándalos de sus protagonistas, desprestigiando la honra de sus actores y sus carreras, otro gallo nos cantaría", dijo.
"Urge muchísima promoción, que las televisoras se comprometan en promover toda la oferta cultural y cinematográfica que hay, los conciertos, el teatro y todo lo que encierra la cultura para que la gente se estimule, se inquiete y quiera formar parte del estatus cultural", subrayó Guerra, protagonista de la obra "Agosto" (2010).
Estados Unidos y Europa, apuntó Xavier Marc, son ejemplos fantásticos de lo que se hace en el renglón cultural, "porque las universidades producen obras profesionales, enseñándoles a sus alumnos a hacer teatro.
"Si el Conaculta y Bellas Artes patrocinaran tres o cuatro obras al año en las escuelas, estaríamos iniciando un camino de solución ante la carencia de cultura teatral.
"Simplemente porque desde jóvenes se estarían acostumbrando a que el teatro les guste y esto se propaga en familias y amistades", aseveró Marc, quien en la década de los 80 obtuvo varios premios con la obra "Encuentra tu camino", al lado de Pilar Pellicer, Manuel Ojeda y Miguel Ángel Ferriz.
Para Rafael Inclán, protagonista de la pieza "Made in México", el interés hacia el teatro debe iniciar desde la primaria, continuarse en la secundaria, la preparatoria y la universidad.
"Y además de montar teatro clásico, deberían apostar por él autores y actores mexicanos, pues somos un país muy rico en todo eso".
Se requiere de una serie de estrategias para la creación de públicos, agregó Blanca Guerra. "Para que los niños desde muy pequeñitos empiecen con una materia obligatoria en su educación, que se llame Apreciación Cultural, sólo así cambiaremos el destino del teatro".
"Nosotros contribuimos con nuestro granito de arena", resaltó Alejandra Guevara, quien con su equipo de trabajo y varios creativos ha logrado acercar al público a un tipo de teatro nuevo en México, replicado de su similar en España y que ofrece piezas con 15 minutos de duración en un foro de la colonia Santa María la Ribera.
"Al principio nuestros seguidores era gente de teatro, ahora ya también vienen los que llegaron por primera vez, les gustó y regresaron, pues Microteatro te invita a invertir una hora o media hora de tu tiempo, a cambio de una gran cartelera".
Otra forma de crear públicos para incrementar la cultura teatral, señaló, es invitándolos a que escriban su propio guión.
"Las amas de casa, los arquitectos, lo abogados y todo aquel que así lo desee, pues escribir una historia y si quiere ir más allá, montarla. El teatro es un gimnasio, desde la escritura hasta la administración, es una forma de alejarte de la televisión y acercarte más a la cultura", destacó Guevara.
El teatro no sólo es una opción de divertimento, apuntó Germán Gastélum (director de la obra "Tres destinos", en el Centro Cultural de la Diversidad), es un factor de conciencia, de análisis y reflexión.
"Te puede cambiar la vida porque te confronta contigo mismo al final de cada función, promueve aún más la convivencia porque la gente se va a cenar para comentar sobre la obra", sostuvo el presidente de la Compañía de Teatro México (Cotemex).
En la década de los 70, 80 y principios de los 90, el teatro funcionaba de maravilla, aseguró Xavier Marc.
"Irma Lozano, Irán Eory, Silvia Pinal y Manolo Fábregas llenaban los teatros con sus obras que en aquel entonces, había funciones de martes a domingo y ahora nada más hay de jueves a domingo o sólo un día a la semana".
Gastélum explicó que el teatro siempre ha sido un espejo social que en los años 40 y 50 tuvo un gran auge con la creación de los teatros del IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social).
"Porque decían que el bienestar de la familia no solamente dependía de la salud física, sino también de una salud cultural, educativa y artística. Así surgieron grandes autores mexicanos como Emilio Carballido, González Caballero, Vicente Leñero y Rascón Banda, llevando a escena a grandes actrices como Carmen Montejo y Marga López", indicó el también actor.
Finalmente, Xavier Marc sostuvo que si bien la cartelera teatral en la Ciudad de México no es igual a la de Broadway o Londres, "sí puede ser superior a la de Europa, Estados Unidos, Centro y Sudamérica, ojalá que el público pronto se dé una vuelta para comprobarlo y vivir una inolvidable experiencia".
CIUDAD DE MÉXICO (12/JUL/2014).- Actores, productores y directores de
Sugirieron que para cambiar de manera favorable el destino de dicho género, éste sea prioridad en la educación de los niños, desde la primaria, que se desarrolle en la secundaria, preparatoria y se consolide en la universidad.
Los hacedores y creativos del teatro consideraron, en entrevista, que en la capital mexicana existe un gran abanico de ofertas teatrales que abarcan todos los géneros.
