Cultura
Tamar Cohen explora la depresión juvenil
La ganadora del Premio Gran Angular México presenta su más reciente novela
GUADALAJARA, JALISCO (19/DIC/2015).- “Dana” es una adolescente a la que le diagnostican depresión. Con todo y los problemas propios de la edad, la joven debe enfrentarse a una enfermedad que la pone triste, pero también la hace enojar. Tiene dos hermanos, su papá tiene un empleo próspero y su madre está pendiente de su salud. Así comienza la historia “El año terrible” de la escritora Tamar Cohen, ganadora del Premio Gran Angular México de literatura juvenil, con esta novela que es editada por SM.
Es la primera vez que Tamar escribe para jóvenes luego de haber publicado un par de textos para niños. La trama la desarrolló mientras ella se vio presa de la depresión. Entonces, esta obra fue una especie de catarsis mientras pasaba por esa prueba en su vida.
“Sufrí una depresión hace como tres años y justo cuando escribí el libro estaba deprimida, fue como una necesidad de poner en palabras todo el desorden que estaba pasando en mi vida y no es que tuviera que dar un mensaje o que quisiera que el libro se tomara así, porque no es un manual para la depresión, es una novela como cualquier otra; a mí lo que me gusta es escribir y contar historias, y creo que aproveché un buen momento de mi enfermedad donde tenía más fuerzas para realizar esta novela”.
Y dejando en claro que no se trata de un libro motivacional, ni mucho menos, Tamar encontró en su proceso una voz joven —la de “Dana”—, para hablar sobre otras cuestiones que viven los adolescentes: el amor, el enojo, las frustraciones y la sexualidad.
“‘Dana’ se va construyendo poco a poco; sobre todo, porque está en la adolescencia y creo que esa es una etapa bastante difícil (de crisis). ‘Dana’ tiene muchas cosas mías, pero también particularmente de ella. Es mucho más atrevida que yo y más arriesgada; tiene un sentido del humor muy ácido y negro que yo también utilizo... Creo que desde un principio se deja querer”.
Para Tamar haber ganado el Premio Gran Angular México también ha sido muy importante: “Es increíble el reconocimiento, ha sido como mágico. Me siento muy emocionada y agradecida de escribir con voz juvenil; fue algo muy liberador que a lo mejor con los niños me limitaba más, pero aquí fue como más natural y espontáneo”.
¿La literatura debe educar?
En México los libros más consumidos por los adolescentes son de autores como Yuya, John Green, Dross y Yordi Rosado. Desde la perspectiva de Tamar Cohen no importa qué género o autor es el que se lea más, siempre y cuando los jóvenes estén entusiasmados e incentivados por la lectura.
“Las novelas de John Green a mí también me gustan, creo que tengo una conexión muy fuerte con los adolescentes. Creo que los jóvenes se están apropiando de un mundo y de una autoridad, lo importante es que se lea por placer, que se quiten esta idea de que hay que leer para educar”.
Cohen subraya que un autor no tiene la responsabilidad de educar con su obra, es más bien un vínculo para que el lector saque lo que mejor le convenga de lo que leyó. “La literatura no debe de educar, ni tener un mensaje implícito, cada lector saca el mensaje que quiere. Creo que el libro debe ser un acompañante para el día a día y disfrutarlo nada más, sin querer aprender algo en especial de ahí. El compromiso de educar lo tienen los maestros, las escuelas y los papás”.
SABER MÁS
A futuro
• El proyecto más próximo de Tamar Cohen es esperar a que alguna editorial publique un nuevo libro infantil llamado “Me quiero independizar”, mientras tanto está interesada en volver a escribir un libro para jóvenes.
• Siguela a través de su cuenta de Twitter @tamruz
Es la primera vez que Tamar escribe para jóvenes luego de haber publicado un par de textos para niños. La trama la desarrolló mientras ella se vio presa de la depresión. Entonces, esta obra fue una especie de catarsis mientras pasaba por esa prueba en su vida.
“Sufrí una depresión hace como tres años y justo cuando escribí el libro estaba deprimida, fue como una necesidad de poner en palabras todo el desorden que estaba pasando en mi vida y no es que tuviera que dar un mensaje o que quisiera que el libro se tomara así, porque no es un manual para la depresión, es una novela como cualquier otra; a mí lo que me gusta es escribir y contar historias, y creo que aproveché un buen momento de mi enfermedad donde tenía más fuerzas para realizar esta novela”.
Y dejando en claro que no se trata de un libro motivacional, ni mucho menos, Tamar encontró en su proceso una voz joven —la de “Dana”—, para hablar sobre otras cuestiones que viven los adolescentes: el amor, el enojo, las frustraciones y la sexualidad.
“‘Dana’ se va construyendo poco a poco; sobre todo, porque está en la adolescencia y creo que esa es una etapa bastante difícil (de crisis). ‘Dana’ tiene muchas cosas mías, pero también particularmente de ella. Es mucho más atrevida que yo y más arriesgada; tiene un sentido del humor muy ácido y negro que yo también utilizo... Creo que desde un principio se deja querer”.
Para Tamar haber ganado el Premio Gran Angular México también ha sido muy importante: “Es increíble el reconocimiento, ha sido como mágico. Me siento muy emocionada y agradecida de escribir con voz juvenil; fue algo muy liberador que a lo mejor con los niños me limitaba más, pero aquí fue como más natural y espontáneo”.
¿La literatura debe educar?
En México los libros más consumidos por los adolescentes son de autores como Yuya, John Green, Dross y Yordi Rosado. Desde la perspectiva de Tamar Cohen no importa qué género o autor es el que se lea más, siempre y cuando los jóvenes estén entusiasmados e incentivados por la lectura.
“Las novelas de John Green a mí también me gustan, creo que tengo una conexión muy fuerte con los adolescentes. Creo que los jóvenes se están apropiando de un mundo y de una autoridad, lo importante es que se lea por placer, que se quiten esta idea de que hay que leer para educar”.
Cohen subraya que un autor no tiene la responsabilidad de educar con su obra, es más bien un vínculo para que el lector saque lo que mejor le convenga de lo que leyó. “La literatura no debe de educar, ni tener un mensaje implícito, cada lector saca el mensaje que quiere. Creo que el libro debe ser un acompañante para el día a día y disfrutarlo nada más, sin querer aprender algo en especial de ahí. El compromiso de educar lo tienen los maestros, las escuelas y los papás”.
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A futuro
• El proyecto más próximo de Tamar Cohen es esperar a que alguna editorial publique un nuevo libro infantil llamado “Me quiero independizar”, mientras tanto está interesada en volver a escribir un libro para jóvenes.
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