Las marquesinas presentan historias de reconocidos autores mexicanos y extranjeros, interpretadas por elencos de trayectoria o por los actores de moda.
Las obras se representan en los teatros clásicos, los nuevos; los grandes y pequeños, los céntricos y alejados con una pluralidad de precios y descuentos.
En ocasiones, la publicidad en medios de comunicación es constante, o si no, los productores apelan al de boca en boca. Hay quienes se apoyan en el escándalo para vender boletos, pero otros confían en que la calidad del proyecto atraerá al público.
Sin embargo, pese a todos los esfuerzos, las salas no se ocupan en su totalidad y la suspensión de funciones es frecuente, así como la cancelación de temporadas, simplemente porque, coincidieron sus protagonistas, "no existe una cultura del mexicano por ver teatro".
"La gente dice que no va al teatro porque los precios son caros y por eso mejor se van al cine. Pero no se ponen a pensar que en el cine gastan más. Basta con ir a la dulcería para que te encueren todo. Que hagan cuentas y verán que sale peor el gasto", opinó el actor Rafael Inclán, quien inició su carrera a principios de los años 60 en el teatro de carpa y de revista.
Para el director de escena Xavier Marc, director de la obra "Amantes enemigos, enemigos amantes", en el Foro Shakespeare, existe el teatro caro, el barato y el de cooperación voluntaria.
"Hay musicales que vienen del extranjero y por los que te cobran arriba de mil pesos por boleto, pero otro buen teatro es el que se representa en los circuitos universitarios y por el que sólo te piden si quieres cooperar con algo", indicó.
"Si consideramos que el salario mínimo en la Ciudad de México es de casi 70 pesos diarios, ¿cómo le debe hacer un padre de familia para llevar a su hijos al teatro? Quizá para otras grandes ciudades en el mundo nuestros precios no son caros, comparados con los de ellos, pero para la sociedad mexicana sí lo son", sostuvo Adriano Numa, escritor y director de la obra "Cosa de niños: Bullying".
En la cartelera actual, el musical "Wicked" ofrece localidades de hasta mil 463 pesos por boleto en el área de Orquesta y Preferente VIP, en el nuevo teatro Telcel, aunque también facilita los costos con descuentos de hasta 30 por ciento.
"Cada vez nos despedimos mejor", monólogo que interpreta Diego Luna en el Teatro "López Tarso", del Centro Cultural San Ángel, ofrece sus butacas por encima de 300 pesos y desde 160 pesos, por ejemplo.
"Al final, cada productor le pone su precio. La UNAM, por ejemplo, tiene funciones de 30 y hasta 150 pesos por persona y entre semana. El que no va, es porque no quiere, no le interesa o no tiene una cultura teatral, no obstante las buenas y accesibles ofertas", aseveró Inclán.
El productor Juan Torres, quien presenta el musical "Godspell" y preparara "La fierecilla tomada", admitió que en los últimos años el teatro ha permanecido en crisis y que él y sus colegas aún padecen los rezagos del virus de la Influenza A (H1N1) de 2009, que los obligó a suspender funciones.
"La influenza fue algo que estuvo fuera nuestras manos y no podíamos hacer nada frente a un fenómeno de este tipo, así que no nos quedó de otra más que compararlo con los desastres que dejó el temblor de 1985, pues de la noche a la mañana este virus cambió la vida de todos los mexicanos.
"Al teatro le afectó demasiado sobre todo porque no se considera como algo de primera necesidad y la gente le dio prioridad a otras cosas", añadió su socio, el productor Guillermo Wiechers.
Aunque en la actualidad ya no es un padecimiento que afecte, dijo Torres, sigue siendo complicado convencer al público para que venga al teatro, sobre todo si en la marquesina no se anuncia al actor de moda.
"Pero cuando se anuncia, se nos llena el foro. Así nos pasó con la obra 'Volverás', en la que actuaba Pedro Sicard, pues desde temprano llegaron esas señoras asiduas a las telenovelas para comprar su boleto, porque querían verlo de cerca", relató Alejandra Guevara, directora general de Microteatro.
Para atraer la atención del público, dijo el director de escena y actor Xavier Marc, "todo suma, aunque siempre vamos a preferir que se interesen por ver un buen proyecto que por el galán de la televisión haciendo teatro".
Blanca Guerra, presidenta de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas ( AMACC) y protagonista de la obra "¿Quién teme a Virginia Woolf?", considera que hoy en día existe más público y más espacios teatrales que antes.
"El problema es que desplazarse en esta ciudad no es nada fácil, el público va a contracorriente para llegar a un teatro. Aunado a esto, está la poca promoción que se le da a las obras y en eso hay que apretar más las tuercas", indicó.
Adriano Numa, quien ejerció durante 12 años como crítico de teatro en la revista "Tiempo Libre" y actualmente escribe y dirige sus obras, señaló que los canales abiertos de televisión deberían unirse a la cultura, a abrir espacios para hablar del teatro.
"Si Televisa y Azteca abundaran sobre las obras de teatro y no en los escándalos de sus protagonistas, desprestigiando la honra de sus actores y sus carreras, otro gallo nos cantaría", dijo.
"Urge muchísima promoción, que las televisoras se comprometan en promover toda la oferta cultural y cinematográfica que hay, los conciertos, el teatro y todo lo que encierra la cultura para que la gente se estimule, se inquiete y quiera formar parte del estatus cultural", subrayó Guerra, protagonista de la obra "Agosto" (2010).
Estados Unidos y Europa, apuntó Xavier Marc, son ejemplos fantásticos de lo que se hace en el renglón cultural, "porque las universidades producen obras profesionales, enseñándoles a sus alumnos a hacer teatro.
"Si el Conaculta y Bellas Artes patrocinaran tres o cuatro obras al año en las escuelas, estaríamos iniciando un camino de solución ante la carencia de cultura teatral.
"Simplemente porque desde jóvenes se estarían acostumbrando a que el teatro les guste y esto se propaga en familias y amistades", aseveró Marc, quien en la década de los 80 obtuvo varios premios con la obra "Encuentra tu camino", al lado de Pilar Pellicer, Manuel Ojeda y Miguel Ángel Ferriz.
Para Rafael Inclán, protagonista de la pieza "Made in México", el interés hacia el teatro debe iniciar desde la primaria, continuarse en la secundaria, la preparatoria y la universidad.
"Y además de montar teatro clásico, deberían apostar por él autores y actores mexicanos, pues somos un país muy rico en todo eso".
Se requiere de una serie de estrategias para la creación de públicos, agregó Blanca Guerra. "Para que los niños desde muy pequeñitos empiecen con una materia obligatoria en su educación, que se llame Apreciación Cultural, sólo así cambiaremos el destino del teatro".
"Nosotros contribuimos con nuestro granito de arena", resaltó Alejandra Guevara, quien con su equipo de trabajo y varios creativos ha logrado acercar al público a un tipo de teatro nuevo en México, replicado de su similar en España y que ofrece piezas con 15 minutos de duración en un foro de la colonia Santa María la Ribera.
"Al principio nuestros seguidores era gente de teatro, ahora ya también vienen los que llegaron por primera vez, les gustó y regresaron, pues Microteatro te invita a invertir una hora o media hora de tu tiempo, a cambio de una gran cartelera".
Otra forma de crear públicos para incrementar la cultura teatral, señaló, es invitándolos a que escriban su propio guión.
"Las amas de casa, los arquitectos, lo abogados y todo aquel que así lo desee, pues escribir una historia y si quiere ir más allá, montarla. El teatro es un gimnasio, desde la escritura hasta la administración, es una forma de alejarte de la televisión y acercarte más a la cultura", destacó Guevara.
El teatro no sólo es una opción de divertimento, apuntó Germán Gastélum (director de la obra "Tres destinos", en el Centro Cultural de la Diversidad), es un factor de conciencia, de análisis y reflexión.
"Te puede cambiar la vida porque te confronta contigo mismo al final de cada función, promueve aún más la convivencia porque la gente se va a cenar para comentar sobre la obra", sostuvo el presidente de la Compañía de Teatro México (Cotemex).
En la década de los 70, 80 y principios de los 90, el teatro funcionaba de maravilla, aseguró Xavier Marc.
"Irma Lozano, Irán Eory, Silvia Pinal y Manolo Fábregas llenaban los teatros con sus obras que en aquel entonces, había funciones de martes a domingo y ahora nada más hay de jueves a domingo o sólo un día a la semana".
Gastélum explicó que el teatro siempre ha sido un espejo social que en los años 40 y 50 tuvo un gran auge con la creación de los teatros del IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social).
"Porque decían que el bienestar de la familia no solamente dependía de la salud física, sino también de una salud cultural, educativa y artística. Así surgieron grandes autores mexicanos como Emilio Carballido, González Caballero, Vicente Leñero y Rascón Banda, llevando a escena a grandes actrices como Carmen Montejo y Marga López", indicó el también actor.
Finalmente, Xavier Marc sostuvo que si bien la cartelera teatral en la Ciudad de México no es igual a la de Broadway o Londres, "sí puede ser superior a la de Europa, Estados Unidos, Centro y Sudamérica, ojalá que el público pronto se dé una vuelta para comprobarlo y vivir una inolvidable experiencia".
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